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Opinión

El “Hombre Invisible”

19 de Septiembre, 2024
ANTONIO JORDÁN JIMENO
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Quedará marcada en la historia de Bolivia el lunes 26 de agosto de 2024 como un día de luto para la Compañía de Jesús (Jesuitas), para el periodismo y para el país entero por el fallecimiento de el “Hombre Invisible”, como se hacia llamar Eduardo Pérez Iribarne. 

No era invisible, era todo lo contrario. Estaba presente en cada acontecimiento, en cada hecho, en cada abuso, en cada acto político, en cada desastre social y cada evento cultural, pero no lo hacía por el simple hecho de aparecer sino porque su presencia era una garantía, un símbolo, un tener cuidado, era “Él Padre Pérez”, una marca de respeto pues se lo había ganado con su labor periodística, con su labor social, con su labor en el deporte, con su atención a la salud y con su calidad humana, la que tanta falta le hace a la Iglesia de hoy y a sus miembros, escasos de lo que Jesucristo nos enseñó. 

Como director del grupo Fides tuvo mucho tino en su acercamiento a la población. Cuando tenía que informar o comentar acontecimientos propios del poder político avasallador o cuando el poder sindical se creía dueño único de la verdad, su palabra mesurada y en algunos casos muy elocuente hicieron que “El Hombre Invisible” se constituya en un líder de opinión, enmarcado siempre en el respeto, la búsqueda de la verdad, la defensa de la democracia y sobre todo la promoción y la búsqueda constante de la “libertad”.

La prensa nacional lo despidió con una serie de comentarios todos certeros. Destacaron muchos hechos, marcaron diversos momentos, le otorgaron calificativos considerándolo incluso como una leyenda del periodismo y se escribió “Silencio en los micrófonos ha fallecido el Padre Pérez”. “La emblemática voz del Padre Pérez se apagó”. “Defensor de la democracia desde radio fides”. “Su vocación de servicio social, innovador en el periodismo e impulsor del ciclismo en el país”. “Figura emblemática de los medios de comunicación en Bolivia, fue perseguido por la dictadura. Carisma y lucha”. “Cumplió ayer su último viaje, dejando tras de sí un legado enorme no solo en la radio y la televisión”. Centenares de personas lo acompañaron a su última morada.

Todo lo escrito se debió a los roles que cumplió en su profesión y fuera de ella. Siempre recordaremos que se ganó el cariño del pueblo boliviano en su gran campaña de solidaridad por Navidad, denominada “Por la sonrisa de un niño”, oportunidad en que los “Carros de Fuego” conformados por voluntarios, se concentraban en recaudar todo lo necesario para entregar regalos a niños de escasos recursos, él asumió que el fuego de estos carros constituía un símbolo de la energía divina. Recordamos que cientos de niños llegaban con familiares a unirse a largas colas para recibir un juguete que les hacía palpitar sus corazones de emoción. Y lo recordamos como todo un acontecimiento porque movilizaba a miles de voluntarios la mayoría jóvenes y señoritas, se convocaba a la policía para él orden y la seguridad, se paralizan las calles de algunos centros urbanos por una razón noble y nadie protestaba pues se compartía una alta sensibilidad, alegría y felicidad, por el evento. 

El “Hombre Invisible” era boliviano por adopción, increíblemente más nacional que muchos que solo buscan beneficiarse y empoderarse, sirviéndose del país y de los recursos públicos. Recordemos que por defender la democracia en nuestro país fue perseguido y exiliado, pero nunca claudicó y siempre puso sus principios por delante y los defendió a ultranza. La claridad de sus ideas se reflejaba en sus diferentes participaciones, en sus entrevistas y en sus opiniones como en el recordado debate sobre religión, la Virgen María y otros temas con el representante de Diaconía y la participación de un expresidente. A no dudarlo, tenía las cosas muy claras y sus explicaciones eran totalmente consistentes.

Eduardo Pérez Iribarne, fue responsable y creador de la Corporación Grupo Fides y expandió las labores de la radio a todo el país, creándose un eslogan identificador “Fides es la Gente”. Inicio “La hora del país” 1998 destacada cadena informativa y fue parte del “café de la mañana”. Posteriormente se decidió la expansión hacia la televisión en julio de 2011. 

El “Hombre Invisible” decidió dejar el periodismo después de 49 años y retirarse, según manifestó, para realizar otras tareas en el Colegio San Calixto donde atendería a los padres de familia de los niños que ingresan al colegio. Consultado sobre cual la razón para retirarse manifestó, que el periodismo le canso al tener que comentar sobre tantos delincuentes juntos y eso le quitaba libertad y lo envejeció. Dijo también “las dificultades me estimulan y siempre que las tengo me siento con más energía para trabajar,… no tengo autoridad tengo liderazgo quiero hacer otra cosa, yo soy un combatiente y quiero salir de esta trinchera.

No es posible terminar este recuerdo y homenaje a “el Hombre Invisible” sin mencionar su respuesta cuando recordó lo que dijo Bolivar ante la Asamblea Constituyente en Chuquisaca sobre lo que significaba Bolivia y que además fueron las palabras de su programa de despedida, él contesto:

BOLIVIA SIGNIFICA UN AMOR DESENFRENDO POR LA LIBERTAD.

El autor es administrador de empresas y docente emérito UMSA