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En 2016, un desconocido J.D. Vance publicó el libro Hillbilly Elegy. Hillbilly es el habitante de las zonas rurales montañosas de Estados Unidos, pero en la jerga es una ofensa dirigida a alguien estúpido o con absoluta falta de sofisticación. Esa obra de J.D. Vance fue reputada clave para entender el Brexit o al votante de Trump. De un entorno de Kentucky, pero afincado en Ohio, J.D. Vance tenía como familia y amigos a quienes son llamados “white trash” (basura blanca): blancos sin medios ni educación, con trabajos precarios y familias disfuncionales.
Hillbilly Elegy son las memorias de Vance. Protagonizan su hermana, la madre drogadicta y frágil, y una abuela rústica, de vida áspera, pero con el carácter como para desviar a su nieto de la marginalidad. Aquella de la que no escaparon sus amigos y vecinos, huérfanos de los centros industriales derruidos. El favor público es para las minorías, no para los blancos “deplorables”.
Es esta la historia de un sobreviviente de los infiernos y del desprecio por esos enormes bolsones demográficos. Su padecimiento devino en la búsqueda de un vengador contra las élites desdeñosas de esas masas rudas y resentidas. Esas élites que se parecen más entre sí que a sus propios pueblos, como la aristocracia rusa en Guerra y Paz de Tolstoy, remedando a los franceses. Las élites urbanas que reproducen hoy calcada la cultura agnóstica y los gustos de los centros culturales de Occidente, con profesiones bien rentadas y, por supuesto, bien pensantes. Liberales de vida muelle, legarán sin percances el mismo destino a su prole.
La intelectual francesa Chantal Delsol ha dedicado a esa ruptura estas palabras: “para representar algo correctamente, al menos hay que parecerse o sentirse unido a quien representas. El alejamiento cada vez mayor de los mandatarios democráticos impulsa al pueblo a buscarse un jefe que se le parezca”. “Una parte del elemento popular defiende el arraigo, en oposición a la emancipación posmoderna. Y como los partidarios de la emancipación de la Ilustración consideran que su pensamiento representa el bien absoluto y no soporta ningún debate, ven a los contradictores como unos tarados y viciosos”.
A falta del texto de Vance aquí, Netflix ofrece la película de 2020, dirigida por Ron Howard, coproducida por J.D. Vance y con la actuación de Glenn Close y Amy Adams. Allí vemos a la abuela quemando a su marido, pero intentando salvar a sus nietos, ocupados de su madre, un alma en pena. En el libro oímos a J.D. Vance niño, emulando sin ganas a cada hombre con el que su madre se juntaba.
El origen del libro tiene, muy de rebote, algo que ver con Bolivia. Una de las profesoras de J.D. Vance en Yale fue Amy Chua, una abogada, intelectual y ahora literata estadounidense de ascendencia china. Ella enseñó también un curso en la carrera de leyes de la Universidad de Columbia sobre desarrollo, democracia y problemas étnicos. Por curiosidad, vino a Bolivia en los años 2000 y dio una conferencia en la Universidad Católica, en La Paz. De ese viaje salió un capítulo de su libro World on Fire. La política de identidad comenzaba a hacer carne y el Mallku aspiraba a tomar el poder, no por elecciones.
J.D. Vance le pasó a Amy Chua un boceto de sus memorias. Ella lo alentó a escribirlas y lo contactó con su agente editorial. J.D. Vance dejó el anonimato al publicarlas. La prensa “liberal” norteamericana lo idolatró; él renovaba el sueño americano y la vía para los pocos elegidos del white trash: dejar los guetos con esfuerzo y talento, educarse e integrar las élites.
Pero J.D. Vance se afilió al Partido Republicano y trabó relaciones con empresarios opulentos. Fue al inicio crítico de Trump, luego (¿convenientemente?) su adherente. Después fue senador por Ohio y es vicepresidente. En el ínterin, se convirtió al catolicismo conservador, guiado por sacerdotes dominicos.
La suerte de los hillbillies y el auge de sus paladines permiten parafrasear a Orwell, sin catolicismo de por medio, en su crítico ensayo sobre Gandhi: amar a la humanidad en abstracto como hacen los ilustrados acaso les impida amar a un pueblo concreto.
El autor es abogado