Precariedad del trabajo de las mujeres incrementa la pobreza.
La Paz, 10 de octubre (ANF).- En Bolivia, siete de cada 10 mujeres están insertas en un trabajo vulnerable, lo que significa que no reciben remuneración por su trabajo, se desenvuelven en actividades por cuenta propia o sobreviven en el subempleo.
Los indicadores del país dan cuenta de una alta precariedad en comparación con los índices para América Latina y el Caribe que, en promedio, registra un 30% de empleo vulnerable.
Según el informe, la precariedad laboral tiene impacto directo en el índice de feminidad de la pobreza, que en Bolivia se ha incrementado de 105 a 119 mujeres por cada 100 hombres pobres.
“Cuando hablamos de empleo vulnerable, no se incluye el trabajo doméstico sino el trabajo no remunerado o por cuenta propia fuera del hogar”, explicó Natasha Loayza de ONU Mujeres, quien lamentó que en Bolivia no se cuente con un panorama completo de la situación del trabajo de las mujeres, “y tampoco respecto al trabajo que las mujeres desarrollan dentro del hogar, el denominado trabajo doméstico no remunerado”.
Según el informe, los mayores avances se han registrado a nivel de la participación política de las mujeres pues Bolivia casi duplica (53%) la proporción de escaños parlamentarios ocupados en comparación con los que ocurre a nivel de América Latina y el Caribe (28%).
El informe sobre el Estado de Situación de la Mujer en Bolivia presentado por ONU Mujeres, señala que sólo el 10,4% de las mujeres trabaja en el sector de la industria, que incluye la minería, la explotación de canteras, la fabricación, la construcción y los servicios públicos.
El investigador Boris Branisa, explicó que el estudio se realizó en base a información comparada disponible, “en algunos casos los datos más recientes en Bolivia datan del 2008, en otros del 2013 y los menos del 2015” situación que ha dificultado el análisis de la situación del país con respecto a la región.
En materia de educación, Bolivia reporta el incremento del 5,4% a 7% del gasto público, una tasa de alfabetización del 98,8% de las mujeres de 15 a 24 años y un 98,4% de permanencia en la escuela de niñas hasta el quinto grado.
En materia de salud, Bolivia duplica las tasas de mortalidad infantil (34,7) en relación a la media para América Latina y el Caribe (16,2) por mil nacidos vivos, registra una de las más altas tasas de mortalidad materna (206) frente a un promedio regional de 67 por 100 mil nacidos vivos.
En relación a la tasa de fertilidad, los datos muestran que en Bolivia ha disminuido de 4 a 3 el promedio de hijos por mujer, aunque la tasa de fertilidad deseada es de 2 hijos por mujer como ocurre en el promedio regional, lo que se atribuye a un bajo nivel de acceso a métodos anticonceptivos (34,6%) muy por debajo del promedio para América Latina y el Caribe (50%).
En materia de violencia ONU Mujeres lamenta que no existan estadísticas actualizadas y confiables y asegura que los datos disponibles al 2008 advierten que una de cada cuatro mujeres de 15 a 49 años reportó violencia física y sexual.
Loayza concluyó que el recuento general de la información da cuenta que “hay avances relativos en relación a otros países, avances importantes en comparación con los indicadores nacionales de años anteriores, pero en general el informe da cuenta que existen muchos desafíos pendientes, especialmente si vemos a Bolivia en el contexto regional”.
Dijo que si bien "contar con datos no va a cambiar la vida de la mujeres, tampoco vamos a poder cambiar su situación de vulnerabilidad y discriminación si no contamos con información confiable y actualizada".
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