Copacabana, 13 de julio de 2024 (ANF).- A cuatro horas de viaje de la ciudad de La Paz se encuentra Copacabana, una región turística y comercial por su gastronomía, sus montañas, las islas del Sol y la Luna, el Calvario y, los paseos en lanchas y botes por las esplendorosas aguas del lago Titicaca. Hoy, esa joya vacacional enfrenta, así como otros rubros, los embates de la crisis social y la escasez de dólares que golpea a todo el territorio nacional.
El 2019 los conflictos sociales que se derivaron por la renuncia de Evo Morales y Álvaro García Linera a la presidencia y vicepresidencia de Bolivia a causa del “fraude electoral”, sumergieron a Copacabana en el caos. Los hoteles, restaurantes, artesanos y agencias de turismo se vieron afectados por la inestabilidad y las protestas de 30 días que dejó más de 20 fallecidos, panorama que alejó a los visitantes a esa región.
Cuando todo parecía mejorar el 2020, a principios de marzo se reportaron los primeros casos de coronavirus y que obligó al gobierno decretar una cuarentena para evitar la propagación de la enfermedad. Esa medida ordenaba el cierre de fronteras, restricción de la circulación dentro del país, además se suspendió el transporte terrestre, fluvial y lacustre de pasajeros internacional, interdepartamental e interprovincial.
Esas acciones dejaron agonizando a Copacabana al igual que a otras regiones turísticas del país, las calles, plazas y playas permanecían vacías y en silencio. La pandemia del covid-19 fue uno de los golpes más duros para el turismo de esta región que está dentro de los tres destinos “estrella” más visitados por los turistas nacionales y extranjeros. En primer lugar, está el Salar de Uyuni; segundo, el Parque Nacional Madidi y, en tercer lugar, Copacabana con sus islas del Sol y de la Luna, según datos de la Cámara Nacional de Operadores de Turismos (Canotur).
Las familias aún intentan recuperarse de las pérdidas que les dejó la pandemia del Covid-19. Si bien el lago Titicaca es uno de los más buscados por los extranjeros y los bolivianos por sus características históricas, culturales y arqueológicos, ahora la industria turística del sitio vuelve a tambalear debido a la incertidumbre económica y la escasez del dólar que golpea a Bolivia desde hace más de un año.
Una de las calles de Copacabana. Foto: ANF
Antes del 2020, Copacabana recibía visitas durante la semana con fluidez, pero con mayor fuerza los fines de semana y feriados donde se observaba un movimiento considerable de visitantes entre extranjeros y nacionales que llenaban las playas y los hoteles. Actualmente las visitas se redujeron, en días hábiles solo unos cuantos forasteros caminan por las calles para admirar la joya turística, otros ofrecen sus artesanías para financiar sus viajes.
Mientras que los visitantes locales prefieren ir los fines de semana o feriados para disfrutar del paisaje con sus familias. Sin embargo, en los últimos meses, las visitas son cada vez más reducidas. Adelina Mamani, una joven de 19 años y que hace cinco años trabaja como guía de turismo en Copacabana, relata a la Agencia de Noticias Fides (ANF), que desde que se supo de la escasez de divisas en el país en febrero de 2023, el turismo en esa región cayó y estos últimos meses, la situación parece agravarse.
La joven, que hace visitas guiadas a las islas del Sol y de la Luna, comenta que, en los últimos tres meses, la mayoría de los turistas que llegaban hasta esa región eran extranjeros y que recién en la época del descanso pedagógico escolar, bolivianos de distintos departamentos acuden a Copacabana para descansar y conocer los diferentes sitios arqueológicos y culturales, aunque admite que, a diferencia de años anteriores, las visitas son “bajas”.
“Yo nací aquí (Copacabana), desde niña veía como se llenaba de gente las calles, las plazas, el lago y el Calvario, ya no es como antes, también debe ser por los problemas de la economía”, dice con melancolía.
Los destinos más atractivos
Las islas del Sol y la Luna son los sitios que más atraen a los turistas. De Copacabana hasta esa región se hace un viaje de tres horas en lancha por el lago. Los costos varían entre 50 y 60 bolivianos, dependiendo las zonas que se visitarán, hay paquetes que incluyen, las islas flotantes y playas blancas. El transporte parte entre las 08:30 y 09:00 y retorna a la bahía de Copacabana a las 17:00.
Las playas blancas de Copacabana. Foto: ANF
En la isla de la Luna se encuentra la Casa de Mujeres o el palacio Iñak Uyu, considerado un lugar sagrado y de culto. Adelina explica que en ese sitio se albergaba a las ñustas o mujeres vírgenes para el Inca y que estaban lideradas por mama Ocllo.
La Isla de la Luna. Foto: ANF
Visitantes se pasean por el palacio Iñak Uyu en la Isla de la Luna. Foto: ANF
Artesanías que ofrecen en cercanías de la Isla de la Luna. Foto: ANF
Roberto, un guía comunitario, relata que la isla del Sol alberga a 4 mil habitantes en tres comunidades que son el lado Norte, donde se encuentra Challampa, en la parte central esta Challa y en el Sur, Yumani, en este último sector la mayor sensación para los visitantes son las fuentes de agua que brotan de las montañas y que según, el guía, tienen poderes de sanación y purificación. Además, se cree que si bebe el líquido del manantial devuelve la lozanía y el vigor juvenil.
Turistas hacen fila para beber de la fuente de agua. Foto: ANF
El Calvario que está en una enorme colina a orillas del lago Titicaca, es también uno de los sitios turísticos más visitados. El recorrido a la cima se realiza entre 30 a 40 minutos y a lo largo del trayecto están 16 cruces que representan la Pasión de Cristo. En la cúspide se tiene una vista panorámica de Copacabana y el lago Titicaca.
El inicio para llegar a la cima de El Calvario. Foto: ANF
La bahía de Copacabana vista desde El Calvario. Foto: ANF
Una mujer degusta un plato de trucha en El Calvario. Foto: ANF
Además, en la montaña, artesanos ofrecen objetos en miniaturas como vehículos, casas, dólares, maletas e incluso terrenos. Cuentan que cuando se adquiere uno de estos elementos se debe hacer bendecir para que el anhelo se haga realidad.
Los objetos en miniatura que se ofrecen en la cima de El Calvario. Foto: ANF
Comerciantes preocupados
En el mercado popular de Copacabana, ubicada cerca de la plaza principal, las comerciantes que venden buñuelos y desayunos expresan su preocupación por el descenso de visitantes e incluso, aseguran que ni en Semana Santa hay la fluidez de turistas que se veía otros años.
“Antes esto (el mercado) reventaba de gente en las vacaciones, ahora ya no hay mucho. Ni siquiera en Semana Santa se ve gente, ya no es lo mismo y eso nos preocupa. Sabemos que la economía de nuestro país no está bien y eso también nos afecta aquí porque la gente prefiere guardar su plata, ahorrarse por miedo”, dice Isabel que hace 15 años vende café y api en el único mercado de la región.
Otra vendedora de una tienda, que evitó dar su nombre, culpa a la escasez del dólar en el país por las bajas visitas a Copacabana. Dice que esa situación también afecta sus negocios, ya que la mayoría de los productos que comercializa son de origen peruano y por la falta de divisas el sol peruano, que usa para sus transacciones ya se cotiza en 2,80 bolivianos y por tanto, se encarecieron sus mercaderías.
“De Kasani (localidad fronteriza entre Bolivia y Perú) me compró mi mercadería, pero ahora todo está caro, el sol ha subido harto, casi 3 bolivianos, si vendes caro, ya no te compran y no hay ganancias. Ojalá se solucione el problema de los dólares en el país”, añade.
Comerciantes y guías de turismo tienen la esperanza de que la situación mejore para esa región, ya que hay varias familias que viven del turismo.
La bahía de Copacabana luce vacía. Foto: ANF
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