TikTok ha revolucionado la forma en que las personas interactúan, se entretienen y presentan en las redes sociales. Desde su creación, la plataforma ha evolucionado, pasando de ser un espacio para compartir talentos y habilidades, a un escenario donde los usuarios buscan atención y validación a través de comportamientos que pueden ser considerados provocativos o llamativos. Esta acción social muestra lo que Guy Debord llama la sociedad del espectáculo, centrándose en dos aspectos clave: las normas y valores de la cultura digital, y las interacciones específicas entre usuarios.
Guy Debord, en su teoría sobre la sociedad del espectáculo sugiere que vivimos en un mundo donde las apariencias y las presentaciones públicas son esenciales para el reconocimiento social. En TikTok, esta teoría se manifiesta claramente: los usuarios crean contenido maximizando su tractivo físico para su visibilidad. Alineándose con las normas del espectáculo y entretenimiento. La plataforma se convierte en un escenario donde cada usuario es un actor que busca capturar la atención del público, reforzando así su posición y capital social.
La cultura digital ha creado un entorno donde la búsqueda de reconocimiento y validación es omnipresente. En plataformas como TikTok, el sistema de recompensas inmediatas, basado en "likes", comentarios y seguidores, incentiva a los usuarios a crear contenido que capte rápidamente la atención de los espectadores.
En la cultura digital, el contenido visualmente atractivo o provocativo tiende a recibir más atención. Las imágenes y videos que presentan elementos estéticamente agradables o llamativos tienen mayor facilidad para atraer "likes", comentarios, y regalos dentro y fuera de esta red social. Los comportamientos que fomentan la interacción rápida, como mostrar una parte del cuerpo, usar ropa llamativa o actuar de manera provocativa, son recompensados con mayor visibilidad y retroalimentación instantánea. Esto crea un ciclo de retroalimentación donde los usuarios ajustan su comportamiento para maximizar su visibilidad en la plataforma.
Participar en tendencias populares y desafíos es casi una norma en TikTok. Estas actividades pueden llevar a comportamientos que sean percibidos como deseables o populares, reforzando aún más estas acciones como normas y valores de la plataforma.
Las interacciones en TikTok, especialmente entre hombres y mujeres, pueden reflejar y reforzar nuevos valores sexuales. En muchos casos, los hombres preguntan a las mujeres si son solteras, cuántos años tienen, de dónde son, y hacen preguntas sobre sus preferencias raciales y de edad. Además, invitan a salir y pagar por todo o enviar dinero a través de QR, lo que puede ser visto como una forma de intercambiar atención y validación por beneficios económicos.
Lo repetitivo de ciertos comportamientos en TikTok puede llevar a la monotonía en las interacciones. Cuando el contenido se centra mayormente en captar atención a través de la exhibición, las conversaciones pueden volverse superficiales y repetitivas.
TikTok, como plataforma digital, ha transformado significativamente la manera en que los individuos buscan validación y atención. Las normas y valores emergentes, las dinámicas de interacción entre usuarios reflejan una evolución en los comportamientos y valores sociales, con implicaciones profundas para la forma en que las personas se relacionan y presentan en el mundo virtual.
TikTok puede estar contribuyendo a la formación de nuevos valores sexuales, donde la exhibición se normaliza y se ven como medios legítimos para obtener atención y beneficios. Esta normalización puede llevar a una redefinición de las normas y expectativas en las relaciones sociales y la sexualidad.
Es necesario comprender y analizar estos comportamientos desde una perspectiva sociológica, podemos obtener una visión más completa de cómo las plataformas digitales están moldeando las relaciones y los valores en la sociedad contemporánea.
El autor es sociólogo