Uno de los destrozos que dejó la lluvia en Puerto Geralda. Foto: Cortesía
La Paz, 6 de marzo (ANF). – Sin luz y sin una carretera principal que les
permita desplazarse se encuentran unas 60 familias de Puerto Geralda en
Trinidad, Beni, desde hace un año cuando la crecida del río Mamoré anegó el
pueblo y hasta ahora no tienen respuestas de las autoridades. Los habitantes
imploran por la ayuda del Gobierno.
La
corregidora de la comunidad, Consuelo Morales, en entrevista con la ANF relató
que debido a las lluvias que afectaron el 2021 a esa localidad, la vía
principal que les permitía salir del pueblo
hasta otras zonas está inaccesible debido a los destrozos, lo que les
impide trasladarse de un lugar a otro, e incluso los maestros que dictan clases
presenciales en el lugar no pueden llegar hasta el sitio por las dificultades
del camino que ahora empeoró por las precipitaciones.
Morales
señala que la mayoría de los habitantes con machetes y hachas intentaron
despejar la vía, pero aún así no se facilita el tránsito de los vehículos.
Pidieron a la alcaldía de Trinidad y la Gobernación ayuda, pero solo recibieron
respuestas negativas.
“Ellos
nos dicen que no hay plata, incluso nosotros los comunarios hemos salido a
limpiar el camino con machetes y hachas, pero hay árboles grandes que han caído
y no podemos moverlos. Quisiéramos pedirles a las autoridades que nos ayuden,
que vengan con maquinarias y habiliten el camino”, afirmó.
La vía que quedó instrasitable y con árboles caídos en la comunidad.
Aseguró
que Puerto Geralda no tiene un centro de salud cercano y para que las personas
de la tercera edad y los niños reciban atención médica deben caminar más de
cinco kilómetros en busca de profesionales en salud.
Otra
de las preocupaciones de la comunidad indígena es la falta de energía eléctrica,
ya que según contó la corregidora el 2021 el poste de luz que les distribuía la
electricidad fue arrastrado por el caudal.
“Estamos
sin luz, el poste de nuestros cables también
ha sido llevado por el río junto con nuestra carrera el año pasado en febrero”,
indicó a tiempo de alertar que las últimas lluvias que registran está gestión
amenaza con anegar unas seis viviendas
que están a 100 metros del río.
“Estamos
preocupados, hay 36 viviendas, seis están en peligro de que se lo lleve el río
están casi a 100 metros de distancia, pero el agua crece cada día y estamos muy
preocupados. Las autoridades no nos hacen caso”, señaló.
La crecida del río sigue amenazado a la comunidad indígena.
Pedido
La
corregidora imploró ayuda al Gobierno central debido a que el municipio de
Trinidad y la gobernación del Beni hacen oídos sordos a sus reclamos y
alertas.
“Hemos
llevados solicitudes, pero nos han revocado todas, no nos escuchan. Estamos
preocupados, el año pasado se han comprometido incluso el alcalde Cristian
Cámara dijo que nos iba reponer la carretera, pero no hay nada hasta ahora”,
afirmó.
También
reveló que el único centro educativo que alberga a los estudiantes está en “pésimas
condiciones”, la infraestructura tiene goteras en el techo y los maestros que
llegan desde Trinidad se las ingenian para atravesar la carretera en mal
estado.
“Hemos
mandado cartas porque nuestra escuela está en pésimas condiciones, ya están
pasando clases semipresenciales y los maestros llegan de Trinidad como pueden.
Hay mobiliario, pero hay filtraciones por las lluvias que están afectado al
techo que se está cayendo y los murciélagos también nos están atacando”, dijo.
La
corregidora suplicó por ayuda para los indígenas que viven a orillas del río
Mamoré. “Por favor pedimos la ayuda de las autoridades, hemos esperado ayuda un
año y no hay nada, lo púnico que saben decir es que no hay plata los de la
gobernación y la alcaldía. Nos dicen que no hay plata, pero nosotros
necesitamos nuestra carretera para salir afuera, estamos aislados”, dijo.
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