Para la historia de cualquier pueblo es necesario para su estudio, marcar hitos que le permitan tener una cronología de los hechos, para poder interpretarlo como consecuencia de las acciones humanas o causas de las mismas; por ello, Ronald Palmer (1983) trata de identificar los orígenes de las ideas de modernidad en Santa Cruz de la Sierra, que desde su perspectiva se iniciaron en mediados del siglo XIX, donde los cruceños comienzan a concebir la modernización como una forma de incorporarse Santa Cruz al mercado económico del atlántico, y al mismo tiempo, entendieron que la expansión del comercio estimularía la adopción de tecnologías e impulsaría una economía productiva.(Palmer, 1983)[1]
Partiendo de lo antes mencionado, una de las características de las conceptualizaciones de los cruceños posterior a la guerra del Chaco sobre la modernización, eran los cambios prácticos realizables con la ayuda de la tecnología disponible para la época, pudiendo ser sistematizados en once etapas por el autor antes mencionado; con la intención de resaltar el esfuerzo realizado por el pueblo cruceño, para salir adelante dentro de las dificultades que se les presentaron por diversas causas. La primera de ellas, era la visión que modernizar era equivalente a embellecer, donde solo se procuraba tener un aspecto estético como modernización de lugares públicos; luego se da la segunda etapa, conocida como el Plan Banzer donde se tomaba en cuenta la planificación urbana, mejora de sistema de transporte y obras públicas; la tercera etapa, era una profundización de la segunda ahondando en el sistema de alcantarillado, agua y pavimento de las calles, añadiendo un sistema de producción eléctrica.
Así mismo, la cuarto etapa fue la adhesión al Plan Bohan donde se asociaba la carretera a la expansión agrícola; la quinta etapa es la visión de la creación de un hábitat humana desde una planificación científica y la eficiencia económica dando una dimensión humanista a la planificación modernizadora; la sexta etapa transciende los servicios urbanos para una planificación regional con la zonificación de Santa Cruz; la siguiente etapa, la séptima es la Creación del Comité de Obras Publicas institucionalizando el debate en torno a los servicios urbanos, abriendo las puertas para el financiamiento y ejecución de proyectos urbanos.
De igual forma, la octava etapa denominada Plan Serrano donde se revisa las prioridades para la conclusión de los servicios urbanos, la producción de electricidad paso a ser objetivo prioritario; en la novena etapa, los movimientos cruceños concebían la urbanización en términos sociales, dando una visión diferente de los Cabildos donde se comienzan a ver como un medio de alentar la participación popular al margen de los partidos políticos; mientras que la décima etapa, la Comisión Techint representa una síntesis de las etapas anteriores y los diversos estudios con fundamentos técnicos que se habían realizado, tomando en cuenta la democratización y la dimensión humanista.
Por último, se expone la última etapa según Palmer (1983), donde los cruceños se adhieren al movimiento cooperativista para satisfacer las necesidades de los servicios urbanos de vivienda, comunicación y energía eléctrica, que sirvió como modelo de otras regiones de Bolivia. Todo lo antes descrito, aunque se halla sistematizado cronológicamente no fue lineal, porque existieron retrocesos entre una etapa y otra, conflictos de interés o visiones opuestas entre los cruceños, resaltando que los principales actores de la época coincidían en buscar el PROCESO de Santa Cruz y sus habitantes.
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[1]Palmer, Ronald B. (1983). Historia Boliviana: Los Conceptos de Modernización En Santa Cruz.
El autor es filósofo