En las ultimas semanas en América Latina y en Bolivia se han generado feminicidios, infanticidios, violencia psicológica y física contra mujeres e infantes llamando la atención de la sociedad; generando que la opinión pública, el gobiernos y otras entidades se pronuncien a favor de castigar con todo el peso de la ley al causante del delito, pero con la rapidez de las noticias y el frágil sistema judicial es probable que los casos queden impunes, archivados o en un eterno juicio beneficiando al causante del delito. Resaltando, que entre más presión de la sociedad civil los procesos de justicia pueden agilizarse, sin embargo, es una parte de la solución.
Partiendo de lo antes mencionado, la solución necesaria va a depender si la problemática esta bien enfocada, en el caso del los actos de feminicidio y la violencia hacia la mujer e infantes va más allá de castigar a los responsables directo, también se debe pensar en la estructuras del poder, del sistema judicial y del paradigma cultural que prevalece en Bolivia; donde las mujeres son concebidas como objetos sexuales, seres que deben de obedecer en todo lo que sus esposos o novios les impone deliberadamente; si el Estado y la sociedad civil lograran visualizar la problemática estructuralmente, se podría comenzar a dar los pasos para una solución estructural, que realmente genere un cambio cultural donde se respete a cada persona sin importar su sexo, género y edad.
Por último, es necesario que en cada hogar se vaya fomentando la igualdad entre hombres y mujeres que son distintos en características físicas y psicologías, pero al mismo tiempo, gozan de los mismos deberes y derechos tanto en el hogar como en la sociedad, lo antes mencionado, podría ser el primer paso de la compleja solución estructural que se requiere.
“Lo escrito no se olvida, lo dicho si”
Ronald Valera es filósofo.