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Opinión

Las niñas rompiendo límites y barreras, como Phiona Mutesi

13 de octubre, 2023 - 00:00
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LORENA GUTIERREZ MARCONI

Toda niña debería crecer en un entorno que le permita creer en sí misma y en todas sus capacidades. Si este enunciado se cumpliera, las niñas no se verían obligadas a replantearse tantas veces en su mente, los estereotipos diseñados por algunos –todavía en los espacios más primitivos de la sociedad–, acerca del camino que desean tomar, porque simplemente no tendrían barreras en sus pensamientos que les hagan dudar de sí mismas ni de la elección de su camino. 

Este 11 de octubre se conmemoró el Día Internacional de la Niña, este día permite recordar los desafíos que enfrentan las niñas en todo el mundo, promover su participación y destacar la importancia de su autonomía para que alcancen su pleno potencial. La fecha se utiliza para resaltar cuestiones como la educación de las niñas, la prevención del matrimonio infantil, la lucha contra la violencia de género y otros desafíos que ellas enfrentan en muchas partes del mundo. 

En este contexto, la posibilidad de promover modelos de conducta influyentes puede inspirar a las niñas a perseguir sus metas y cambiar su percepción del liderazgo de las mujeres en la sociedad.  Para lograr esto, es esencial que una niña crea en la posibilidad de convertirse en empresaria, artista, ejecutiva, bióloga, bailarina, modelo, futbolista, diseñadora, tecnóloga y que todo lo que en su mente fluye, en sus sueños de niña –lo puede lograr–, siempre que haya determinación y sobre todo esfuerzo que le permita superar toda barrera.  Las niñas de hoy, más que nunca tienen un alto nivel de compromiso y enfoque en la búsqueda de logros y la excelencia en las metas y en el camino que les permite conseguirlas, siendo las creadoras de su futuro desde una edad temprana. 

Hoy es posible mucho más que antes, romper todo tipo de límites y barreras, gracias al avance de la tecnología y la influencia del capitalismo y el mercado. Esto está permitiendo que la sociedad tenga un acceso más amplio a nuevas tecnologías para tareas que antes nos restaban mucho tiempo de vida y al mismo tiempo de calidad de vida; como dijo Camille Paglia, 'Gracias a los hombres y al capitalismo, las mujeres tenemos lavadoras'.  Sin embargo, es esencial que las niñas crezcan con una mentalidad positiva y no bajo un manto de victimismo, pensando que desde muy pequeñas tendrán un camino difícil. Paglia, desde el marco de un feminismo heterodoxo, defiende la autonomía y la individualidad en las niñas para permitir que desarrollen sus talentos. Sin embargo, también ha criticado lo que ella ve como una creciente victimización en la sociedad actual, argumentando que esto puede tener consecuencias negativas y perpetuar estereotipos de género.

Ante este escenario positivo, es importante mencionar ejemplos de niñas que han enfrentado condiciones muy desfavorables si las comparamos con la mayoría, pero que han podido superarlas.  La historia de Phiona Mutesi conocida como “La reina de Katwe”, es uno de estos ejemplos.  Phiona es una niña ugandesa que se aferró al ajedrez para cambiar su destino, convirtiéndose en 2012 en la primera mujer de Uganda para obtener el título de Woman Candidate Master (WCM) del ajedrez internacional.  Tim Crothers, en su libro publicado en los Estados Unidos sobre Phiona, escribe: “Nacer africano es ser un marginado en el mundo. Nacer en Uganda es ser un marginado en África. Nacer en Katwe es ser un marginado en Uganda. Nacer niña es ser una marginada en Katwe”. En esta historia, que es la vida real de Phiona, Katwe es el sitio posiblemente más pobre del mundo y Phiona una niña que solo tenía sueños de superación y de supervivencia.  Pero es una historia inspiradora porque resalta el “anhelo” y el “poder” que los sueños tienen en los niños para superar obstáculos, aprender y crecer cuando no permiten que nada interfiera en sus metas. 

 La autora es Economista, Politóloga y profesora universitaria. 

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