La Paz, 6 de enero de 2025 (ANF).- El docente investigador de Ingeniería Ambiental de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Vargas, realizó un llamado a la acción frente a la crisis ambiental. Enfatizó que los debates en torno a la Justicia Climática están desviando recursos y tiempo cruciales para enfrentar los retos ambientales que ya están impactando al planeta.
“¿Quién ha empezado a destruir el clima? Podemos decir los humanos; unos en mayor escala y otros en menor escala, pero todos hemos contribuido. Entonces, empezar a discretizar: este señor 25.5%, aquel otro 20%, usted 18%, yo 5%, vamos a gastar tiempo y recursos vanos en establecer tipos de responsabilidad. Eso es imposible prácticamente”, señaló Vargas a ANF, criticando la filosofía de la Justicia Climática.
Según el investigador, los esfuerzos deben dirigirse a mitigar y revertir los daños, en lugar de “descubrir quién fue primero, el huevo o la gallina”. Vargas cuestionó que, en los últimos 18 años, esta discusión ha generado divisiones y retrasos, especialmente en América Latina, donde se promueve dicha idea.
“Sospechosos, culpables e inocentes, todos deberíamos juntarnos y estar viendo cómo frenamos esto, cómo mitigamos y cómo intentamos revertir algunas de las cosas, porque sí se puede revertir en alguna de las posibilidades, pero no estamos haciendo el más mínimo esfuerzo”, subrayó.
El investigador también destacó los efectos devastadores de la crisis climática, como la acidificación de los océanos debido al exceso de plástico y el calentamiento acelerado provocado tanto por el efecto invernadero como por el aumento de las temperaturas en las profundidades marinas. “Eso es muy grave; por eso están cambiando las corrientes oceánicas y el aire”, explicó.
Otro de los fenómenos que alarma a Vargas es la alteración del ciclo hidrológico. “Ya no es un balance armónico de evaporación, condensación y lluvia. Ahora la lluvia es de gran escala y de corta duración, pero de una gran cantidad que ocasiona graves daños; o, al revés, desaparecieron las lluvias porque lo poco que logró evaporar, el viento se lo llevó a otro lado”, afirmó, citando ejemplos extremos como las precipitaciones en el desierto del Sahara.
Para Vargas, la solución pasa por articular acciones concretas y sencillas que puedan ser implementadas globalmente con un poco de educación, financiamiento, asistencia técnica y compromiso. Sin embargo, lamenta que estas medidas no se estén llevando a cabo. “Estamos esperando, abrigando la esperanza de que la Justicia Climática haga justicia, pero, ¿cuál sería esa justicia?”, se preguntó.
El docente criticó también la expectativa de que los países desarrollados brinden soluciones inmediatas a las naciones en desarrollo mediante financiamiento directo. “Aunque tengamos un cofre del tesoro (otorgado por la Justicia Climática), pero sin personal capacitado, educación ni medios, vamos a tardar igual años en tratar de remediar, y cuando entendamos cómo, ya nos está llevando a todos la corriente”, advirtió.
Vargas calificó esta dinámica como “perversa” y llamó a salir de la inercia actual que, a su juicio, “nos está hundiendo”. Insistió en la urgencia de adoptar medidas globales y colectivas antes de que las consecuencias se tornen irreversibles.
“Tenemos las herramientas, pero no estamos haciendo el esfuerzo necesario. Es tiempo de actuar antes de que sea demasiado tarde”, remarcó Vargas.
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