La Paz, 29 de julio (ANF).- En octubre del año 2000 se produjeron
fuertes protestas de cocaleros de la zona del Chapare. El teniente de Policía David Andrade, de 26 años, su
esposa Graciela Alfaro, de 19, además de los sargentos Gabriel Chambi y
Silvano Arroyo, murieron después de haber sido secuestrados por los
cultivadores de coca.
Los militares estaban encargados de la
erradicación de cultivos y ello generó la reacción de los cocaleros, que
luego los torturaron y mataron, según reconocieron los acusados.
Las
investigaciones señalaron que el teniente murió por un picotazo en la
cabeza y que a su esposa le cortaron los senos y la violaron antes de
matarla.
Según información aparecida en el diario
Los Tiempos de la época, Nancy Fernández, una supuesta testiga de los hechos, aseguró en 2003 que el entonces
dirigente cocalero Evo Morales ordenó la muerte de los esposos Andrade.
Recientemente,
el periodista Humberto Vacaflor señaló el programa Encontrados del
Canal Católico, que dirige el periodista Gonzalo Rivera: "lo terrible es
que asesinaron a una pareja, ¿no? Los cocaleros, por orden de Evo
Morales".
Ello motivó al Primer Mandatario a iniciarle un proceso
penal por difamación. La demanda asegura que en las afirmaciones
de Vacaflor "se pueden verificar apreciaciones y alusiones difamatorias,
calumniosas e injuriosas".
El año 2003
declaró ante la Fiscalía Fernández, entonces de 16 años, sobrina del principal acusado del caso, Crisóstomo Rodríguez.
La
joven identificó a Morales y a la dirigenta cocalera Margarita Terán
como los supuestos autores intelectuales de las muertes. Según el testimonio de
Fernández, el entonces diputado llegó al lugar de los hechos y habría dicho: "Háganlos desaparecer para
mi vuelta o hagan lo que quieran (…). Ahorita soy capaz de matar a
estos tipos que están adentro”.
Nunca se pudo confirmar la
veracidad de esas acusaciones y los abogados de los sindicados las
rechazaron fehacientemente. Morales denunció que se trataba de
una “declaración inventada”, promovida por el Gobierno de ese tiempo
para “desacreditar al movimiento cocalero”. El proceso fue cerrado por falta de pruebas.
Por
esa acusación, Morales fue expulsado del Parlamento en 2002, pero
retornó a sus funciones tras un fallo judicial que declaró que la
acción, promovida por el presidente de entonces, Jorge Quiroga, había
sido ilegal.
Admisión de los autoresLa
sobrina de Crisóstomo Rodríguez denunció ante la Fiscalía que su tío,
además de Marcelino Vargas, Wilson Ramos, Florián Nina, Guido Vargas,
una persona de apellido Almanza y Marcelo, apodado Mokotaki, fueron los
responsables del asesinado de los cuatro secuestrados.
Contó que
Graciela Alfaro fue violada delante de su esposo, a quien golpearon
salvajemente. Luego fue asesinado Andrade y su esposa, según el relato,
observó aquello. Finalmente le habrían cortado los senos con un cuchillo
mientras ella pedía clemencia; después la asesinaron. Los dos sargentos murieron después.
Marcelino
Vargas confesó su participación en el
asesinato junto a otros implicados, aunque dijo que Rodríguez fue quien motivó
las muertes. Agregó que Wilson Ramos había identificado a Andrade
como un "conocido volteador" de droga.
Ante la Fiscalía también
declaró la esposa de Rodríguez, Delfina Flores, quien reconoció que su
esposo llegó con su polera manchada de sangre después del asesinato.
El
propio acusado, Crisóstomo Rodríguez, admitió haber estado en el lugar
de los hechos, pero expresó que fue Ramos quien cometió los delitos y
que él solamente ayudó a cavar una fosa y a enterrar los cuerpos.
/RPU/