La Paz, 27 de mayo de 2024 (ANF).- Los pacientes con cáncer del Hospital de Clínicas de la ciudad de La Paz se encuentran en incertidumbre desde hace más de dos meses por la falta de medicamentos e insumos que les impide recibir una atención oportuna. Entre los fármacos que escasean está la morfina que es crucial para tratar a los enfermos en etapa terminal, además, en ese nosocomio no hay el líquido de contraste que es necesario para que una persona pueda realizarse una tomografía, este estudio permite conocer la localización y el tipo de cáncer que padece el paciente.
Los pacientes oncológicos, que acuden al nosocomio miraflorino con la esperanza de hallar la cura a su enfermedad y alargar su vida, están desesperados por la falta de las medicinas. La mayoría de estas personas no percibe un salario mensual, se dedican al comercio informal para solventar los tratamientos. Sin bien en los últimos años, el Gobierno a través del Sistema Único de Salud (SUS) cubre las sesiones de quimioterapia y radioterapia, además de algunos medicamentos, no garantiza el acceso oportuno a esto servicios.
La presidenta de la Asociación de personas con cáncer y familiares de Bolivia, Rosario Calle, reveló a la Agencia de Noticias Fides, que los fármacos escasean desde hace varios meses atrás, poniendo en riesgo la vida de los cientos de enfermos del hospital. La morfina se receta a los pacientes en etapa terminal para aliviar el dolor que les causa la enfermedad, el fármaco no puede ser adquirido con facilidad en las farmacias porque se necesita una autorización especial del médico tratante.
“En el Hospital de Clínicas ni siquiera tenemos morfina, nos parece indignante. Hay pacientes que sufren de mucho dolor (…) no son dos o tres meses que no hay medicamentos, son varios meses (…) La morfina no es fácil de comprar, no te venden si no tienen boletas autorizadas o autorizaciones de los médicos. No en cualquier lado pueden comprar medicamentos, nuestros hermanos sufren, por lo menos deberían tener una muerte digna”, reprochó.
El panorama es desolador para los enfermos, algunos con los días contados. Cada día, la enfermedad socava la vida de los pacientes que solo quieren acceder a un tratamiento oportuno y de calidad, pero hay casos donde deben esperar más de dos meses por estudios de tomografía porque en el hospital no hay el líquido de contraste. Una de las pacientes afectadas es Raquel de 42 años, quien a principios del mes pasado de abril debía realizarse los análisis, pero sigue en lista de espera.
“Estoy esperando dos meses para mi tomografía”, relató a tiempo de señalar que batalla contra un cáncer cervicouterino desde agosto de 2023. Ya hizo siete de ocho sesiones de quimioterapia que le ordenaron los galenos. La tomografía que necesita es para verificar cómo va su estado de salud y cómo su cuerpo está respondiendo a las quimioterapias. Ese mismo estudio arrojará si necesita otro tipo de tratamiento, pero por ahora dice que solo le queda esperar.
“No hay liquido de contraste, le pido al Gobierno que priorice nuestra salud, nosotros necesitamos de su ayuda”, suplicó.
Calle agregó que incluso ya se suspendieron “varias cirugías oncológicas” por falta de los medicamentos e insumos. Responsabilizó a las autoridades del Hospital de Clínicas por la dejadez.
“Hay pacientes que tenían que entrar a cirugía, pero han suspendido por falta de insumo (…) aquí es la dejadez de parte administrativa del hospital que no han hecho los pedidos para estos medicamentos, dicen que han colocado en Sicoes pero desde hace cuánto tiempo”, cuestionó.
Lamentó la falta del líquido de contraste que varias pacientes requieren para acceder a las tomografías. Reveló que el líquido cuesta entre 700 y 850 bolivianos en farmacias particulares, costos que son elevados para la mayoría de los enfermos del nosocomio. También alertó que escasean medicamentos para tratar el cáncer de mama.
“Muchas hermanas necesitan hacerse tomografías, no hay. Los que han podido se han comprado, en farmacia cuesta 850 bolivianos, muchas no tienen recursos, también falta para cáncer de mama que son las pastillas que tienen que tomar todos los días y muchos que no hay en la farmacia”, señaló.
“Ya no tengo fuerzas”
Benicia (40) llegó de los Yungas, norte de La Paz, hasta la sede de gobierno hace una semana, con la esperanza de hallar alivio a su dolor. El cáncer llegó a su vida hace un año, ya realizó ocho sesiones de quimioterapia, pero aún no logra recuperarse. Desde hace tres semanas, su salud está bastante deteriorada, su delgadez y cara pálida la delatan a metros. Derrama lágrimas de dolor y desesperación porque hace días que espera recibir radioterapias.
Tiene cinco hijos de 17, 15, 9, 7 y 4 años. El primero es quien la ayuda con los gastos para sus pasajes y medicamentos. Su primogénito se dedica a cosechar coca y con el jornal que gana (entre 60 y 70 bolivianos) ayuda a sostener el hogar. Contó que desde el pasado domingo comenzó con sus trámites en el Hospital de Clínicas para recibir radioterapia, sin embargo, debido a sus bajas defensas, una infección y la falta de medicamentos no puede acceder al tratamiento.
Benicia en el patio de la Unidad de Oncología del Hospital de Clínicas. Foto: ANF
“Me (he) agarrado una infección, no me pueden atender. Tenía que hacer la prueba del Covid y me olvidé, desde el domingo en la tarde estoy caminado para que me programen, me han hecho laboratorios, pero no me pueden atender (…) Ya no tengo fuerzas, me da miedo hasta caminar, me duele mi estómago, no puedo estar parada y cuando me echo recién se pasa un poco el dolor”, dice con lágrimas, mientras se recuesta en el patio de Oncología.
El cáncer de Benicia es terminal y para aliviar el dolor necesita morfina, pero no puede acceder a ese fármaco en el hospital y tampoco tiene las posibilidades económicas para comprar porque el costo unitario de las tabletas oscila entre 15 y 20 bolivianos, lo único que puede hacer es reprimir los fuertes malestares que le causa la enfermedad que poco a poco le está quitando la movilidad de su cuerpo. Pese a su diagnóstico desalentador quiere vivir por sus pequeños.
“Espero sobrevivir algunos añitos más”
La vida de Santusa de 54 años cambió el 2022 porque se enteró que sobre la enfermedad. En un principio creyó que se iba a morir y que ya no tenía solución, por eso dejó pasar tres meses antes de iniciar con los tratamientos, pero sus cinco hijos le dieron la fortaleza para luchar por su vida.
“Cuando me he enterado, me he decepcionado grave, pensé que mi muerte iba a ser mañana. No sabía de los tratamientos y ahora algo estoy mejorando, espero poder sobrevivir algunos añitos más. Sé que el cáncer no tiene cura y tarde o temprano me voy a ir, meses me prestarán, hasta dónde avanzaré con el tratamiento de los médicos”, dice afligida.
Contó que en primera etapa le diagnosticaron cáncer de cuello uterino, logró hacer sus tratamientos, pero hace tres meses, los galenos le informaron que el cáncer hizo metástasis en sus pulmones.
“Ahora estoy batallando contra el cáncer de pulmón, tengo que hacer cinco quimios. Mi primer cáncer ya lo ha matado, pero tengo que seguir. Me faltan ampollas para mis quimios y he tenido que comprar, unito vale 120 y hasta 170 bolivianos, después faltan jeringuitas, mangueritas, no cuesta mucho, pero a veces no tenemos plata, no sabemos de dónde sacar y esas cosas son necesario para la quimio, sin eso no se puede hacer el tratamiento”, añadió.
La lista de medicamentos de Santusa, los fármacos en recuadro azul son lo que tuvo que comprar de forma particular.
“Así mal tengo que salir a vender para comprar mis medicamentos”, relató Santusa, quien desde hace 10 años se dedica a la venta de ropa interior en San Roque de la ciudad de El Alto, donde ambula por diferentes ferias con el fin de generar ingresos para sostener su hogar y solventar sus medicamentos.
“10 años ya vendo en la calle, mal o bien tengo que salir a trabajar, con eso nomás me mantengo, es el único ingreso que tengo”, afirmó.
Algunos de los medicamentos que otorga el Hospital a los pacientes. Foto: ANF
Según datos del Ministerio de Salud en la gestión 2023 el gobierno invirtió al menos 24 millones de bolivianos en la atención y tratamiento de los pacientes con cáncer.
Los reportes del Programa Nacional de Lucha Contra el Cáncer dan cuenta que entre 2016 y 2021 se registraron 59,382 casos en Bolivia, siendo los más frecuentes el cáncer de cuello uterino, cáncer de mama y próstata.
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