
La Paz, 6 de abril de 2025 (ANF).-Tras once jornadas de intensa actividad, la Segunda Feria Internacional del Libro de El Alto (FILEA) cerró sus puertas este domingo, dejando como principal demanda la necesidad urgente de contar con un espacio ferial permanente y adecuado para el desarrollo de actividades culturales en la ciudad.
Miles de personas, entre niños, jóvenes y adultos, participaron del evento cultural, cuya realización expuso una vez más la carencia de infraestructura apropiada en la urbe alteña. Visitantes y expositores coincidieron en la importancia de que El Alto cuente con un campo ferial que permita albergar ferias de gran magnitud y fomentar el acceso a la cultura.
“Un campo ferial es importante. Es la primera vez que vemos algo así en El Alto, y estos espacios se necesitan. Antes íbamos a La Paz a buscar libros”, expresó Nelly Apaza, madre de familia que asistió junto a sus hijas.
Esther Condori, joven vecina de la avenida Cochabamba, destacó la variedad de la oferta literaria y remarcó que este tipo de actividades generan interés en el público juvenil. En esa línea, Ángela, residente de Villa Adela, lamentó que muchas actividades culturales de relevancia se desarrollen únicamente en la sede de gobierno. “Es difícil acceder desde aquí. Necesitamos un lugar propio”, afirmó.
La inquietud fue compartida por Wara Copa, vecina de Villa Alemania, quien valoró la posibilidad de acercarse nuevamente a la feria. “Esta vez pude recorrerla con más calma. Sería ideal que haya un espacio estable para este tipo de encuentros”, indicó.
La feria también convocó a familias enteras. Sonia Ramírez y Rodrigo Mamani, quienes asistieron por primera vez tras conocer del evento a través de redes sociales, expresaron su sorpresa por la falta de espacios similares. “Es importante que existan lugares que reúnan a padres e hijos. En El Alto hay poco de eso”, dijo Mamani, vecino de Río Seco.
Luis Condori, de Faro Murillo, consideró que, si bien FILEA es un paso importante, se requieren mayores esfuerzos. “La diferencia con La Paz es grande. Allá hay más espacio y expositores. Sería bueno que las autoridades se preocupen y habiliten un lugar adecuado”, sostuvo.
Desde el ámbito académico, cerca de un centenar de estudiantes y docentes de la carrera de Lingüística de la Unidad Académica de Viacha de la UMSA participaron del evento. “Necesitamos espacios para difundir nuestras producciones intelectuales. Esto fortalece nuestra cultura y nuestra lengua originaria”, declaró Mery Chambi, coordinadora de la carrera.
Zenón Quisbert, profesor de Lenguaje en Achocalla, destacó la importancia de democratizar el acceso a actividades culturales. “En La Paz hay muchas ofertas, pero para quienes vivimos en El Alto, los traslados no siempre son viables. Esta ciudad debe tener su propio centro cultural y ferial”, afirmó.
La feria también atrajo a visitantes de la ciudad de La Paz. Aldo Saavedra, vecino de San Pedro, visitó el recinto de manera espontánea y se mostró sorprendido por la calidad del evento. “Hay variedad. Pensé que era más pequeño”, comentó.
Pese al entusiasmo del público, la falta de infraestructura volvió a ser evidente. Una investigación universitaria de 2017 señalaba que el único espacio ferial de El Alto era improvisado, sin servicios básicos, y en condiciones precarias. Ocho años después, la situación no ha cambiado. El predio, ubicado en la zona Ferropetrol del Distrito 6, continúa siendo compartido con oficinas y depósitos.
En 2022, el anuncio de un nuevo campo ferial fue acompañado por el acto simbólico de colocación de una piedra fundamental. Sin embargo, hasta la fecha, no se han iniciado obras.
“Esperamos que para el siguiente aniversario de El Alto se puedan dar pasos concretos hacia la construcción del nuevo campo ferial, que permita no sólo realizar FILEA, sino muchas otras actividades culturales que esta ciudad necesita y merece”, afirmó Johnny Guerreros, coordinador general de la Cámara Departamental del Libro de La Paz.
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