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Derechos humanos

Alza de precios y reducción de raciones afectan a internos; Defensoría alerta sobre posibles conflictos

Internos del penal de San Pedro dieron testimonio de la realidad dura que les toca vivir, y que cada día se agudiza más por la falta de alimentos. Julio, uno de los privados de libertad, relató que la crisis se siente “muy fuerte” dentro del
15 de marzo, 2025 - 13:43
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Foto: Ministerio de Justicia
Foto: Ministerio de Justicia
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La Paz, 14 de marzo de 2025 (ANF).- La crisis económica que atraviesa el país, marcada por el alza descontrolada de los precios de los alimentos, golpea a los privados de libertad. En la cárcel de San Pedro, en La Paz, los internos denuncian una drástica reducción en las raciones de comida, lo que viene agudizando el hambre y el malestar entre la población penitenciaria. La Defensoría del Pueblo, a través de su Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT), alertó sobre el riesgo de que esta situación derive en conflictos al interior del penal.  

Juan Luis Ledezma, coordinador del Mecanismo, dependiente de la Defensoría del Pueblo, expresó su preocupación por la situación y los problemas estructurales que afectan a las cárceles del país.

“Esta es una foto de privados de libertad que están pidiendo comida en las cárceles; nosotros, desde el Mecanismo Nacional de Prevención y nuestra alianza con la sociedad civil, queremos alertar al Estado boliviano de que esta situación puede escalar en conflictos al interior de las cárceles”, afirmó Ledezma en un acto público en el que presentó, junto a instituciones de la sociedad civil, a propuesta enfocada a frenar y reducir el crecimiento de la población penitenciaria, mejorar las condiciones de vida y la seguridad en las cárceles.  

Ledezma hizo un llamado urgente para encontrar soluciones a problemas estructurales que afectan el día a día de los internos. “Es importante que encontremos una solución pronta a problemas estructurales, que influyan en el cotidiano de la gente”, subrayó.  

Internos del penal de San Pedro dieron testimonio de la realidad dura que les toca vivir, y que cada día se agudiza más por la falta de alimentos. Julio, uno de los privados de libertad, relató que la crisis se siente “muy fuerte” dentro del penal. 

“El prediario ya no alcanza para nada, ya no cubre nada, y los dirigentes no quieren reclamar, tienen miedo, y así no más estamos aguantando”, denunció en contacto con ANF. Según Julio, los internos solo reciben cena dos veces a la semana, y el resto de los días deben buscar cómo alimentarse. “Diría que en la cárcel se come solo una vez al día”, lamentó.  

El prediario para los privados de libertad se mantiene en 8 bolivianos desde 2015, sin que haya recibido un reajuste pese a la inflación de los últimos años.

Además, Julio destacó que la crisis también afecta a las familias de los internos. “Hay menos visitas y ya no alcanza el dinero. La gente también se queja afuera, está afectando a la economía de la gente que vive de la visita”, explicó. 

La dirigencia de los internos impone cobros adicionales de manera arbitraria a las visitas. Desde hace unos meses, las visitan deben pagar cinco bolivianos para salir del penal, y quien no quiere o no puede pagar es obligado a quedarse hasta el último turno para poder salir. Además, es conminado y reprendido por la dirigencia de los privados de libertad para que en la próxima visita pague.

Director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias.

Julio también señaló que, a pesar de la escasez de alimentos, el consumo de drogas se mantiene, aunque depende del dinero que llega desde el exterior.  

Por su parte, Eddy, otro interno, denunció la falta de trabajo y el aumento de los precios de los insumos dentro del penal. En las cárceles, los precios de los artículos de primera necesidad que se venden en las tiendas que hay al interior, no cuentan con ningún tipo de control. 

“No hay trabajo y los insumos han duplicado sus precios, ya no podemos comprar”, afirmó. Eddy también criticó la falta de avances en el programa “San Pedro Productivo”, promovido por el gobierno, pero hasta ahora sin resultados concretos. “Los talleres para San Pedro Productivo nunca hubo, es solo lo que dice el gobierno”, aseguró a ANF.
En cuanto a la alimentación, Eddy detalló que las raciones han disminuido significativamente, y que la cantidad que antes era para uno, ahora lo comparten entre dos. 

“Algunas raciones de alimentos nos han quitado, como carne y pescado. Antes era tres veces algún tipo de carne, ahora es solo dos veces, y la ración bajó a la mitad. Ahora una ración es para dos personas, mucha gente pasa hambre”, denunció. 

Ministro Del Castillo en la inauguración de la panadería en mayo de 2022, que solo funcionó unas semanas.

Además, señaló que la panadería de la sección San Martín, que antes funcionaba dentro del penal y fue inaugurada por el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ahora está inactiva y es usada como depósito.

La situación se agrava por el alto costo de los alimentos en las tiendas del penal. La libra de azúcar y arroz está a 8 bolivianos, el pan a 70 centavos, la sardina pequeña a 12 bolivianos, detalló Eddy. A pesar de la escasez de comida, el interno observó un aumento en el consumo de alcohol y drogas. “Ahora veo más venta de estupefacientes en todo el callejón, antes no había tanto así”, afirmó.  

Juan, otro interno, coincidió en que la crisis económica está afectando gravemente a los privados de libertad. Dijo que la comida está muy cara dentro del penal, y el dinero que consigue como apoyo de sus familiares ya no le alcanza para comprar. Además, en coincidencia con Eddy, dijo que no hay trabajo en el penal. 

Juan también cuestionó la falta de avances en el programa “San Pedro Productivo”. “Eso de San Pedro Productivo que siempre anuncia el gobierno, sigue en proceso, no hay nada, nada nuevo implementó Régimen Penitenciario”, afirmó a ANF.

Santiago, otro interno, detalló cómo ha cambiado la alimentación en el penal desde que comenzó el alza de precios. “Antes nos daban casi todos los días diferentes tipos de carne, como pollo, cerdo y res. Ahora solo nos dan lunes y viernes una presita de pollo, chiquito”, relató. Además, señaló que las sopas que antes contenían carne ahora llegan sin presa y solo con unos fideos. “La comida no alcanza para todos, muchos se quedan sin comer”, lamentó en contacto con ANF.

Santiago también denunció que los domingos no hay cena y que los precios en las tiendas del penal son exorbitantes. Los refrescos de dos litros cuestan 12 bolivianos, las personales a 3,5, detalló. Además, criticó que la panadería de San Martín no funcione y que todo deba ser traído desde afuera.  

Ante esta situación, la Defensoría del Pueblo insiste en la urgencia de tomar medidas para evitar que el descontento y el hambre deriven en conflictos mayores. Mientras tanto, los internos de San Pedro continúan enfrentando condiciones cada vez más precarias, en medio de una crisis que parece tener aún mucho por recorrer.

/FC/
 

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