La Paz, 24 de septiembre de 2024 (ANF).- Los casos de violencia contra las mujeres recrudecen en el país con actos cada vez más cruentos, sin políticas públicas de prevención serias y con la incapacidad del Estado de remover las estructuras que la generan.
Eulogia Tapia, representante del Observatorio de Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres, dijo además que las leyes y normas promulgadas muchas veces se incumplen por la falta de capacitación o la insensibilidad de los operadores de justicia.
“La violencia no bajó, al contrario, se recrudece, pero además también ha empezado a surgir todo un cuestionamiento a la Ley 348 (para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia) y lo que se ha estado diciendo es que existen denuncias falsas, que tal vez existan, pero eso no quita el problema de que hay mujeres que viven violencia de forma cotidiana”, dijo la activista a ANF.
El Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha Contra las Drogas (OBSCD) reportó que por día se registran en promedio 105 denuncias por delitos de alta vulnerabilidad contra las mujeres, es decir, cuatro denuncias por hora.
“En todo este tiempo haciendo el seguimiento nos hemos encontrado que los casos se incrementan, la violencia se incrementa, y ya estamos a estas alturas con más de 66 víctimas de feminicidio, entonces, la violencia cotidianamente la seguimos viendo con las violaciones a las niñas, con agresiones y tentativas de feminicidio”, indicó Tapia.
Entre enero y la primera semana de agosto, la Fiscalía General del Estado atendió 54 denuncias de feminicidios y 20 de infanticidio.
La violencia como parte estructural y naturalizada en el país muestra el caso de Sara, nombre cambiado para precautelar su seguridad, quien sufre violencia física, psicológica y económica de parte de su pareja y en complicidad de madre y familia de éste.
“Cuando estábamos empezando a vivir, se ha comprometido, ha firmado mediante un abogado que no me iba a tocar, incluso delante de su familia se ha comprometido, pero no ha cumplido”, dice a ANF Sara, quien además debe afrontar una deuda bancaria del que su pareja es el titular, y ella la garante, pero no paga.
Desde hace varios meses viene siendo víctima de violencia, pero dice que soporta todo porque su pareja le debe dinero a su mamá, monto que fue usado para dar la inicial para la compra de un vehículo que es utilizado como taxi.
“Hemos comprado un auto a crédito y para la cuota inicial hemos dado 4.000 dólares, con el dinero de mi mamá, en el banco él está como titular de la deuda y yo como codeudora, pero él no paga nada; y sobre la deuda de mi mamá, en 2021 hemos ido al notario y él se ha comprometido a pagar poco a poco, con lo que trabaja el auto, pero en cuatro años no le ha dado nada”, dice.
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