"El Heartland mundial, dominado por grandes potencias, ejerce una gravitación inevitable sobre las tierras periféricas. Los estados menores, al borde de este imán, deben calcular cuidadosamente sus movimientos para no ser arrastrados a sus vorágines" Mackinder
La geopolítica de Oriente Medio está profundamente influenciada por la rivalidad entre Irán e Israel, dos naciones con enfoques diametralmente opuestos en materia de seguridad y defensa. Esta prolongada disputa alcanzó un nuevo nivel de intensidad el 7 de octubre de 2023, cuando Hamas lanzó un ataque sorpresa contra Israel, lo que llevó a este último a declarar el estado de guerra y a ejecutar una serie de operaciones militares masivas contra Hamas en la Franja de Gaza. El conflicto siguió escalando, y los días 17 y 18 de septiembre, Israel llevó a cabo una operación en la que detonó los buscapersonas y walkie-talkies del grupo Hezbolá en el Líbano y Siria, hiriendo y eliminando a varios de sus mandos medios. Posteriormente, el 27 de septiembre, un ataque aéreo israelí resultó en la eliminación de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, y varios de sus altos mandos. En respuesta, el 1 de octubre, Irán lanzó una ofensiva con 200 misiles dirigidos hacia Israel, lo que incrementó dramáticamente la tensión en la región. A partir de este contexto, surge la pregunta: ¿Cómo el desarrollo de este conflicto impacta en la seguridad y defensa en Latinoamérica?
La Agencia de Noticias del Atlántico Sur - MercoPress y The Media Line detallan cómo en 2022, Paraguay y Uruguay, con posible colaboración del Mossad, alertaron a las autoridades argentinas sobre la peligrosidad del avión y su tripulación. En sus informes mencionan que uno de los pilotos, Gholamreza Ghasemi, estaba vinculado a la Guardia Revolucionaria Iraní. También señalan que Israel, a través de su agencia de inteligencia, el Mossad, monitorea de manera activa la influencia iraní en América Latina.
El periódico The Times of Israel y el portal Infobae destacan la cooperación en seguridad y defensa entre Israel y Argentina, señalando que ha sido un pilar clave en sus relaciones bilaterales. Israel ha suministrado equipos militares y tecnología de vigilancia, además de participar en programas de entrenamiento en seguridad. Se prevé que esta colaboración se fortalezca aún más bajo el gobierno actual.
Este tipo de alianzas refleja cómo Israel está ampliando su influencia en América Latina, aprovechando su experiencia en tecnología y seguridad para reforzar las relaciones bilaterales frente a la amenaza de Irán y sus grupos aliados. A través de estas colaboraciones, Israel consolida una estrategia de defensa que combina superioridad militar y tecnológica, operaciones preventivas, inteligencia avanzada, diplomacia, disuasión nuclear y la construcción de alianzas regionales.
Por otro lado, según Radio Farda y el Middle East Institute, la alianza entre Venezuela e Irán, establecida durante el gobierno de Hugo Chávez y mantenida por Nicolás Maduro, ha sido estratégica en los ámbitos militar, económico y financiero. Esta colaboración ha permitido a Irán expandir su influencia en América Latina, utilizando a Venezuela como una base operativa para sus actividades, incluidas las del grupo Hezbolá.
El International Republican Institute y el Center for Strategic and International Studies destacan que Irán ha incrementado su influencia en América Latina mediante una combinación de alianzas políticas, económicas y culturales, fortaleciendo lazos con gobiernos afines como los de Bolivia, Nicaragua y Cuba. Esta estrategia ha facilitado la expansión de su presencia diplomática, y también la presencia del grupo Hezbolá, cuya actividad en la Triple Frontera (entre Argentina, Brasil y Paraguay) se ha vuelto crucial para financiar operaciones globales. Además, se sospecha que Irán ha intentado realizar operaciones encubiertas en la región, como podría ser el fallido plan para eliminar a empresarios israelíes en Colombia en 2021, lo que subraya el alcance de su agenda en el hemisferio occidental.
Irán busca proyectar su influencia en la región apoyándose en actores no estatales como Hezbolá, además de formar alianzas con otros actores. A través de este tipo de proxies, Irán extiende su alcance sin tener que involucrar directamente a sus fuerzas armadas, permitiendo desestabilizar a sus rivales. La estrategia iraní, entonces, se basa en una guerra asimétrica, utilizando milicias armadas y grupos ideológicamente afines para mantener la presión constante sobre Israel y sus aliados.
Este conflicto ha tenido un impacto significativo en la seguridad y defensa de Latinoamérica, una región que ha sido utilizada como base para operaciones encubiertas, evidenciando cómo este enfrentamiento puede extenderse al continente. Los recientes golpes de Israel contra Hezbolá, incluida la eliminación de su líder, Hassan Nasrallah, y el debilitamiento de la capacidad operativa de la organización, podrían reducir la influencia iraní en la región. Si bien esto podría debilitar las redes de apoyo y financiamiento de Irán en Latinoamérica, también existe el riesgo de que la región se convierta en un refugio.
Finalmente, los Estados pequeños, debido a su vulnerabilidad y limitados recursos militares, económicos y diplomáticos, deben evitar involucrarse en conflictos entre grandes potencias. El riesgo de ser utilizados como peones para servir a los intereses de países más fuertes puede llevar a que sean sacrificados o abandonados cuando dejen de ser útiles, sufriendo devastadoras consecuencias económicas y políticas. Involucrarse en estos conflictos puede, deslegitimar gobiernos, desestabilizar sociedades, y comprometer su neutralidad y autonomía, atrapándolos en alianzas impuestas. Por ello, actuar con prudencia es esencial para proteger su seguridad, estabilidad y economía.
El autor es ingeniero de sistemas