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Mundo

El legado de Francisco: una Iglesia en salida, de compromiso social, diálogo y fraternidad

El pontificado de Francisco marcó un fuerte compromiso con la justicia social, el respeto a la dignidad humana y el cuidado del medio ambiente.
21 de abril, 2025 - 19:59
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Papa Francisco. foto. Jesuits Global
Papa Francisco. foto. Jesuits Global
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La Paz, 21 de abril (ANF).- El 13 de marzo de 2013, el Cónclave sorprendió al mundo con la elección de Jorge Mario Bergoglio como el nuevo Sucesor de Pedro, el Papa Francisco. Su elección rompió varios precedentes: fue el primer Papa jesuita, el primero procedente de América Latina y el primero en tomar el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, reflejo de su deseo de una Iglesia pobre, sencilla y comprometida con los marginados.

Desde sus primeras palabras dirigidas a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Pontífice marcó el tono que definiría su ministerio: cercanía, humildad y oración. Antes de impartir la bendición "Urbi et Orbi", pidió a todos que rezaran por él, un gesto que sintetizó su estilo pastoral, centrado en la sencillez y el encuentro fraterno.

Una Iglesia que mira a las periferias

El Papa Francisco, desde su exhortación apostólica Evangelii Gaudium (2013) (La alegría del Evangelio), delineó una Iglesia "en salida", llamada a abandonar la comodidad de sus estructuras para acercarse a las "periferias geográficas y existenciales" de la sociedad. Su liderazgo impulsó una reforma que busca no solo modernizar la Curia Romana, sino  renovar el corazón de la Iglesia, promoviendo la sinodalidad, la escucha y la participación de todos los bautizados, incluyendo de manera destacada a laicos, mujeres y jóvenes.

Bajo su impulso, se constituyó el Consejo de Cardenales para asesorar al Papa en la reforma de la Curia, que culminó en la publicación de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium en 2022, reorganizando la estructura vaticana para poner la evangelización en el centro de sus prioridades.

Entre sus reformas también sobresale la abolición del secreto pontificio en casos de abuso sexual, medida que buscó transparencia y justicia para las víctimas, así como una cultura de tolerancia cero frente a estos delitos.

Cuidado de la Casa Común y compromiso social

El pontificado de Francisco marcó  un fuerte compromiso con la justicia social, el respeto a la dignidad humana y el cuidado del medio ambiente. Su encíclica Laudato Si’ (2015) (Alabado Seas) llamó a la conversión ecológica y a un modelo de desarrollo humano integral, subrayando la interconexión entre la crisis ambiental y las desigualdades sociales. Este documento no solo despertó atención dentro de la Iglesia, sino que también se convirtió en un texto de referencia en foros internacionales, como las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.

En la misma línea, Francisco denunció con firmeza la cultura del descarte, la indiferencia frente al sufrimiento humano y las dinámicas de explotación que generan pobreza y exclusión, defendiendo los derechos de migrantes, refugiados y pueblos indígenas.

El Papa de los puentes y del diálogo interreligioso

Desde el inicio de su pontificado, Francisco promovió el diálogo interreligioso como una vía esencial para la paz mundial. Uno de sus gestos más significativos fue la firma, en 2019 en Abu Dhabi, del Documento sobre la Fraternidad Humana junto al Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb, que subraya la necesidad de respeto mutuo, cooperación y convivencia pacífica entre religiones.

Su histórico viaje a Irak en 2021 lo convirtió en el primer Pontífice en visitar esa nación, golpeada por la guerra y el terrorismo. Allí, se reunió con el gran ayatolá Al-Sistani, líder espiritual chií, enviando un mensaje contundente de fraternidad y reconciliación entre cristianos y musulmanes.

Un Papa peregrino al encuentro del mundo

Fiel a su estilo de cercanía, Francisco realizó 47 viajes apostólicos internacionales, visitando más de 60 países en cinco continentes. Desde su primer viaje a Lampedusa en 2013  (como un gesto de solidaridad con los migrantes que perdieron la vida en el mar), hasta su extenso viaje en 2024 a Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental, cada desplazamiento ha reflejado su preocupación por las periferias y su deseo de construir puentes de diálogo y paz.

Su presencia en eventos multitudinarios, como la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro (2013) o en Filipinas (2015), donde congregó a más de seis millones de personas en Manila, evidenció la conexión profunda entre Francisco y los jóvenes. Asimismo, sus visitas a América Latina, como las realizadas a Ecuador, Bolivia y Paraguay en 2015 o a Chile y Perú en 2018, estuvieron marcadas por mensajes de justicia, reconciliación y defensa de los pueblos originarios.

Un legado que invita a la esperanza

El Papa Francisco  utilizó cada espacio, cada viaje y cada documento magisterial para promover la cultura del encuentro y la fraternidad. Su pontificado ha sido una invitación constante a mirar a los márgenes, a derribar muros de indiferencia y a vivir una fe comprometida con la dignidad de cada persona.

//CJL

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