
El Bloque de Unidad de la oposición que nació el 14 de diciembre del año pasado como una verdadera opción y mucha esperanza para la población en ser el verdadero contendor que logre sacar al masismo del poder, se desmoronó de manera estrepitosa en los últimos días por las diferencias personales entre sus dos principales aspirantes como eran Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina.
De acuerdo a encuestas públicas realizadas en anteriores días ni el uno ni el otro tiene un apoyo arrasador por parte de la población. Según la encuesta de Captura Consulting y difundida por la Red Uno; el primero tiene un 16% y el segundo un 17% de apoyo. Ambos no llegan ni al 20%. Incluso ni uniéndose logran alcanzar un 35% de apoyo. Y así de divididos quieren darse el lujo de sacar al MAS del poder. Tremenda aberración.
Saben que es su última oportunidad de aspirar a la silla presidencial, después de insistir por casi 30 años en conseguir dicho objetivo. En vista de que no hay renovación de líderes políticos y habiendo tenido 20 años para crearlo; hasta recién ambos se constituyeron en el “ni modo a que siga el MAS en el gobierno, hay que elegir a uno de ellos”. Pero están tan ciegos de poder que no han tenido una lectura correcta del sentir de la gente en este momento que les pide nuevamente como en 2019 y 2020 que la oposición tenga un solo candidato para las elecciones generales de agosto próximo.
Sin duda que sus problemas salidos a flote, les disminuyó el apoyo del electorado nacional que no quiere que el MAS continúe en el poder y exige un cambio de 180 grados en el gobierno nacional. Ante la mirada de la opinión pública quedaron como unos simples chiquillos sin madurez política a pesar de los 60 años y más que llevan encima sus espaldas ambos precandidatos.
La fractura del Bloque de Unidad de la oposición no favorece a ninguno de los dos. Lo único que hizo es encabronar a la gente porque esa esperanza que se veía en ellos para conseguir ese cambio deseado de ver fuera al MAS del poder, se fue como el agua entre los dedos. Sin duda eso hará que el masismo en este momento esté frotando las manos de alegría porque al ver dividida a la oposición le permite fortalecerse para mostrarse ante la ciudadanía como la única opción para seguir gobernando el país.
Con esta fractura de la oposición, incluso el MAS no necesitaría ni hacer fraude electoral porque el camino para ganar en las elecciones generales de agosto venidero está tendida la alfombra para que vuelva a vencer sin rival alguno que se le presente. Otra vez la inútil oposición que tenemos está preparando la bandeja de oro para que el oficialismo siga detentando el poder por otros cinco años más. Pobres incrédulos quién los entiende.
Llego a la conclusión que el MAS nunca tuvo una oposición política de verdad en estos casi veinte años de gobierno. La poca y falsa oposición que se vio por ahí nunca hizo el intento de verdad para unirse, todo lo que nos hicieron ver solo fue un show montado para “el qué dirán”, cuando en el fondo siempre fueron funcionales al masismo. Ejemplo claro, la fractura reciente del falso Bloque de Unidad opositor.
Las actitudes torpes y mediocres de Tuto Quiroga y Samuel Doria Medina, solo demostraron que piensan en sus intereses personales y no en el país. Con lo hecho ninguno de los dos llegará a la silla presidencial porque la gente se desencantó con ellos; porque mintieron, engañaron y se burlaron del electorado que en cierto momento mostraron su confianza y apoyo para ambos.
Lo sucedido en el mal llamado Bloque de Unidad de la oposición los dos son responsables. Y que no nos vengan con el cuento de que él o aquel tiene la culpa. Lo que no entienden hasta ahora dichos señores, es que una gran mayoría de la gente no quiere ver al MAS de nuevo en el gobierno central, porque ya se cansaron y ya se hastiaron con más de lo mismo.
La única salvación será el voto consciente que hará la ciudadanía en agosto, para eso deberá concentrar el voto en otra opción electoral que permita la no continuación del MAS en el poder. Tuto y Samuel deben ser descartados porque se aplazaron sin opción al desquite, además, lo hecho en estos días los hace ver como traicioneros y enemigos de la democracia y la patria.
El autor es comunicador social