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Opinión

Frenos, pandemia, bloqueos, institución y mensaje

12 de Noviembre, 2024
GERMÁN MOLINA DIAZ
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En un análisis de opinión  de fecha 26 de julio del 2023 ¿Para qué sirve el freno? sobre mi experiencia del primer día de clases en agosto de 1979 en el Posgrado de Economía en el Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina (CEMA), en la materia Teoría de los Precios, el profesor Carlos Alfredo Rodríguez explico que los frenos no servían para frenar, sino sirven para aumentar la velocidad de los vehículos, porque sin frenos la velocidad seria moderada y la conducción seria con prudencia para prevenir un accidente.  En una economía, los frenos o controles en la asignación de los recursos económicos aceleran que los bienes y servicios escasean o desaparezcan rápidamente en los mercados.

En el transcurso del tiempo sucedieron otras formas de frenos como fue: la pandemia del COVID-19; protestas y paros e instituciones frágiles.

Ante la pandemia COVID-19 a partir del 22 de marzo del 2020 se priorizo la vida a la economía declarando una cuarentena rígida paralizando las actividades cotidianas de las personas y empresas, sin embargo, algunas labores presenciales fueron sustituidas por virtuales como sucedió con la educación y otras actividades, sin embargo, afecto al sistema de precios y a la producción de bienes y servicios.

Marchas de protestas o bloqueos contra una administración gubernamental nacional, departamental, municipal, jueces o fiscales destrozan la confianza, credibilidad, distorsionan el sistema de precios y los incentivos aspectos básicos de una economía atractiva para la inversión, producción y empleo[1].

Tener de alta calidad instituciones políticas y económicas en las naciones explican su éxito o fracaso[2], es decir, resultados económicos negativos se explicarían por la baja calidad institucional.

Los frenos, pandemia,  débiles instituciones, una estructura de organización política, económica  administrativa del Estado boliviano que gasta más que su ingreso, Modelo de Economía Social Comunitaria Productiva 2006-2024” (MESCP), política económica y sus resultados desfavorables porque se basa en una concepción de la sociedad y la economía que pretende mostrar a las acciones estatales como fruto de decisiones colectivas pactadas libremente, sin respetar la libertad individual de las personas y costos elevados de pérdida de la productividad, competitividad y bienestar económico del país.

Si el papel del Estado abarca todas las actividades en el país y cuando así sucede, según la Escuela de Economía de la Elección Pública el resultado será que tiende a un gobierno grande y mercados con control.

La política de estatismo e intervención de los mercados de bienes y servicios, ocasiona la pérdida de competitividad y productividad, y además la falta de reglas claras estable un clima adverso a la producción, inversión y consumo.  Los consumidores, empresarios bolivianos y extranjeros son agentes racionales que conocen el modelo de economía estatista populista[3] y las consecuencias que tiene, y por lo tanto toman sus decisiones anticipadamente a los efectos de las políticas públicas.

Los datos de las principales variables macroeconómicas durante el trienio 2021-2023 y 2024 registran cambios en los niveles y tendencias. 

El crecimiento económico en el periodo 2020-2023 registra cambio de tendencia de un decrecimiento de 8,7 por ciento el 2020 a un incremento de 6,1 por ciento el 2021 y continua el 2022 con un menor crecimiento de 3,6 por ciento el 2022 y una tasa de incremento de 3,1 por ciento para el 2023, con un promedio en el trienio de 4,3 por ciento por debajo del promedio esperado de 5,1 por ciento en el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES). Al primer y segundo trimestre 2024 el crecimiento de la economía registro 1,31 por ciento y 2,58 por ciento respectivamente muy por debajo del programado en el PDES. 

Respecto al costo de vida medido con la tasa de inflación durante el período 2020 al 2023[4] van de un mínimo de 0,67 por ciento el 2020, un 0,90 por ciento el 2021, a un máximo de 3,12 por ciento el 2022 y una tasa de inflación de 2,12 por ciento el 2023, y un promedio durante el trienio de 2,05 por ciento por debajo del programado de 4,7 por ciento en el PDES. que significa que el ingreso fijo de las personas fue afectado de forma moderada según la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC).  También la subvención, precios regulados y el ingreso y salida de productos al país vía contrabando repercutió en los precios internos y la tasa de inflación reprimida y postergada. La tasa de inflación acumulada a octubre[5] del 2024 registro 7,26 por ciento siguiendo una tendencia creciente y duplicando a la tasa de inflación anual programada.

Acerca del comportamiento de la inversión pública como porcentaje del PIB ejecutado, alcanzo un 51,0 por ciento respecto al promedio esperado de 13,5 por ciento, programado en el PDES.

El sector público desde el 2014 hasta el 2024 registra un elevado déficit fiscal[6] respecto al Producto Interno Bruto acumulado de 84,39 por ciento, por mantener un elevado gasto público que no puede ser financiado con recursos genuinos porque “No hay plata” y para cubrir la brecha faltante recurre al endeudamiento externo e interno que al inicio es un ingreso de recursos en dólares y cuando se cumplen los vencimientos según los plazos establecidos en contratos significa una salida de dólares para pagar los intereses y la amortización del capital como sucede ahora.

En el período 2015-2023 la balanza comercial acumulada en nueve años alcanzo un déficit respecto al producto interno bruto de 43,4 por ciento, porque las importaciones estuvieron por encima de las exportaciones. 

Bolivia en la actualidad se caracteriza por tener déficits gemelos de balance fiscal y balance comercial.   Por otra parte, los déficits gemelos permanecen nueve años y al ser prolongado tiene sus consecuencias no favorables en la inversión y el consumo por la desconfianza de los consumidores y empresarios acerca del modelo económico, política económica y sus resultados.

El 2006 el tipo de cambio nominal promedio fue Bs8,03 = $US1 y el stock de las RIN del BCB fue de $US3.178 millones y el 2023 el tipo de cambio nominal promedio fue de Bs6,96 cotización oficial menor en Bs1,07 (-13,3%) y el stock de las RIN del BCB de $US1.709 millones menor en $US1.469 millones (-46,2%), es decir con un monto mayor de divisas el precio del dólar fue más elevado, diferente a lo que ocurre hoy porque con un monto menor de divisas el precio del dólar es menor que incentivo el funcionamiento de un mercado paralelo del dólar, un atraso cambiario  y el retorno de la brecha cambiaria.

Fueron emitidos varios informes no favorables sobre la economía boliviana al 2024 por empresas internacionales calificadoras de riesgo señalando que Bolivia se mantiene como el segundo mayor ‘Riesgo País de la región, solo por debajo de Venezuela que tiene el índice más alto, que significa la probabilidad que no cumplamos con nuestras obligaciones financieras externas por la escasez de dólares.

Por lo mencionado, con el actual marco normativo, conceptual, modelo económico, política económica con el argumento del pachamismo económico los resultados son: escasez de dólares; escasez de gasolina y diésel; elevado déficit fiscal; déficit cuasi fiscal; déficit de balanza comercial; bajo crecimiento económico; elevada inflación; brecha y atraso cambiario; chaqueo descontrolado etc. que del talento boliviano en lo económico nos condujo al lamento boliviano económico. La actual situación económica, política, social y medio ambiente del país es compleja, delicada sin perspectiva de resolverla en el corto plazo porque el país transita por un ciclo presupuesto electoral por la proximidad de las elecciones nacionales en agosto del 2025. 

Ningún modelo económico es cien por ciento correcto o erróneo. Todos tienen aspectos positivos y también negativos. Algunos son económicamente consistentes y otros inconsistentes. Otros son consistentes políticamente, pero no son sostenibles económicamente. Es decir, la realidad concreta es muy diferente a un modelo económico teórico, que aun ajustándolo no resuelve las necesidades de las personas, por lo tanto, no se tiene que insistir, forzando que todos se ajusten a un modelo teórico, sino hacer las cosas bien dejando de hacer alquimia económica y se respete los principios y leyes económicas. Seguir experimentando con ideas que ya fueron probadas y sin éxito pueden hacerlo, pero también deben asumir los costos que representan.

Con relación al mensaje presidencial del 8 de noviembre del 2024 a cuatro años de gestión, discurso pronunciado por el jefe del Estado  al inicio del nuevo y último período legislativo 2024-2025, genero expectativa de que brindaría una rendición de cuentas y el anuncio de medidas destinada a resolver los problemas que padecen los hogares y empresas, pero no fue colmada y solo señalo que: no lograron prever como gobierno tener cuatro años de asedio sistemático de fuentes internas; que el reciente bloqueo ha costado cerca de cuatro mil millones de dólares; que logro mantener una economía estable en medio de vaivenes en los precios en la canasta básica; que la iliquidez temporal del dólar la enfrentara hasta resolverla; que la Asamblea Legislativa apruebe los financiamientos internacionales y los contratos para la industrialización del litio; que somos parte de los BRICS; que la problemática económica actual se origina en la falta de inversión en el sector energético; en 7 de los 9 departamentos se explora, con 49 proyectos exploratorios y perforaron 21 con 12 exitosos; que se produciría 1.000 toneladas de carbonato de litio grado batería en julio 2025; que una producción anual de un millón de toneladas de acero  significará mil millones de dólares en importaciones; que el Censo de Población y Vivienda  es moderno, transparente, participativo; que el modelo económico les dan razones para sentirse orgullosos; acepto que tienen problemas, y esperanzas; que rectificará los errores cometidos y reconoció que este año es político y trabajara por la estabilidad política, económica y social. 

No menciono nada sobre: el riesgo país que en el ranking latinoamericano Bolivia se ubica en segundo lugar después de Venezuela; el déficit fiscal y balanza comercial; la deuda externa e interna; la declinación de la actividad económica y principalmente respecto al PDES 2021-2025 que fue presentado al Legislativo y su ejecución en 4 años no se aproxima a las variables programadas de crecimiento económico promedio, tasa de inflación promedio y el ratio de inversión pública respecto al PIB promedio, situación que significa que la gestión gubernamental no cumplió con su plan que oferto a los bolivianos.  

En conclusión, la economía es el estudio de la humanidad en sus quehaceres cotidianos como lo definió Alfred Marshall[7] que sigue vigente en el siglo XXI y por lo tanto, para que la economía boliviana logre un crecimiento económico elevado y sostenible reconsidere la vigencia de las sencillas verdades económicas, en la elaboración y aprobación de políticas económicas. 

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[1] 43 años de conflictos, CERES, Plural Editores. un estudio del Observatorio de Análisis de Conflictos Sociales (CERES) revela que en los últimos 40 años se ha registrado, en promedio, un conflicto cada día en Bolivia. Entre 1970 y 2010 hubo 13.897 conflictos.

[2]El Premio Nobel de Economía 2024 fue otorgado a los economistas Daron Acemoğlu, Simón Johnson y James Robinson por sus investigaciones pioneras sobre el impacto de las instituciones en el desarrollo económico y la prosperidad de las naciones.  

[3] Según Dornbusch y Edwards (1992) distinguen cuatro fases comunes a la gran mayoría de experiencias de economías populistas.  La primera crece la producción, los salarios reales y empleo, y las políticas macroeconómicas tienen gran éxito.  La segunda se crea cuellos de botella en la economía debido en parte a una fuerte expansión de la demanda de bienes nacionales y en parte a una creciente falta de divisas.  La tercera es la escasez generalizada, aceleración de la inflación, deficiencia de divisas, fuga de capitales y desmonetización de la economía, déficit presupuestario, disminución de ingresos fiscales y aumento del costo de los subsidios.  Finalmente, viene una estabilización ortodoxa de la economía. 

[4] Utilizando año base 2016, según publicación “Memoria de la economía boliviana 2023”.

El costo de vida medido con la variación del IPC sube moderadamente porque se mantiene una inflación reprimida, gracias a una política fiscal de subvención en las tarifas de hidrocarburos, electricidad y algunos alimentos en la actualidad que permite a los consumidores acceder a precios regulados y su abastecimiento, pero afectando al crecimiento de la producción nacional y la creación de nuevos puestos de trabajo.

[5] Información disponible al momento de redacción del análisis.

[6] Memoria de la Economía Boliviana 2023, que salió a la venta el viernes 6 de agosto con información a septiembre 2023 del déficit fiscal respecto del PIB de 5% que incorporando la información del cuarto trimestre 2023 periodo de elevada expansión del gasto público llegaría a dos dígitos.

[7] Principios de economía, Alfred Marshall, 1989. Cita en Principios de Economía, N. Gregory Mankiw. 

El aitor es economista, miembro de número de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, docente de la UCB e Investigador asociado del IISEC.