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Cultura y farándula

Melodías de la Guerra del Chaco: De boleros y cuecas hasta la incidencia del Foxtrot

¿Qué escuchaban los combatientes bolivianos en la Guerra del Chaco?, el foxtrot, conocido como el trote del zorro, era un baile popular estadounidense que tuvo su influencia en la música nacional en los tiempos de la Guerra.
12 de junio, 2015 - 18:17
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Soldados de la Guerra del Chaco. Foto: Archivo RA.
Soldados de la Guerra del Chaco. Foto: Archivo RA.

La Paz, 12 de junio (ANF).- En la Guerra del Chaco no sólo hubo dolor, coraje y pundonor, sino también momentos de regocijo y alegría, alcanzados, en determinados momentos, por la música, que permitía despejar la mente y el miedo del combatiente para generarle ánimo, unión y un sentimiento de patria, así lo explicó la cantautora Jenny Cárdenas, quien realizó una tesis sobre la historia de los boleros de caballería y su incidencia en la Guerra del Chaco.

¿Qué escuchaban los combatientes bolivianos en la Guerra del Chaco?, es una de las preguntas que nace en torno a los episodios suscitados entre 1932 y 1935. En inicio, sostuvo Cárdenas, hay que remitirse que en esas épocas hubo una incidencia del foxtrot en la música de la región. El foxtrot, conocido como el trote del zorro, era un baile popular estadounidense que nació en 1912 con las primeras orquestas de jazz.

 

Es en torno a este ritmo que nacen las cuecas y los boleros de caballería. “Lo que se escuchan son algunas cuecas memorables como Destacamento 111, Infierno Verde, Boquerón Abandonado, que es un foxtrot. Se escuchaban también las cacharpayas”, informa a la ANF la cantautora que para su tesis recopiló más de 120 partituras de obras musicales de los siglos XIX y XX.

Destacamento 111

 

Cárdenas narra que esta cueca tiene origen en el contingente de 100 soldados de la élite chuquisaqueña que fue apoyar la Guerra del Chaco. Esta, dice, sería una prueba de que a la guerra no sólo fueron campesinos y la clase popular, sino también élites del país.

Infierno Verde

 

Es una cueca clásica del chuquisaqueño Miguel Ángel Valda, con la letra de Octavio Campero Echazú. “Es un ícono de la Guerra del Chaco”, señala Cárdenas, en torno a esta canción que describe la situación vivida en la contienda.

Boquerón Abandonado


Tiene el ritmo de un foxtrot que, junto al tango, eran las canciones de moda en ese momento. Las letras del tema fueron escritas por Humberto Palsa y Antonio Morales Calderón.

Boleros de caballería

Cárdenas centra su investigación en los boleros de caballería que se produjeron antes y después del inicio del siglo XX. Los boleros eran propios del Ejército, particularmente del arma de caballería, pues infantería, por ejemplo, generaba otro tipo de música.

Las bandas de caballería eran las encargadas de armonizar con sus boleros, que no sólo tenían el fin de levantar el ánimo de los combatientes, sino que a la hora de reclutar soldados, estas melodías eran tocadas en las calles de diferentes ciudades para enrolar jóvenes en las filas del ejército.

“Las bandas han sido muy importantes. Levantaban la moral de los combatientes, alegraban las circunstancias y en muchos lugares del camino de la guerra, las bandas alentaban a los soldados”, manifestó la cantautora.

Entre los boleros de caballería de ese entonces se encuentran, por ejemplo, Terremoto en Sipe Sipe y la Despedida de Tarija.

 


El aporte de la música, a criterio de Cárdenas, ha sido vital en la guerra junto a la aparición de radio Illimani en 1933, que además de tener un rol de comunicación en la guerra del Chaco, también distendió los ánimos de la población con una variada selección de temas musicales, entre ellos los anteriormente nombrados.

/RHC/