
El título del presente análisis surge de una conversación sobre la economía boliviana con el economista Armando Méndez Morales[1] a fines de la década de los años setenta del siglo pasado a quien le comente que resolver los problemas económicos serían solucionados estrictamente con medidas económicas, a lo que me replico que no era verdad, porque dijo: “noventa por ciento es política y diez por ciento económico[2]” , esta opinión en esa época me dejo pensativo debido a que en las clases en la Universidad los catedráticos en las diversas materias realizaban sus exposiciones magistrales con el método positivo y normativo utilizando una serie de modelos económicos teóricos, cuantitativos, históricas, sociología, derecho y especializadas.
A nivel internacional el académico de la Universidad de Columbia economista argentino Guillermo Calvo que vaticino el efecto tequila aseguró en la prensa de su país publicado el 25 de julio del 2019 que un triunfo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner "es lo mejor que le puede pasar al país". Continuó explicando lo siguiente: "No estoy a favor de Cristina ni de su gente, pero debo reconocer una cosa: si sube Cristina, ella puede mirar para atrás y decir 'miren el lío que nos dejó este hombre. Ahora yo tengo que hacer el ajuste que él debió haber hecho y que no hizo'. La ventaja de la izquierda en esas situaciones es que la oposición es la derecha, y ellos hacen política de derecha", y además indico que para recuperar su país “hay que hacer cosas que son políticamente muy impopulares, que sólo se van a poder hacer si se rompe la economía".
Los dos antecedentes históricos en diferentes períodos y países indican que la política es importante respecto a la economía, para resolver los problemas económicos.
Entonces, para identificar aproximadamente cuando fue más importante la política respecto a la economía en la historia económica de Bolivia previamente precisaremos el significado de la política y la economía.
¿Qué es la política?
Según Maquiavelo “La política tiene un ámbito propio y distinto: podrá haber política religiosa y política económica, pero mientras exista la distinción entre amigos y enemigos, el ámbito es específicamente política”.
Max Weber define “La política está hecha con la cabeza, no con otras partes del cuerpo, ni con el alma”.
¿Qué es la economía?
Una definición precisa de economía vigente hasta la actualidad es la que el profesor Gregory Mankiw[3] menciona al gran economista del siglo XIX Alfred Marshall quien en su libro Principios de economía escribió lo siguiente: “La economía es un estudio de la Humanidad en los negocios ordinarios de la vida”.
Las ciencias económicas tienen: principios, fundamentos, instrumentos, método y lenguaje técnico propio para el estudio de como administra la sociedad sus recursos escasos.
Respaldado por las definiciones de política y economía una aproximación mediante una narrativa sobre nuestro país respecto a los acontecimientos ocurridos a partir de los años cincuenta del siglo XX tuvo una predominancia de la política a la economía por la aprobación de normas jurídicas de nacionalización de las minas, la reforma agraria y el voto universal con elevados costos económicos y sociales, que dichas medidas ocasionaron problemas económicos que no fue posible sostener mucho tiempo por restricciones de financiamiento interno y externo que no había otra alternativa que corregir las distorsiones económicas mediante una política de ajuste económico realizado por el mismo partido político que ocasiono los desequilibrio y no le quedaba ninguna otra alternativa de privilegiar la economía a la política con el respaldo de su militancia. Es decir, en ese período de tiempo el porcentaje de importancia del noventa y diez por ciento[4] se modificó hacia la economía en desmedro de la política que varío como un péndulo de reloj según los factores internos y externos.
Durante la década de los setenta, ochenta y noventa hasta fines del siglo pasado y primeros cinco años del siglo XXI se repitió el noventa y diez por ciento de política y economía como un péndulo, sin embargo, en un escenario de dictadura militar y retorno a la democracia. Se registraron varios hechos económicos que no respetaron los límites del financiamiento externo e interno, para la expansión del gasto público que condujo a destruir: la moneda nacional; el sistema de precios; la producción; el empleo e incentivar un mercado negro de bienes y servicios que accedían los que podían pagar elevados precios y además las personas para precautelar sus ingresos recurrieron a comprar dólares y desplazaron la curva demanda por dólares dolarizando la economía y concluir en una crisis económica de hiperinflación que para resolverla se implementaron programas de ajuste económico y reformas estructurales que significo un alto costo de perdida de bienestar para todos los bolivianos, para encaminar hacia un sendero de crecimiento económico sostenible basado en un sistema de economía mixta, donde la política y la economía tuvo un movimiento pendular de acuerdo a las circunstancias que se presentaba.
Desde el 2006 comienza el Modelo Económico de Centralismo, Control de precios, Cantidades, Calidad y Cuotas (MECCCCC) denominado Modelo de Economía Social Comunitaria Productiva (MESCP) organizando la producción y la distribución económica de transición hacia el socialismo[5], buscando la construcción de un sistema económico alternativo al capitalismo que no es reciente y novedoso[6]. Son 17 años continuos de un MECCC que se ejecuta mediante un PGE anual aprobado, que periódicamente fue incrementándose el gasto público y alcanzo una mayor participación respecto al total de la producción de bienes y servicios finales de más del 80 por ciento estimado para la gestión 2023, predominando la política a la economía[7].
El Señor Luis Arce Catacora cumplió la mitad de su período presidencial constitucional con diversos problemas económicos, políticos y sociales ante este escenario adverso anuncio acelerar la ejecución del Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025 priorizando la inversión pública, para lograr las metas programadas de crecimiento económico, inversión pública respecto al PIB y tasa de inflación, sin embargo, para cumplir depende de la aprobación de los convenios de créditos externo de organismos multilaterales por la Asamblea Legislativa Plurinacional, que no respalda al ejecutivo y por lo tanto, no están dispuestos a aprobar rápidamente. Esta es otra aproximación a una evidencia de que se privilegia a la política por encima de la economía.
Según nuestra historia económica hasta la actualidad es complejo encontrar una medida de política económica que mejore la situación de todos, o al menos que mejore la de algunos sin comprometer la de otros, aspecto que fue advertido por la Sra. Joan Robinson que señalo: “En el análisis económico se distinguen a los que construyen las herramientas económicas y los otros las que la utilizan. Al economista analítico como una caja de herramientas”[8], y reiterado por Juan Carlos de Pablo: ““Los instrumentos de política económica son herramientas específicas. Devaluar, congelar, prohibir, desregular, etc., son buenos ejemplos de instrumentos. Mientras que eficientizar, concientizar, etc., no lo son.”[9]
Por lo mencionado, es importante la política y la economía que tienen que estar sincronizadas para lograr el primer mejor y/o el segundo mejor, es decir, ambas políticas deben ser destinadas a mantener la estabilidad económica y financiera, condición básica para crear un ambiente de confianza y credibilidad para todos los bolivianos sin exclusión y también para los inversionistas internacionales, con el objetivo de elevar el bienestar de la sociedad en el presente y de las futuras generaciones.
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[1] Identificado como defensor del libre mercado y de la escuela económica monetarista.
[2] Porcentajes intuitivos y no cuantificado.
[3] Principios de economía, N. Gregory Mankiw, Octava edición 2020, CENGAGE.
[4] Los porcentajes del 90 y 10 por ciento requieren realizar un estudio empírico para su precisión, que para fines del presente análisis se utiliza.
[5] El modelo económico social comunitario productivo. ECOPLURAL. Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. 2021. Página 6.
[6] Fue presentado hace más de 61 años atrás durante un simposio internacional por varios economistas de diferentes nacionalidades y publicado en 1961 del siglo XX en Tokio, Japón con el título ¿A dónde va el capitalismo?, de Shigeto Tsuru, que textualmente señala: “………la estrategia de la transición al socialismo destacando la forma del excedente, utilizando todas las ocasiones que se presentan para poner sobre el tapete la cuestión y debilitar la presión del capital privado sobre el excedente, transformándolo gradualmente en un fondo sujeto al control social…...”.
[7] "Quiero que sepan que cuando algún jurista me dice: Evo, te estás equivocando jurídicamente, eso que estás haciendo es ilegal, bueno yo le meto por más que sea ilegal. Después les digo a los abogados: si es ilegal, legalicen ustedes, ¿para qué han estudiado?". Frase del 29 de julio de 2008, en Cochabamba, cuando anunció unas obras en un gasoducto junto al exministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas.
[8] Economía de la competencia imperfecta. Joan Robinson 1973, Ediciones Martínez Roca, S.A.
[9] Economía Política del Peronismo. Juan Carlos de Pablo 1980, El CID Editor
Germán Molina Diaz, Economista, miembro de número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, docente de la UCB e Investigador asociado del IISEC.