![Agencia de Noticias FIDES](/assets/img/logo/default-logo-whiteC.png)
La Paz, 22 de diciembre de 2022 (ANF). – En el sexto día de protesta de los trabajadores sindicalizados de la empresa Pollos Copacabana en La Paz se generó un cruce palabras entre los que piden trabajar y el personal de planta que cumple una medida de presión exigiendo el respecto a sus derechos laborales.
A mediodía de este jueves, trabajadores que protestaban en la sucursal de las calles Loayza y Socabaya de la ciudad de La Paz se enfrentaron a gritos y acusaciones con los presuntos administrativos mientras se escuchaban arengas de: ¡queremos trabajar! !queremos trabajar! En el lugar se encontraba la Policía para evitar agresiones.
El secretario de conflictos de la Federación de Fabriles de La Paz, Marco Antonio Mamani, acusó a los que pedían trabajar de cobrar entre 12.000 a 15.000 bolivianos, razón por la que supuestamente no se sumaban a la medida de presión. Advirtió que no cesarán las protestas hasta que sean atendidos.
“Los que están adentro (de las instalaciones de la sucursal) son los compañeros que ganan arriba de los 12.000 a 15.000 bolivianos y los compañeros que están afuera (protestando) ganan entre 3.000 y 4.000 bolivianos, son quienes están luchando por sus derechos laborales, los que están adentro son los administrativos”, declaró Mamani.
El dirigente explicó que la protesta de los trabajadores exige el respeto a sus derechos laborales y esa vulneración data desde hace varios años, por ejemplo, la empresa no estaría pagando horas extras, bonos y les habría quitado sus vacaciones durante la época dura de la pandemia. Dijo que no temen a ser despedidos.
“Los paros de brazos caídos son legales según la Constitución Política del Estado; entonces, no pueden ser despedidos nuestros compañeros”, declaró.
Mediante un comunicado, la empresa Pollos Copacabana niega las acusaciones sobre deudas con la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), asegura que el pago de salarios y beneficios son de acuerdo a la ley.
A las 19:00 de este jueves, la sucursal del Prado continuaba con las puertas cerradas, mientras que los trabajadores armaron un par de carpas en las puertas.
/ANF/