JORGE ROBERTO MÁRQUEZ MERUVIA
Bolivia se encuentra pasando por momentos críticos. El primero son los sucesos acaecidos en octubre y noviembre de 2019. La manipulación de las elecciones generales terminó en la renuncia de Evo Morales y Álvaro García Linera. Tras el vacío de poder acontecido los grupos privilegiados del “Proceso de Cambio” no pudieron hacerle frente a la crisis política, un claro ejemplo de esto es el papel que desempeñaron “Columna Sur” de la senadora Adriana Salvatierra y “Generación Evo” de la otrora diputada Valeria Silva. Ante el abandono que realizaron, nuevas figuras aparecieron en el Movimiento Al Socialismo. La irrupción de Eva Copa al ser elegida como presidente del Senado y ser al mismo tiempo cabeza de la Asamblea Legislativa Plurinacional, pone en evidencia la renovación de liderazgos dentro el MAS que tarde o temprano deben ser admitidos por los líderes en el exilio para la supervivencia del partido.
En la otra vereda Jeanine Añez, es quien por sucesión constitucional toma el mando del Órgano Ejecutivo, convirtiéndose en presidente constitucional. Ambos órganos del Estado llevan adelante el periodo de transición. Lograron la pacificación del país, una ley para llevar a cabo las nuevas elecciones generales, la prórroga del gobierno y la conformación del Tribunal Supremo Electoral. Independientemente de las acusaciones de ambos bandos políticos, el trabajo realizado puso primero los intereses del país y fueron acabando con la incertidumbre. Entre los hechos destacados tenemos la aceptación de las renuncias de Evo Morales y Álvaro García Linera por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional y la censura al Ministro de Defensa, Fernando López. Los dos sucesos, son la muestra de que existe independencia de órganos de poder, algo que se reclamaba por más de diez años con el anterior régimen y que es la base de una democracia en reconstrucción.
El segundo momento crítico, es la pandemia global del COVID-19, donde el Ejecutivo con decretos supremos y el Legislativo con una ley para diferir créditos y reducir al 50% las facturas de los servicios básicos, los órganos trabajan ante la inminente crisis sanitaria. Sin embargo, falta trabajo coordinado de todos los niveles del Estado (Gobierno Central, Gobernaciones y Municipios), para esto último no necesitamos descubrir el agua tibia. Ya tuvimos como Estado un gran trabajo realizado en pandemias, la forma en que luchamos contra la cólera en los 90’s del siglo XX, es un gran ejemplo a replicar. La información y concientización sobre el coronavirus podría tener como respuesta en las comunidades más alejadas de las ciudades capitales lo que se hizo con el tema del cólera.
Más allá de los esfuerzos realizados por todos contra la pandemia, existen quienes deben recurrir a la vulgaridad y la bajeza política. Su angurria de poder no conoce límites y se encuentran muy lejos de ser los líderes que necesitamos en momentos críticos como los que vivimos. Luis Arce Catacora candidato del MAS y voceros de Comunidad Ciudadana mencionaron que las elecciones deben realizarse lo más antes posible. Aunque, el primero parece haberse dado cuenta del error que cometía porque nos encontramos en la parte exponencial de la curva de infectados; Calos de Mesa y sus conmilitones están dispuestos a realizar su campaña política con la tragedia sanitaria. Sobre éste último su jefe de campaña parece que se va quedando sin ideas para que su candidato siga siendo considerado como aquel que tiene la capacidad de concentrar el voto útil y ser la única opción para la presidencia del país. También, podemos mencionar las pésimas acciones tomadas por la exministro de comunicación y candidato a una diputación plurinominal, Roxana Lizárraga haciendo publicidad sobre un producto que según ella, ayuda a combatir el coronavirus. O las acciones de control para todos aquellos infractores de la cuarentena que propone Camacho por redes sociales, propuesta que puede ser la base de desinformación.
Las crisis nos muestran quienes son los verdaderos líderes que están pensando en el futuro de todos nosotros y los oportunistas que lo único que quieren es hacerse con el poder y ven al Estado para repartírselo como botín.
Jorge Roberto Márquez Meruvia es politólogo y Director de Gaceta Hoy