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Opinión

¿El euro es la solución para nuestro comercio exterior?

20 de Mayo, 2024
LUIS FERNANDO ROMERO TORREJÓN
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Ante la escasez de dólares americanos en nuestra economía, algunos sectores hablaron sobre la posibilidad de usar euros, sobre todo para el comercio exterior, al menos con el continente europeo, ya que, con la mayoría de las naciones del mundo, todo se maneja en dólares americanos. Comencemos partiendo que la Unión Europea, es uno de los bloques económicos más importante del mundo y es el principal socio comercial al menos de 80 países en diferentes continentes. En este sentido el euro es la segunda moneda de reserva más grande del mundo y la segunda divisa más negociada a nivel internacional después del dólar estadounidense.

Sin embargo, nuestro comercio exterior con la UE es muy limitado, con datos a febrero de 2024, el único país al cual exportamos un valor importante fue a Bélgica, por $us. 61,2 millones, luego Países Bajos con $us. 43,9 millones y el resto de los países el comercio es muy pequeño.

En cuanto a las importaciones con la UE, el volumen y el valor también es reducido. De enero a febrero 2024 con países como Alemania, España, Suecia, Italia y Francia, solo importamos por un monto de $us. 114,2 millones. Lo que compramos del resto de naciones miembro de ese grupo económico es muy bajo, sin peso importante en nuestro comercio exterior.

En este contexto se puede considerar viable usar el euro para nuestro comercio exterior, siempre y cuando se haga un acuerdo multilateral con la UE o con alguno de sus países miembros para que las transacciones comerciales sean con esta divisa. Sin embargo, se ha demostrado que el movimiento económico es pequeño. Si la finalidad es que aminoremos el uso y/o escasez de dólares, el efecto será mínimo. Además, dependerá de las exigencias y normas que establezcan de manera comercial y monetaria con la UE, que hasta el momento las transacciones de hacen en dólares. Finalmente, hay que recalcar que el tipo de cambio del euro respecto a nuestra moneda local es de Bs. 7,46 para su compra, por ende, es más caro que el dólar oficial pero más barato que el dólar paralelo. Pero su oferta y su uso en la economía nacional aun es muy bajo, por lo tanto, el euro no se avizora todavía como un sustituto del dólar americano

Todo lo anterior surge también ante la exigencia por parte del gobierno nacional a los exportadores del país de traer todos sus dólares generados por la venta de sus productos al exterior, inclusive responsabilizándolos de cierta manera por la falta de divisas en la economía boliviana. ¿Pero de quien es realmente la tarea de dotar la divisa americana? 

Es responsabilidad del gobierno nacional, mediante el Banco Central de Bolivia, garantizar la provisión del material monetario a las entidades financieras, tanto en moneda local como extranjera, en este caso dólares americanos. Más aun considerando que el BCB es el encargado de la política monetaria y cambiaria del país, que, bajo un tipo de cambio fijo, su función principal es mantener el mercado de divisas en equilibrio, que no se contraiga el poder adquisitivo del peso boliviano y preservar. 

En este sentido, desde febrero 2023, el BCB no pudo dotar de manera oportuna, y en las cantidades demandas, de dólares americanos a todos los agentes económicos del país, lo cual derivo en mucha incertidumbre, especulación, sobredemanda, y el fortalecimiento de un mercado paralelo del dólar que llego a cotizar hasta casi 10 bs por la divisa americana en algunas partes del país. Actualmente en el sistema financiero nacional es muy difícil comprar dólares, y hasta existe una especie de corralito bancario “no declarado”, ya que los ahorristas en esta divisa no pueden retirar sus depósitos, o si lo hacen, es mediante un plan de retiros a largo plazo y en monto pequeños, lo cual no cubre la necesidad de los mismos, que, en el caso de los importadores, significo un costo de oportunidad alto, ya que debían comprar dólares al tipo de cambio paralelo y pagar comisiones elevadas.

Por ende, la obligación principal de dotar dólares a la economía es del BCB, no de los exportadores, ya que no hay normativa al respecto, además al tratarse de actividades privadas, el destino de las divisas generadas por estas ventas al exterior es de libre disposición, bajo el criterio de libertad económica. Además, hay otras fuentes como la inversión extranjera, las remesas y la deuda externa, que en este caso esta última, es la fuente principal actualmente para financiar nuestro gasto público elevado, cada vez menos sostenible. Hay que tomar en cuenta que estamos pasando un ciclo de déficit comercial, de enero a febrero 2024 fue de $us. 295 millones, es decir, tampoco el sector exportador será la salvación, que inclusive en febrero nuestro país solamente exporto un monto de $us. 644 millones, lo que alcanzaría, si se destinaria el 100%, para cubrir parte de nuestro servicio de deuda externa y compra de carburantes, tomando en cuenta que tampoco todo lo que se vende al resto del mundo es solo de los exportadores privados.

En conclusión, ni el euro, ni los exportadores, ni el mismo Keynes o Adam Smith podrían solucionar esta escasez de dólares en Bolivia si es que no se hace un reajuste estructural en nuestra economía, si es que deseamos una solución a largo plazo, y la manera de administrarla. Para ellos se debería ir menos por lo político y más por lo pragmático, que, en una sociedad tan dividida y sumergida en una marcada polaridad ideológica, hace de esto un viaje cuesta arriba.

El autor es presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija