La Paz, 12 de octubre de 2024 (ANF).- La Organización Regional de Mujeres Indígenas Chiquitanas (ORMICH) y sus nueve regionales están de luto por destrucción de 7 millones de hectáreas en su casa grande debido a los incendios y exigen que los culpables sean castigados.
“Exigimos que los culpables de los incendios de la casa grande y los cómplices de la muerte de muchas vidas reciban un castigo merecido, para que estos delitos nunca más vuelvan a repetirse”, exclamó la presidenta de la ORMICH, Rosa Pachuri.
Las mujeres chiquitanas protagonizaron este viernes una marcha “por la vida nuestro cuerpo y nuestros territorios”, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. “Estamos de luto porque lo hemos perdido todo”, afirmó la dirigente en relación a los devastadores incendios.
“Desde lo más profundo de nuestro ser, nuestro sentimiento de dolor, tristeza e impotencia de presenciar día a día la destrucción de la casa grande, de todo lo que representa para nuestra cultura indígena chiquitana”, añadió.
Alertó que en el mediano y corto plazo las consecuencias de las pérdidas de la fauna y flora impactarán en las comunidades, en el país y en la humanidad del mundo.
En ese escenario, las mujeres chiquitanas demandaron la protección de sus territorios, además la reglamentación de la pausa ambiental que dictó en pasadas semanas el gobierno nacional, “y que no ceda a las presiones políticas”.
Pachuri destacó que solo en el departamento de Santa Cruz 7 millones de hectáreas fueron quemadas, un alto porcentaje en la región chiquitana es por eso que “ha sido herida de muerte, está sollozando y clamamos por justicia, es urgente asumir acciones en defensa de los territorios y derechos colectivos”.
Entre sus demandas también exigen que la ABT dicte pausa en las autorizaciones de desmonte, y al INRA que haga inspecciones a cada nuevo asentamiento para verificar su legalidad, porque el “tráfico de tierras se tiene que frenar”.
Por otra parte, exigen acciones de restauración productiva, asimismo de las fuentes de agua para recuperar los chacos, los alimentos para sus vidas. También demandaron apoyo emocional para los niños, niñas, adolescentes, personas de la tercera edad, mujeres, que están de luto por sus pérdidas.
“La violación por los incendios nos afecta directamente en nuestros cuerpos y territorios, han aumentado las formas de violencia, sometiéndonos a desplazamientos. Nuestro cuerpo es el primer territorio que tenemos que defender. Las llamas han consumido los bosques, pero no nuestra dignidad”, afirmó la líder indígena.
/NVG/
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