La Paz, 19 de noviembre de 2024 (ANF).- La reunión de esta mañana entre los gobiernos de Bolivia y China duró menos de 25 minutos en Brasil; el presidente boliviano, Luis Arce, dijo que el encuentro fue fructífero.
Esa cita fue calificada como histórica por los medios estatales y despertó bastante expectativa, por lo que significaría el encuentro entre uno de los presidentes más poderosos del mundo y el mandatario boliviano.
Sin embargo, se evidenció que China no le hizo un importante tiempo en su agenda a Bolivia, porque la reunión comenzó a las 09.23, hora boliviana, y terminó a las 09.45.
"Hoy en Brasil, en el marco de la Cumbre de Líderes del G20, sostuvimos una grata y fructífera reunión con el hermano presidente Xi Jinping", dijo Arce a través de sus redes sociales.
El encuentro comenzó con el ingreso rápido de ambas delegaciones al salón de reuniones, donde los chinos y bolivianos estuvieron frente a frente, separados por al menos tres metros. Inmediatamente, el presidente chino hizo uso de la palabra leyendo un documento en su idioma, luego se puso un audífono para escuchar la réplica del mandatario boliviano.
La seguridad del encuentro evitó que se transmita por el canal estatal todo el diálogo. Se desconoce cuántas intervenciones más tuvieron los chinos y bolivianos, pero el encuentro terminó en aproximadamente luego de 20 minutos.
A las 09.40, ambas delegaciones ya se levantaban de sus sillas y comenzaron a salir del salón.
El gabinete boliviano que acompañó a Arce estuvo compuesto por la canciller Celinda Sosa, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, el ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, el presidente del Banco Central de Bolivia, Edwin Rojas, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, entre otros.
De momento, se desconoce qué temas puntuales abordaron y a qué conclusiones arribaron. Se espera que el primer mandatario brinde un informe sobre la reunión.
Por el perfil económico del gabinete, no se descarta que Arce haya pedido ayuda a China para superar la actual crisis económica y de carburantes que atraviesa su gobierno.
En varias oportunidades, Arce se mostró favorable a que China y Rusia se hagan cargo de la explotación del litio boliviano. Es más, los contratos evaporíticos celebrados hasta el momento son con empresas de esos dos países.
Entre tanto, China sigue impulsando su proyecto geopolítico mundial denominado “La ruta de la seda”, un programa muy cuestionado por su carácter hegemónico en el comercio mundial y de sometimiento a algunos países a los que ayudó económicamente.
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