San Buenaventura, 21 de noviembre de 2023 (ANF).- Ocho son los mitos que giran en torno a la minería aurífera en Bolivia, según Oscar Loayza, coordinador del Grupo Interinstitucional de Trabajo en Oro Responsable (CIT-OR).
Estos mitos giran en relación a hechos que nunca suceden en la realidad, por ejemplo, la minería aurífera no genera recursos para el país, se disfraza en un modelo cooperativista para evitar el pago de impuestos, no genera fuentes laborales con los respectivos beneficios sociales, entre otros.
“Siempre nos venden una serie de mitos que nos hacen dirigir nuestras decisiones en base a información parcial o no completa, la minería aurífera nos vende mitos sobre los cuales sustenta su avance”, señaló Loayza en la presentación de la investigación “Oro en Bolivia: Flujos financieros, actores operativos y áreas de expansión” presentado el 11 de noviembre en el municipio de San Buenaventura, en el Norte de La Paz.
¿Cuáles son esos mitos?
MITO 1. La minería aurífera genera fuentes de empleo
Si bien hay alrededor de 130.000 socios vinculados a esta actividad, hay muchos más que están vinculados como socios a la minería aurífera, pero en el marco de la informalidad; es decir, trabajan en condiciones precarias y sin derechos laborales. “Nadie, más que el propio trabajador asume los riesgos de la actividad sobre la salud e integridad de la persona. La persona no tiene derecho laboral, ni al más mínimo o seguro contra cualquier riesgo y por obtener unos gramos de oro puede terminar mal. Si no eres socio, vas a tener que aguantar”, dijo Loayza.
MITO 2. La minería aurífera genera recursos para el país
Más de $us 3.000 millones ha generado la minería aurífera solo el 2022, pero sólo alrededor de $us 80 millones ha sido su contribución al erario nacional, esto no compensa ni el costo de la subvención a los hidrocarburos que despilfarran, pues la minería utiliza diésel para operar sus maquinarias. “Menos del 3%, eso no cubre ni el monto del diésel que despilfarran”.
MITO 3. La minería aurífera es cooperativista
La gran mayoría de la máscara o fachada cooperativista esconde inversiones privadas que usan el modelo cooperativista para evitar el pago de impuestos y regalías, así como para evitar asumir responsabilidades con sus trabajadores (afiliarlos a una caja de salud, aportar a la Gestora Pública para su jubilación, asumir riesgos de accidentes o muerte, etc.). “El cooperativismo tiene un principio de solidaridad, todos para uno, uno para todos, todos ponemos nuestro esfuerzo y nos distribuimos, es bien difícil encontrar esto”.
MITO 4. La minería aurífera genera desarrollo local
Los centros mineros tradicionales como Tipuani, Guanay, Mapiri, Teoponte, en los que se han vivido ya auges mineros en el pasado, en los años 60 y 70, no han mostrado mejoras en su desarrollo local, en términos de avances significativos en educación, salud, servicios básicos, calidad ambiental, seguridad, etc. “¿Tienen agua potable al 100%, tienen la mejor salud, la mejor educación, los mejores caminos, las mejores escuelas? No ha mejorado, uno va a Mapiri y todo sigue en las mismas condiciones que en la década de los años 50. Es otro mito que nos venden” .
MITO 5. La minería aurífera cooperativista es minería artesanal y de pequeña escala
La mayoría de las 1.400 cooperativas mineras auríferas son mecanizadas y de alto impacto y escala de producción, “para nada es una actividad artesanal y de pequeña escala; es más, no hay en la norma un reconocimiento a la verdadera minería aurífera tradicional y de pequeña escala, que es la que han realizado siempre las comunidades indígenas, y que requiere un reconocimiento legal diferenciado. Usan dragas, planchones, para nada es a pequeña escala”.
MITO 6. La minería aurífera genera más beneficios que impactos
Los beneficios que genera la minería sólo van dirigidos a un sector minoritario, pero los impactos son generalizados, la mayoría de los ríos amazónicos del país están siendo afectados y se está cambiando totalmente su curso, caudal, sedimentos, contaminación en general, reducción de peces, entre otros. “Los más afectados son los que no tienen relación con la minería, su único delito es consumir pescado”.
Trabajo de minería aurífera en Teoponte, La Paz. Foto: Cedla.
MITO 7. La minería aurífera trae bienestar
Todas las comunidades en las que la minería aurífera ha ingresado, muestran claramente un cambio significativo en su vida, como la disminución de la seguridad ciudadana, el incremento de la delincuencia y la inseguridad, el incremento de bares y lenocinios, el narcotráfico y el tráfico de personas (especialmente mujeres y niños).
MITO 8. No hay alternativa viable al uso de mercurio
Está totalmente probado que hay alternativas que demuestran que es posible dejar de usar mercurio, pese a que los mineros lo nieguen, y que esta decisión puede generar un proceso técnico, social y ambientalmente más eficiente e incluso ser más rentable económicamente, con una inversión no significativa. Lo único que falta es voluntad para aplicar estas opciones y voluntad política para que esto sea obligatorio y no voluntario, enfatizó el coordinador.
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