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Opinión

Los solitarios de Bonn

18 de Noviembre, 2017
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CARLOS MIRANDA
Desde el 6 de noviembre se está desarrollando en Bonn la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente COP 23, que concluirá hoy. Es una cumbre sobre el Cambio Climático en la que se analizan los cumplimientos y expectativas del Acuerdo de Paris. Todavía no se tienen documentos oficiales de las reuniones, pero si se tienen noticias de acontecimientos que han sucedido, que deben ser conocidos.

El ambiente que domina la reunión es constructivo y de un sano optimismo. Este tono ha sido insuflado desde la inauguración del evento por el anuncio del gobierno alemán que ha donado 100 millones de euros para el Fondo de Adaptación al Cambio Climático de los Países en Desarrollo. Como lo indicó la Ministra de Medio Ambiente del Gobierno Federal de Alemania, esta contribución adicional es una señal de lo comprometido que esta su país con el Acuerdo de Paris y además un recuerdo de la responsabilidad de todos los signatarios del Convenio, que todos estamos embarcados en una lucha por salvar el planeta y que no existe punto de retorno. El Fondo de Adaptación al Cambio Climático de los Países en Desarrollo requiere $us 640 millones. La donación alemana hará posible que 39 proyectos puedan ser llevados a cabo, en África, Asia y Oceanía.

El optimismo que derivó del discurso inaugural, fue fortificado con el anuncio que estaba presente la delegación Siria muñida de todas las credenciales necesarias para ser partícipe del Acuerdo de Paris. Habiendo Nicaragua hecho lo mismo en Octubre, el 100% de países del globo terráqueo son signatarios del Acuerdo de Paris, hecho que no ha sucedido en ningún momento, en toda la historia de la humanidad.

La nota discordante la emitió el gobierno del Sr. Trump. La implementación del Acuerdo de Paris, requiere una actividad sostenida por largo tiempo y teniendo Bonn como lugar del secretariado se vio por conveniente el construir pabellones para los países importantes y grupos de países. Estos pabellones están destinados para que los países puedan tener reuniones separadas, entre sí o con otros organismos internacionales fuera del ámbito formal de las reuniones. China, Francia e Inglaterra ya cuentan con sus respectivos pabellones que están instalados en la zona de Bula cercana al área de reuniones de Bonn. Son edificaciones de plástico inflables en forma de iglúes que asemejan una gran aldea polar. El pabellón más grande es el destinado a USA que debía ser inaugurado durante la actual reunión. El gobierno del Sr. Trump rechazo el ofrecimiento indicando que no necesitaba ningún pabellón.

Este aviso fue el detonante para que una delegación no oficial, muchísimo más grande de la oficial que solo tiene 41 miembros, se haga presente el Bonn. Esta delegación está compuesta por 5 Gobernadores de Estados de USA, entre ellos California, representantes de 400 Alcaldías y de universidades, centros de estudio, grupos religiosos  enriquecidos con la presencia de varios de CEOs de grandes empresas privadas norteamericanas. En Bonn este grupo obtuvo gran publicidad y uniformemente manifestó que estaban seguros que Trump no podrá retirar a USA del Acuerdo de Paris y si lo lograra, se debe tomar nota que el sector que no está de acuerdo con la política del Sr. Trump es cada vez más creciente, tal es así que para contrarrestar la actitud oficial del gobierno norteamericano, ya se contaba con más de 1500 organizaciones en ese país y que además por la democracia del gobierno federal norteamericano todas las organizaciones de este frente adverso a Trump continuaran obedeciendo las directivas del Acuerdo de Paris. Este grupo ha inaugurado provisionalmente el pabellón de USA con un gran letrero que dice que “Continuaran en el Acuerdo” (We are still in).

En las reuniones internacionales los intermedios para tomar café son escenarios fértiles de información y coordinación. A raíz de lo sucedido, la delegación de USA ha ido quedando aislada, nadie quiere sentarse a tomar café con ellos. Lo curioso es que en Bonn hay otra delegación solitaria y es la nuestra. El problema del Tipnis  es de conocimiento global en estas reuniones e incluso ha sido objeto de una recomendación de Naciones Unidas de que no se proceda con trabajos en esa zona. Como la línea oficial para los funcionarios bolivianos es:”el Tipnis se hace o se hace”, nuestra delegación debe estar rehuyendo reunirse con otras porque tiene la voz embargada igual que la de los norteamericanos. En ese ambiente no sería raro que una delegación se anoticie de los problemas de otra y terminen finalmente tomando café en los intervalos de las reuniones formales, pero solo para comentar otros temas como la ausencia de Italia en el mundial de futbol. Será este tema u otros similares porque no quieren correr el peligro que sus intolerantes jefes máximos los acusen de espionaje.

Por Carlos Miranda Pacheco es ingeniero

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