En los últimos años a nivel mundial se ha iniciado un proceso en la cual se quiere dar a entender que solo existen los extremos en las creencias religiosas, en las decisiones económicas y especialmente en la política donde se exponen polos opuestos como: la derecha, la izquierda, el capitalismo, nacionalismos, socialismo, entre otras expresiones que denotan las tendencias extremas que suele utilizar el ser humano. Quisiera poner como ejemplo el debate de los candidatos políticos que se efectuó el domingo, de los siete postulantes solo asistieron cinco de ellos, ausentándose dos candidatos que casualmente son los dos opuestos en las ideas políticas-partidistas en Bolivia, uno es Luis Fernando Camacho del partido CREEMOS que se le califica de derecha y Luis Arce del partido del MAS que se califica de izquierda (esos termino me parecen ya retrogradas), demostrando que no quieren debatir sus propuestas e ideas para la construcción de una Bolivia nueva.
Así mismo, ambas tendencias representan a una proporción importante de ciudadanos pero no son la voz de todos los bolivianos, los ciudadanos de centro son dejado de lado por ambos extremos, necesitando un representante equilibrado de centro político-partidista, que pueda tener la habilidad política de tender puentes entre los extremos porque tanto los extremos y el centro son necesarios para poner en marcha la recuperación de Bolivia, que desde el fraude electoral de 2019, la pandemia y la crisis económica necesita de dirigentes políticos que dialoguen desde su posturas ideologías para buscar el bienestar del país.
De igual forma, es necesario que se active LA CIUDADANÍA con una conciencia de elegir a aquella persona que puede generar consenso, dialogo e inclusión de todas las fuerzas políticas que representan a cada boliviano, para ello deben de asumir el deber de ir a votar desde la libertad y conciencia en buscar el bien de Bolivia y no solo del partido donde se milita, recuerden es hora de una alternativa del Poder Ejecutivo, además, la Asamblea Legislativa se debería transformar en el lugar donde se encuentren todas las fuerzas políticas-partidistas y no solo de un partido hegemónico sea de izquierda o derecha.
Ronald Valera es filósofo