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Opinión

SE FUE EL CABALLO VIEJO

19 de Febrero, 2014
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HAROLD OLMOS

Sus tonadas fueron una oración nostálgica a la vida de los llanos y la cumbre de sus composiciones derivó en un himno nacional paralelo de Venezuela. Simón Díaz (1928-2014) se desbocó de la vida este  miércoles como el “Caballo Viejo” de la canción con la que marcó su nombre en la historia de las tonadas del continente. Al anunciar la muerte del cantautor, su hija Bettsimar Díaz dijo que su padre se había ido “tranquilito” mientras dormía.

Nacido el 8 de agosto de 1928, la composición, que habla del amor que renace sin que uno se dé cuenta en el otoño de  la vida, es una de las más conocidas de la cultura musical de la región. El mismo  Díaz afirmó que ‘Caballo Viejo” tenía 300 distintas interpretaciones en una docena de lenguas. De hecho, no hay rincón hispano-parlante donde las orquestas y cantantes no la interpreten, a veces con el tono romántico y rítmico adecuado al momento de alguna fiesta o con la  evocación de la vida en los parajes tranquilos del inmenso trópico venezolano donde “el guamaquito florece” con el verdor renacido en un amor otoñal.

La tonada que repica que “al caballo le dan sabana porque está viejo y cansao” es tan popular que se la considera como un tercer himno nacional, al  lado del “Gloria al Bravo Pueblo”, y de “Alma Llanera”.  Salvo esta última,  ninguna otra canción venezolana ha alcanzado la difusión de “Caballo Viejo”. Ha estado en los repertorios de Julio Iglesias, Caetano Veloso, Joan Manuel Serrat, entre otros íconos de la canción popular. Iglesias, reveló Díaz en una entrevista, había escrito una carta a Sony, la casa de grabación, diciendo que latonada era una de las más bellas que había cantado pero que cantársela a un hombre era difícil y que la genialidad de Díaz también consistió en cantársela a un caballo.

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