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Opinión

La Iglesia y el Papa Francisco

3 de Mayo, 2025
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Es imposible no vincular estrechamente lo realizado por el Papa Francisco con la Iglesia Católica del Siglo XXI, pues el legado que nos deja es de sencillez, alta reflexión, compromiso, convicción y compromiso con la FE en Cristo y con sus enseñanzas. Basta con iniciar recordando lo que escribió el 2013 en Evangelii GaudiumLa alegría del Evangelio llena el corazón y la vida de todos los que se encuentran con Jesús. Quienes aceptan su oferta de salvación se liberan del pecado, la tristeza, el vacío interior y la soledad. Con Cristo, la alegría renace constantemente (#1). (focus pág.1)

Corresponde entonces preguntarnos ¿Cómo encontró Bergoglio a la Iglesia cuando asumió su pontificado? ¿Por qué su antecesor renunció? ¿Qué secretos se guardaban en la Catedral de Roma o en el Vaticano?

La Iglesia se ha destacado por ser una organización doctrinal y jerárquica, con un fuerte debilitamiento de la fe y actuaciones en muchos casos al margen de los valores humanos que son la base de su filosofía de amor y respeto al prójimo. En extremos, por un lado, los conservadores cerrados en pensamiento, sin apertura al mundo real y rodeados de séquitos y privilegios. En el otro, los que basados en el amor y las enseñanzas de Jesús salían a compartir, a dar palabras de aliento, a ayudar a los pobres y necesitados y a difundir la Palabra de Dios. Unos y otros dignos exponentes de su convicción y deseosos de mostrar dos formas de compartir con los miembros de la Iglesia, convivían.

Francisco fue dotado de un gran discernimiento que lo volcó a interpretar la realidad histórica de la Iglesia en el momento de iniciar su tan determinante responsabilidad e,  inspirado seguramente por el Espíritu Santo, escribió su primera “Exhortación Apostólica” que, según entendidos propios y ajenos, fue la clave para entender su pontificado. “El énfasis lo puso en la “evangelización” por ser la esencia, es decir la “misión” de la Iglesia. La interpretación del mensaje para miembros de la Iglesia fue que el nuevo Papa “lanza un llamado a volver a ilusionarse con la “misión” de la Iglesia, que es la “misión” que Cristo le ha dado, que es la Evangelización de anunciar con alegría que Cristo ha resucitado y es el Salvador.” (focus pág.2)

Su antecesor Benedicto XVI renunció, hecho no acontecido en la Iglesia en los últimos casi 600 años, pero sin duda una razón fue la principal “la crisis en la Iglesia y por ende en la Curia Romana”, La prensa y los críticos comentaban problemas sociales, de identidad, económicos y otros que nunca habían sido antes ventilados, o los que manifestantes en Europa divulgaron sobre escándalos de pederastia relacionados con sacerdotes. Todos llegaron al Pontífice, él los consideró tan críticos y se presume que no quiso enfrentarlos.  Sin embargo, es necesario recordar que también se dijo que el Pontífice quiso apartar a todos los encubridores de abusos sexuales, pero no lo logró. Todo lo que había acumulado la Iglesia durante muchos años fue investigado y marcó probablemente una de las crisis más graves de su historia y así lo entendió Ratzinger; por ello, consideró que la única forma de interrumpir el sistema instaurado desde hace décadas por quienes conducían la Curia Romana era renunciando, pues con esta decisión tenían que dimitir quienes manejaban esta instancia en el Vaticano. Él tenía muy claro porque tuvo que tomar esa decisión. La Iglesia a esas alturas del tiempo era más conservadora.

El Papa Francisco tuvo que encarar desde los inicios de su Pontificado, todo lo que no se había hecho en la Iglesia y para la Iglesia. La Iglesia de Roma vivía una crisis y muchos hechos y situaciones empezaron a divulgarse. Por ello, Bergoglio, tuvo que remitirse a la esencia de la filosofía de la Iglesia, por lo que es indispensable referirse al legado que deja para el mundo en general y para los católicos en particular. En Vatican News se lee: “Creo que el tema central de su pontificado fue la misericordia. Desde la misericordia podemos leer la cuestión del cuidado de la creación. Desde la misericordia podemos entender su lucha por la paz. Desde la misericordia podemos ver la sinodalidad. De la misericordia se desprende el cuidado que tuvo por toda la Iglesia universal. Él devolvió a la Iglesia el sentido primario del Reino de Dios: ser el reino de la misericordia, el reino del cuidado. Éste es el gran legado del Papa Francisco, fue un enorme tesoro. También en la cuestión de la misericordia se puede leer su solicitud por los pobres y los ancianos. Pero también se conoce continuos gestos encaminados a abrir una participación cada vez mayor de …..los laicos y de las mujeres dentro de la Iglesia.”

El Papa Francisco destacó por su ferviente acercamiento a los pobres y a los migrantes, buscó estar en permanente contacto con la gente, con los más necesitados, enfatizando que la Iglesia es para todos, para los pecadores, porque decía: “Jesús llama a todos y cada uno resuelve su relación con Dios como puede o como quiere. Pero Dios espera siembre.” E insistía en transformar la Iglesia a una que sale al encuentro de los necesitados del evangelio hasta un análisis de la dimensión social de la evangelización y el encuentro de Cristo. 

La evangelización, según el papa Francisco, debe comenzar con el mensaje sencillo y profundo del Evangelio: «Jesucristo te ama; dio su vida para salvarte; y ahora vive a tu lado cada día para iluminarte, fortalecerte y liberarte» (#164). Esta proclamación fundamental debe ser central en todos los esfuerzos de renovación de la Iglesia, y repetirse a lo largo del camino cristiano.  

Con la certidumbre que nos permite la fe, reflexionemos hoy sobre LA IGLESIA Y EL PAPA FRANCISCO y seguramente encontraremos el camino que más nos acerque al legado que nos dejó y a través de este, a las enseñanzas del evangelio y de Jesús.

El autor es administrador de empresas y Docente Emérito  de la UMSA