GERMÁN MOLINA DIAZ
El planteamiento de la COB que perfila un incremento salarial para la gestión 2019 superior de cuatro puntos porcentuales respecto a la tasa de inflación registrada el 2018 que fue 1,51 por ciento y de 3 por ciento al salario mínimo nacional sosteniendo su pedido porque presumen que la inflación real de la gestión pasada fue mayor y por tanto el incremento debe estar por encima de este porcentaje. Es un pedido que difiere sustantivamente de lo realmente a conseguir porque saben que vivimos una desaceleración económica, ralentización del crecimiento económico, o enfriamiento económico de Bolivia y una baja inflación muy diferente respecto a su percepción sobre la inflación (ver cuadro 1, gráfico 1 y 2).
Es el momento de llegar a un acuerdo nacional en el tema económico, político y social ante la declinación de la economía, de dar respuesta coherente a la interrogante de ¿Incremento salarial 2019 o creación de puestos de trabajo? buscando que los agentes económicos trabajadores, empresarios y gobierno no haya incremento de los salarios y a cambio se crearía nuevos puestos de trabajo que significa una genuina política de lucha contra la pobreza. De continuar con una política de incrementos nominales de salarios acentuaran aún más los desequilibrios internos y externos del país que significa un elevado costo económico que luego toda la población boliviana tendrá que cancelar. El sector privado ya viene ajustando sus costos laborales desde tiempo atrás a pesar de la presión fiscal a la que se encuentra sometida, sin embargo, está cerca al límite y paulatinamente aquellas que no logren cubrir sus costos variables medios con sus precios promedios de sus productos ofertados no les quedara más remedio que cerrar con la perdida de los empresarios y trabajadores que se quedaran sin empleo, y así se contraerá la demanda interna y en camino a una recesión económica.
CUADRO 1 PRINCIPALES VARIABLES MACROECONOMICAS DE BOLIVIA*
GRÁFICO 1 TASA DE INFLACIÓN ANUAL (%) 2006-2019
GRÁFICO 2 TASA DE CRECIMIENTO DEL PIB ANUAL (%) 2006-2019
Adicionalmente el Sector Público No Financiero (SPNF) en el período 2013-2017 acumulo un déficit fiscal de 22,6 por ciento del PIB que supera todo lo ahorrado anteriormente resulta que no se tiene espacio fiscal para políticas públicas con fundamentos y principios económicos, que no permitiría aceptar la solicitud de la COB de un incremento salarial superior al 7 por ciento porque elevaría aún más el déficit fiscal (ver cuadro 1 y gráfico 3).
GRÁFICO 3. EVOLUCIÓN DEL SUPERÁVIT(DÉFICIT) FISCAL SPNF RESPECTO AL PIB (%) 2006-2017
En síntesis, de una gestión de abundancia de recursos públicos ingresamos a una gestión de escases de recursos públicos que paulatinamente se viene ajustando afectando a todos los sectores económicos sin excepción en diversas magnitudes que varían según el grado de vinculación (acoplamiento) de las empresas privadas con el Estado. En estas circunstancias tienen que continuar ajustando sus costos (atenuar la elevación de las planillas de sueldos y salarios por excesivos incrementos), mejoren su productividad y ser creativos, para mejorar la competitividad y ventaja respecto a las empresas extranjeras.
En general el incremento salarial para el 2019 se recomienda que varié entre un rango de 0 por ciento hasta 1,51 por ciento (tasa de inflación registrada de 2018de 1,51 por ciento). Cada institución del sector público y sector privado tiene que evaluar sus costos y determinar la tasa porcentual de incremento salarial dentro del rango recomendado siempre y cuando tengan la capacidad y solvencia de ingresos para pagar el incremento salarial (ver cuadro 2).
CUADRO 2 RECOMENDACIÓN DE INCREMENTO SALARIAL 2019 PARA SECTOR PUBLICO Y PRIVADO
En el caso de las pequeñas y medianas empresas tienen que contar con una flexibilidad en la política de incremento salarial que apruebe el gobierno para la gestión 2019, cuidando la estabilidad y permanencia de dichas empresas que no tendrían suficientes ingresos para cubrir elevados incrementos salariales que aumentarían sus costos promedios variables que superarían a los precios vigentes a pagar por los consumidores, originando el cierre de empresas y despido del personal. Para atenuar los problemas económicos adversos a la estabilidad económica del país que podría ocasionar el incremento salarial 2019 se recomienda que la tasa de incremento salarial varíe entre un rango de “0 por ciento hasta 1,51 por ciento”.
Con relación al incremento del salario minino nacional de 3 por ciento, es aconsejable que no se incremente y además tiene que participar el sector privado en la negociación salarial tal como estipula la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Durante los meses de enero y febrero del 2019 se registraron tasas de inflación bajas siendo 0,22 por ciento y -0,15 por ciento respectivamente, que acumulado en el primer bimestre fue de 0,07 por ciento, que significa una tendencia declinante y baja inflación esperada en los próximos meses.
Según fundamentos y principios económicos se tiene que buscar mantener una tasa de inflación baja que beneficia a todos los agentes económicos principalmente a los consumidores, porque disminuye sustantivamente el impuesto inflacionario a los tenedores de saldos monetarios en moneda nacional y además se mantiene una tasa de interés nominal baja, para que también los empresarios se beneficien accediendo a líneas de crédito bancario con tasas de interés real atractivas para realizar emprendimientos nuevos. Sin embargo, si la tendencia es hacia una baja continua se corre el riesgo de que la economía pueda caer en una recesión con efectos desfavorables para todos los agentes económicos.
Germán Molina Diaz es economista, miembro de número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas y docente en la UCB