Cochabamba, 06 nov (ANF).- El Padre General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, SJ, afirma que la misión es una responsabilidad y tarea de todos, pues, es una “misión de Dios” y los jesuitas, los consagrados y los colaboradores, debemos ayudar de la mejor manera.
Las afirmaciones del Superior de los jesuitas fueron realizadas en el encuentro que sostuvo con los colaboradores de estas obras, cumplido este martes en la ciudad de Cochabamba, durante el cual agradeció a las personas que trabajan y son parte de éstas.
Es una “missio Dei” señala el Papa Benedicto XVI, y la misión de Dios también fue amplaimente debatida por los Superiores de diversas Órdenes religiosas.
En ese marco, “tenemos que ver la misión con toda la amplitud con que Dios la ve”, remarca el Padre General, dejando en claro e insistiendo en que la misión no es misión que la mandan los jesuitas, sino una misión encomendada por Dios.
Y la Compañía de Jesús está para ayudar en lo que se pueda, pero haciendo una mejor labor desde los distintos puestos donde están los consagrados y los colaboradores, pues, “todos somos apóstoles”.
“Dios trabaja en el corazón de todos sin ninguna excepción”, inclusive en los no creyentes, no cristianos como los japoneses o en Asia, pues, “está clarísimo que Dios está trabajando en el corazón de otras personas”, remarca.
“Entonces la misión ya no la decidimos sólo nosotros jesuitas, sino Dios, porque se trata ya de una visión de qué es lo que Dios quiere”, subraya.
Asegura, además que San Ignacio de Loyola siempre se refiere a “esta mínima Compañía”, y esto no precisamente por el número, sino “porque siempre será mínima porque la misión siempre será muchísimo más grande” en cualquier área en la que trabaje.
“Yo creo que es la esencia de la Compañía el entendernos como mínima Compañía”, remarca el Prepósito jesuita al insistir en que “aunque tuviésemos 10 veces más jesuitas la misión siempre será grande”.
El padre Nicolás dejó en claro que es un paso más que se está dando y es reciente, de este año. Y como es Dios que origina la misión, entonces se vuelve también al origen de San Ignacio que comienza viendo la Santísima Trinidad, remarca.///JTI///
