29 de julio, 2016 - 15:49
Daniel Ortega. Foto de archivo: Infobae.
La Paz, 29 de julio (ANF).- El Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua entregó este viernes al presidente de ese país, Daniel Ortega, el control absoluto del Parlamento, después de que decidió despojar de sus escaños a los diputados de la oposición.
“El mandatario nicaragüense consolida así todo el poder en su figura, con tintes cada vez más autoritarios e impone un régimen de partido hegemónico en el país centroamericano”, cita una publicación de El País.
Los diputados electos en 2011 por el Partido Liberal Independiente (PLI) fueron destituidos de sus escaños por orden del ente electoral de ese país y la determinación ya fue acatada por la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, que es controlada por los diputados del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Según el periódico La Prensa de Nicaragua, el partido gobernante no sólo controla la Asamblea Nacional, sino también el mismo CSE, que fue precisamente el órgano que destituyó de sus cargos a los diputados opositores.
El CSE tomó esa polémica decisión después de que “aceptó una solicitud del presidente del PLI, Pedro Reyes, de destituir a los diputados que no aceptaron su liderazgo, cuando el poder judicial le otorgó la representación legal de ese partido”, dice La Prensa.
Pero el control del partido gobernante en los órganos de Estado nicaragüense, no sólo se queda ahí, porque la Corte Suprema de Justicia (CSJ), también es dominada por FSLN.
El 8 de junio, la CSJ emitió una sentencia a través de la cual determinó quitar la representación legal del PLI a Eduardo Montealegre y se la entregó a Reyes.
Según la misma publicación local, bajo el liderazgo de Montealegre, el PLI se constituía en la segunda fuerza política del país.
Reyes aseguró que en total los destituidos de sus cargos son 28 diputados, es decir, 16 titulares y 12 suplentes.
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