La Paz, 24 Abr. (ANF).- Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido de los carros puede provocar insomnio, dificultad en el aprendizaje de los niños e incluso ataques al corazón. Es por ello que el último miércoles del mes de abril de cada año se celebra el Día Internacional de Concientización sobre el Ruido, que tiene el propósito de promover el cuidado del ambiente acústico, la conservación de la audición y la concienciación sobre las molestias y daños que generan los ruidos.
El municipio de La Paz no es la excepción en cuanto este problema constante, que hasta ahora no tiene solución, toda vez que la contaminación acústica en las calles y el molesto ruido que generan las bocinas de los miles de vehículos a causa de los embotellamientos en las diferentes vías la urbe paceña, afecta a la ciudadanía en general.
Es por ello que la Dirección de Gestión Ambiental de la Alcaldía de La Paz, sumándose a la campaña del 30 de abril pretende a través de diversas actividades generar conciencia entre los conductores y los peatones acerca del correcto uso de la bocina y de los daños que causan los altos niveles de ruido incesante que imperan en los centros comerciales y calles.
Para esta campaña se tiene previsto se impartan charlas informativas a los choferes de los diferentes sindicatos, así como a los ciudadanos sobre los daños del uso indiscriminado de la bocina, además se desplegará en las calles brigadas de voluntarios compuestas de estudiantes, universitarios y de las conocidas cebras, que buscarán entre la gente generar reflexión mediante carteles educativos.
“Queremos sensibilizar a los conductores a que no se toquen la bocina, hay mucha gente que trabaja en el centro y son los más afectados desde el comerciante hasta los colegiales e incluso los más afectados son los mismos choferes, quienes deben estar todo el día tras el volante”, señaló el director de Gestión Ambiental, Rubén Ledezma.
El máximo permisible de decibeles para el oído humano es de 65, sin embargo, la emisión sonora en el centro de la ciudad de La Paz llega hasta los 75 decibeles, al respecto, Ledezma señaló que en los días de la campaña el ruido de las bocinas disminuye y sólo por ese día se llega a los límites permisibles, pero que pasada la campaña la historia se repite.
En un trabajo realizado por el municipio se han identificado dos zonas de alta sensibilidad en la urbe paceña: La primera que va desde la calle Ingavi, Sucre y Montes hasta la Plaza Isabel La Católica; lugares donde se concentran bastantes unidades educativas.
La segunda zona de alta sensibilidad comprende el Complejo Hospitalario de Miraflores por la zona del estadio Hernando Siles y el Hospital Obrero. “Lo que se espera es ir restringiendo el uso indebido de la bocina en estas zonas, aunque es un trabajo que llevará bastante tiempo”, sostuvo Ledezma.
El Código Nacional de Tránsito en su artículo 20, inciso a, prohíbe el uso de la bocina durante la noche y en el día, pues recomienda que debe ser usada en casos de emergencia. Mientras que el artículo 142 considera como una infracción de tercer grado el uso indebido de la bocina.
En un sondeo realizado por ANF a seis choferes del transporte público, se hace evidente el desconocimiento de la norma en vigencia. Los hombres del volante han señalado que tocan la bocina sólo cuando es realmente necesario y para evitar un accidente, pero que por lo general evitan su uso. Sin embargo, dijeron que les molesta el constante ruido que generan las bocinas a su paso por las diferentes arterias de la urbe paceña.
De los entrevistados sólo uno tenía conocimiento de que no se debe tocar bocina en horarios nocturnos y ninguno había escuchado de la campaña a realizarse el 30 de abril referente a la Concienciación sobre el Ruido en las calles paceñas.
Por otro lado, doña Elsa, una comerciante gremialista que tiene su puesto de venta en la calle Loayza, señaló que se encuentra en su puesto de venta desde las 08.00 hasta las 18.00 horas y se retira a su casa con basta stress a causa del constante ruido que debe soportar día a día, sobre todo de las bocinas de los vehículos.
Wilson, quien también tiene su puesto de venta, señaló, a diferencia de doña Elsa, que ya está acostumbrado al ruido y a las bocinas, que de un tiempo a esta parte dejaron de generarle dolores de cabeza.
//KRQ/jlz//