En estos últimos días del año 2020 muchas personas desean que culmine por toda las situaciones negativas que han sucedido, se podría pensar que el ser humano solo ve lo negativo de la existencia (cosa que es cierta), pero al mismo tiempo percibe el lado positivo de la realidad, el sujeto se puede educar para ello desde la voluntad; por lo tanto, es necesario que la realidad sea percibida desde la ESPERANZA, en especial en las fiestas navideñas que para los cristianos es la vivencia del Adviento, que se traduce en un esperar con esperanza, no es quedarse de brazos cruzados para que las cosas sucedan por arte de magia, sino realizar las acciones correspondiente para hacer vida lo que se anhela.
La actitud esperanzadora que puede asumir el ser humano, le permite mirar la realidad coyuntural con la mayor objetividad posible dando a cada cosa su justo valor, reconociendo lo que no esta marchando adecuadamente y aquello que si está bien encarrilado, con la distinción que accionara para transformar la debilidad en una fortaleza para que pasado el tiempo prudente la situación mejore, resaltando que la persona da pasos concretos para lograrlo; es necesaria accionar desde la esperanza porque los individuos por lo vivido en este año ven la realidad con desesperanza, proyectando un 2021 sombrío por la situación económica y los conflicto sociales que se producirán de ello.
Partiendo de reconocer que existe una percepción negativa de la realidad, seria adecuado comenzar a enfocarse en aquello que se tiene que va desde: la vida, la salud, un lugar donde dormir y algún ingreso económico, al mismo tiempo, aceptar que existen personas cercanas que no tienen lo antes mencionado, entonces organizarse entre familiares, vecinos y ONG para proveerle de lo mínimo para vivir o sobrevivir. De igual forma, se puede comenzar a organizar la sociedad civil para exigirle a los gobiernos que cumplan con su deber que es proporcionar las condiciones idóneas para que todos los ciudadanos tengan una vida digna; así mismo, exigir a los gobernantes cuentas de los gastos del Estado para contrarrestar la corrupción, partiendo de acciones concretas la desesperanza se transformara en ESPERANZA.
“Lo escrito no se olvida, lo dicho si”
Ronald Valera es filósofo.
