La Paz, 13 de enero de 2025 (ANF).- Angélica Ponce, directora ejecutiva de la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra (APMT), expresó su preocupación por la falta de protección adecuada de los bosques en Bolivia, señalando que la crisis climática ha puesto en evidencia importantes deficiencias en la gestión medioambiental del país.
“La crisis climática no era esperada, pero hoy en día es una agenda importante. Nuestros profesionales también tienen que capacitarse para ver cómo ayudar a los territorios originarios, en la etapa de post incendio o contra incendios, tareas de contingencia en los incendios, porque realmente en Bolivia no tenemos todavía ese resguardo de nuestros bosques como debería ser”, declaró Ponce a ANF.
La expansión de la frontera agrícola ha sido otro factor que, según Ponce, está afectando de manera crítica al medio ambiente. “El tema de la frontera agrícola también está castigando al medio ambiente”, advirtió, al tiempo que señaló la necesidad de establecer estrategias más sostenibles para evitar daños irreparables.
Consultada sobre la quema de 10 millones de hectáreas en 2024 y si la política de quema para ampliar la frontera agrícola contraviene los esfuerzos de mitigación de gases de efecto invernadero, Ponce respondió con franqueza: “Hay que reconocer que sí”. Esta afirmación refleja la tensión entre el desarrollo agrícola y la preservación ambiental en el país.
La APMT ha comenzado a trabajar en una agenda de restauración de los bosques, con apoyo de recursos provenientes de la Unión Europea y otros países aliados. “Hay una agenda de restauración de los bosques junto con las plataformas. Hay incluso recursos que se han conseguido de la Unión Europea y otros países que están colaborando”, informó Ponce.
Un aspecto clave de esta agenda es la participación activa de las comunidades indígenas. “Los hermanos del territorio indígena que son del lugar van a hacer el trabajo de restaurar los bosques con plantas nativas. Los proyectos van a ser apoyados también por conocedores del área como agrónomos”, detalló.
Sin embargo, Ponce también denunció que el manejo de los incendios y la deforestación se ha politizado, lo que ha obstaculizado los esfuerzos por proteger el medio ambiente. “Lamentablemente este tema se ha vuelto político, porque hemos visto que unos están marchando, después se está incendiando por allá. Entonces, se ha vuelto político. Yo diría que los intereses personales de algunos políticos han podido más que sus intereses por cuidar al medio ambiente”, manifestó.
La quema de millones de hectáreas no solo contribuye al cambio climático, sino que también afecta gravemente a la biodiversidad y a las comunidades que dependen de los bosques. Ponce insistió en la necesidad de un compromiso genuino por parte de todos los sectores de la sociedad para abordar este problema de manera integral.
La crisis climática, agravada por la deforestación y los incendios, también ha subrayado la urgencia de capacitar a los profesionales bolivianos en la gestión de desastres y la restauración de ecosistemas. “Nuestros profesionales también tienen que capacitarse para ver cómo ayudar a los territorios originarios”, reiteró.
Además, Ponce subrayó la importancia de fortalecer la normativa ambiental para prevenir la expansión descontrolada de la frontera agrícola y garantizar la conservación de los bosques. Según ella, esto requiere voluntad política y la participación activa de todos los actores involucrados.
La directora ejecutiva de la APMT hizo un llamado a la población y a las autoridades para priorizar la protección de los bosques, que no solo son un recurso vital para Bolivia, sino también un componente esencial en la lucha global contra el cambio climático.
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