La CEPAL describe que los censos de población y vivienda son la fuente primaria más importante y amplia de información estadística. Dada su periodicidad es posible comparar los cambios en el tiempo y entre países ya que el levantamiento censal se realiza en fechas similares en casi toda América Latina y el Caribe.
Las Naciones Unidas (Nueva York-2010) configura un cuerpo de normativas traducidos en principios y recomendaciones para los censos de población y habitación, los 197 Estados del mundo deben observar al tratarse de estándares universales, con idoneidad y transparencia pública.
Veamos con rigor las más importantes características a ser tomadas en cuenta en la temática elegida con dimensión nacional en cada Estado: 1. Empadronamiento individual sin omisión de grupos sociales o sobredimensionamiento innecesario, 2. Universalidad dentro de un territorio definido respetando su estructura nacional, regional, departamental, municipal y comunidades étnicas, 3. Simultaneidad en su aplicación y 4. Periodicidad definida sin postergaciones que pongan en duda su seriedad.
Entre las características demográficas y sociales la cartografía debe recopilar datos sobre los siguientes aspectos: a) Sexo, b) Edad, c) Estado civil, d) Religión, e) Idioma y f) Pueblos indígenas.
En el tema de las características educativas debe contemplarse: a) Alfabetización, b) Asistencia escolar y tasas de deserción, c) Nivel de instrucción, d) Niños y adolescentes que trabajan y estudian (trabajos lícitos o ilícitos) y e) Grados de especialización y títulos educativos.
En referencia a las características económicas son esenciales recoger: a) Actividad económica de las personas, b) Situación laboral, c) Relación del empleo en función de las variables descriptivas, d) Ocupación, e) Rama de actividad, f) Categoría de empleo, g) Tiempo de trabajo, h) Subempleo por insuficiencia de horas, i) Sector institucional del empleo, j) Empleo en el sector informal, k) Lugar de trabajo, l) Situación en casos de discapacidad, ll) Productividad agrícola por cuenta propia, m) Avasallamiento de propiedad agrícola y n) Reducción de hectáreas de terreno en proceso de saneamiento.
¿Cuáles son los fines de los datos recopilados en el censo de población? Para el buen entendimiento de la población boliviana los fines son: a) Para la formulación de políticas de planificación y de administración, b) De investigación, c) Usos en el comercio, la industria y el trabajo, d) Uso para la delimitación de las circunscripciones electorales uninominales y plurales con criterios de densidad poblacional de residente permanente (una persona un voto), e) Uso como marco muestral para las encuestas, f) Corregir asimetrías en la autodeterminación indígena con poblaciones rurales y municipales y g) Distribución de recursos económicos a las autonomías departamentales y municipales en función de necesidades de la población total en el orden social, económico, salud, educación, turismo, seguridad y medio ambiente.
¿Cuáles son los fines del censo de habitación? Generalmente se aplican los datos recopilados para: a) Usos para preparar estadísticas de referencia sobre vivienda, b) Usos para formular políticas y programas de vivienda y c) Evaluación de la calidad de la vivienda y si cuentan con servicios básicos indispensables (agua, luz, alcantarillado, internet, wifi, etc., suministrado por el Estado o Cooperativas).
Destacamos que otra característica del censo de población y vivienda es generar estadísticas sobre zonas pequeñas y pequeños grupos de población con errores de muestreo nulos o mínimos. Si bien las estadísticas sobre las zonas pequeñas son útiles por sí mismas, son también importantes porque pueden utilizarse para obtener estadística sobre cualquier unidad geográfica arbitrariamente delimitada, como sirve también para reconstituir identidades poblacionales urbanas municipales que por interés político han sido incluidas en Autonomías indígenas originaria campesinas sin que exista ningún vínculo cultural inescindible y menos continuidad geográfica, por obra y gracia de Estatuto Orgánico aprobado por minoría por los auto prorrogados del Tribunal Constitucional Plurinacional (Verbigracia Estatuto Kereimbae Iyambae). Asimismo, sirve para desarrollar programas sostenibles de repoblación, por ejemplo, incentivando el turismo, la industria para el desarrollo económico y social, y así evitar la migración a las Capitales urbanas de departamento.
Dada la frecuente continuidad de los censos de población y habitación es valioso e indispensable dar una mirada al estudio comparativo de otros países, para identificar los temas elegidos calificados de esenciales y las características de organización y fines trazados.
En este orden de comparabilidad cualitativa, el XVIII censo de población y VII censo de vivienda realizado el 2018 en Colombia, consistió en contar y caracterizar las personas como residentes de la población nacional, así como las viviendas y hogares del territorio.
Fue el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) la institución responsable de la planeación, levantamiento, procesamiento, análisis y difusión de las estadísticas oficiales de Colombia. A través del censo Colombia obtuvo datos auténticos de primera mano sobre el número de habitantes, su distribución en el territorio y sus condiciones de vida.
En este país la información se presentó en tres categorías:
¿Cuántos somos? Representa la distribución de la población por sexo, grupos de edad (estructura de la población) y el porcentaje de personas (proporción) que tiene dificultades para realizar actividades cotidianas, así como las que saben leer y escribir, las que asisten a alguna actividad educativa en los departamentos y municipios de la región, nivel educativo avanzado, fecundidad por grupos de edad y promedio de hijos por mujer y si tienen seguro de salud. Comprende también, datos de migración interdepartamental en el último año, información sobre los extranjeros residentes en Colombia (sexo, edad, ocupación, nivel educativo); asimismo, inmigración internacional legal en los últimos cinco años y el último año. La información excluye a extranjeros ingresantes con pasaporte colombiano, salvo que haya cumplido con el procedimiento para residentes para extranjeros.
En respuesta a la pregunta el censo arrojó que en Colombia son 48.258.494 millones de personas. De las cuales el 51,2% son mujeres y el 48,8% son hombres.
¿Dónde estamos? Representa la distribución por ubicación geográfica de la población, los hogares y las viviendas en el territorio nacional (Cabeceras municipales, rural, disperso, centros poblados), así como el lugar de los residentes en los departamentos y municipios de la región. También se presentan los indicadores demográficos por departamento, la tasa de alfabetismo por departamento, el porcentaje (proporción) de migración interna por departamento.
En respuesta a esta pregunta en Colombia el 77,1% de la población vive el área urbana, en condiciones aceptables que garantizan la calidad de vida de las personas.
¿Cómo vivimos? Aquí se presenta el total de hogares y viviendas, su uso (residencial o mixto), su distribución por tipo (Casa, apartamento, cuarto, asentamiento étnico), el acceso a servicios públicos, de dónde obtienen el agua para preparar los alimentos; además, el porcentaje de personas (proporción) por hogar en los departamentos y municipios de la región, los tipos de hogar (unipersonal, nuclear, monoparental, extensos), y porcentajes de mujeres y hombres que son jefes de hogar.
En la República de Chile, el penúltimo censo de población y vivienda fue realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2017.
Los resultados indican que la población censada llegó al total de 17.574.003 millones de personas. De ellas, 8.601.989 (48,9%) son hombres y 8.972.014 (51,1%) son mujeres. El número de viviendas fue de 6.499.355 de las cuales 6.486.533 (99,8%) corresponden a viviendas particulares y 12.822 (0,2%) a viviendas colectivas. Esto refleja que entre 2002 y 2017, la tasa media anual de crecimiento de la población se ubicó en 1,0%.
En el censo de 1992, 6,6% de las personas tenía 65 años y más, pero en el censo de 2017 este grupo etario representó 11,4%. La relación de dependencia de los mayores aumentó, mientras en 1992 había 22,3 mayores por cada 100 menores de 15 años, en 2017 el número subió a 56,8% mayores por cada 100 mayores de 15 años.
Actualmente en Chile se viene desarrollando el censo de población y vivienda. Se inició el 9 de marzo y se extenderá por tres meses.
Por las características que reporta el estudio comparativo del censo de población y vivienda en Colombia y Chile, se advierte que en el primero el censo se realiza sagradamente cada diez años y en el segundo cada siete años. Ambos censos presentan una propuesta de sistematización de indicadores de calidad y otra relativa a indicadores de cobertura, sobre la base de informes de trabajo de campo y del censo de viviendas. Los logros obtenidos son valorados, a la luz de la calidad de los resultados. La periodicidad temprana en la información de datos preliminares es un ejemplo de esa calidad, que también se expresa en los datos finales por la metodología y técnicas innovadoras que aplican las entidades responsables.
El último censo de población y vivienda en Bolivia se realizó el 21 de noviembre de 2012. Conforme a la ley, el censo debió realizarse cada diez años; sin embargo, llevamos de retraso un año y cuatro meses, al programarse el censo para el 23 de marzo de 2024.
Esperamos que la boleta censal contenga los indicadores de población y vivienda y sus variables esenciales, que al menos permitan recoger datos para identificar con coherencia y transparencia la cantidad poblacional total del país, por departamentos, municipios, poblaciones o grupos rurales y comunidades indígenas; porcentajes reales por departamento para nuevo diseño de la representación política uninominal y plurinacional ante la Asamblea Legislativa Plurinacional; la tasa de crecimiento poblacional por edades; alfabetización; pobreza y extrema pobreza; niveles de educación; porcentajes de deserción escolar; religión que profesan; edades de niños y adolescentes que trabajan y estudian; en qué trabajan; migración interdepartamental; residentes extranjeros con pasaportes de su país de origen o boliviano; nivel de educación y de qué se ocupan; cuántas personas tienen viviendas particulares o departamentos; viviendas sociales; hogares para minusválidos y ancianos; la tasa de dependencia de grupos etarios; hospitales; viviendas en el área rural; el número porcentual de propiedades que sufrieron invasión a sus tierras por vía expansiva o del procedimiento de saneamiento de tierras y porcentajes de deforestación.
La evaluación de estos datos, entre tanto no afecten los inherentes a la personalidad de los bolivianos, respondan a un interés público y no se vean desvirtuados por la manipulación e interés político partidario como ocurrió en 2012, el censo de 23 de marzo ha de permitir generar estadística que sirva para que diferentes organismos públicos y privados del país planifiquen y tomen decisiones de política pública de desarrollo económico, bienestar social, empleo, salud, educación, turismo, vivienda, migración y seguridad privada y pública. Y, además, la distribución económica justa en función de densidad poblacional para los gobiernos autonómicos departamentales, municipales, Universidades y Comunidades indígenas.
Al epílogo del análisis, qué milagros podemos esperar si no se obra con el poder de Dios en el censo nada diáfano pero incierto, si en la etapa post censal se omite poder obtener en forma clara la información pública y oportuna de: cuántas son las personas que viven en las capitales de departamento, provincias y municipios con residencia permanente con ocupación laboral institucional pública, privada o trabajo informal precario; cuántos son los indígenas originario campesino que viven en su territorio comunitario ancestral o área rural y cuántos tienen la edad de 18 a 68 años cumplidos y mayores a esa edad; cuántos son los extranjeros que poseen pasaporte boliviano en los últimos 17 años y tres meses .Y, cuál la razón para que se haya omitido como indicador esencial la “Religión”, si Bolivia es un pueblo de fe cristiana.
La contribución prominente de Monseñor Percy Galván nos deja un mensaje divino cuando dice: “La religión no entró en el censo, pero la Iglesia Católica hará su propio sondeo”.
El autor es abogado constitucionalista y defensor de DDHH