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Opinión

Un acuerdo sobre contrabando donde no están todos los que deberían estar

30 de Diciembre, 2024
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El contrabando es un mal que lacera la economía boliviana, ya que genera pérdidas fiscales significativas y perjudica a la industria nacional, debido a la competencia desleal.

La CNI estimó que el 2022, el contrabando fue de 3.331 millones de dólares, representando el 8% del PIB. La Zona Franca de Iquique (ZOFRI), es la fuente más importante de mercancías, que ingresan ilegalmente a Bolivia. La Fundación Milenio, calculó que el 59% del contrabando proviene de ésta zona. Los autos chutos y la ropa usada ejemplifican la magnitud del contrabando y lo perjudicial que puede ser, porqué es basura, que no ingresa a Chile, pero si a Bolivia.

Lamentablemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile sistemáticamente se negó a negociar un Acuerdo integral de cooperación aduanera, que permita hacer seguimiento, a las mercancías nuevas y usadas, que salen de ZOFRI. 

La mercadería sale de ZOFRI con el visto bueno de aduana chilena y tiene permiso para transitar por toda la primera región y por la zona de Arica Parinacota. El contrabando circula por éste corredor chileno, no más allá, hasta llegar a tres kilómetros de la línea fronteriza, hacen transbordo y entran a Bolivia. Es un sistema diseñado para favorecer el contrabando desde ZOFRI a Bolivia, que autoridades chilenas consienten.

ZOFRI fue establecida hace 47 años y desde entonces Bolivia se empeñó en abordar el tema del contrabando. En la agenda de los 13 puntos, el tema era el punto 5, “complementación económica”, que implicaba el desarrollo de un plan estratégico para la lucha al contrabando, el comercio y el turismo.

Con la presentación de la demanda marítima, las autoridades de la diplomacia de los pueblos, decidieron poner al hielo a Chile. El tiempo demostró que la decisión fue una irresponsabilidad, porqué postergó el abordaje de problemas comunes.

En julio del 2017, luego de 6 años, recién se retomaron los encuentros, con la XIII Reunión del Comité de Fronteras. La policía boliviana y su similar chilena convinieron, tener una reunión, para acordar un cronograma de reuniones en lo referente a lucha contra el contrabando, robo de vehículos y delitos transnacionales. Tener una sucesión de reuniones, para acordar solo la fecha de la próxima reunión, es algo inédito, que solo la diplomacia de los pueblos pudo lograr.

Nuevamente la demanda del Silala, postergó por 6 años cualquier encuentro, hasta que el 2023, se anunció, con fanfarrias, que se  acordó gestionar el apoyo de un organismo internacional para identificar las causas estructurales que facilitan el contrabando, desde ZOFRI. El requerimiento es como pedir expliquen la tabla de multiplicar del uno. Ya pasó un año y no se sabe nada del estudio.

Es claro que Chile no tiene voluntad de cooperar y que hábilmente postergó el abordaje de la problemática de ZOFRI. Todo ello, ante el cándido e ingenuo accionar de la diplomacia de los pueblos.

De pronto de golpe y porrazo la semana pasada se anunció la suscripción de un Acuerdo de Cooperación entre el Ministerio de Gobierno de Bolivia y los Ministerios del Interior y Seguridad Pública y de Hacienda de Chile. No fue divulgado el texto, solo hubo declaraciones que refieren que el Acuerdo, busca fortalecer acciones para la prevención e investigación del contrabando, a través de puntos focales y protocolos para el intercambio de la información, identificación, programación y ejecución de operativos conjuntos.

La escaza información, ya generan interrogantes, como: ¿por qué no encabezó las negociaciones aduana boliviana?, ¿no es acaso la entidad competente?, ¿por qué la coordinación y cooperación se reduce a instituciones policiales?, ¿acaso el Ministerio de Defensa, a través del viceministerio de lucha contra el contrabando, no tiene nada que decir?, ¿acaso no son las Fuerzas Armadas, a través del Comando Estratégico operacional, los que están en la lucha contra el contrabando?

Es una obviedad decir que quienes negocian deben ser las entidades competentes. Así lo hizo Chile donde además del Ministerio de Interior, también participó el Ministerio de Hacienda, que es quien ejerce tuición sobre aduana chilena. Es de suponer que el Ministerio de Economía y finanzas públicas de Bolivia, está ocupado en el rescate del modelo social, comunitario y productivo; pero Aduanas ¿por qué no participó? Es más, por ser éste un tema que involucra a varias instituciones y por la importancia ¿no debió encabezar las negociaciones cancillería boliviana?

Estas son solo algunas de las preguntas, que ojalá sean respondidas, pero la principal es: ¿éste Acuerdo podrá controlar el contrabando desde ZOFRI?

Intuyo que ¡no! y que el Acuerdo se resume a tener el whatsapp del Director de DIROVE (puntos focales) para mandar un mensaje que diga: “hermanito, tres vehículos han sido robados en Chile está semana; por favor, los ubicas y me los devuelves; y si no me avisas para que hagamos un operativo juntos. Gracias”.

El autor es economista y diplomático de carrera