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Opinión

Democracia o tirania

14 de Enero, 2025
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En Bolivia el 1979 retorno la DEMOCRACIA con un proceso electoral. Se produjo un empantanamiento entre los más votados que encontraron como solución la elección del Presidente del Congreso, como Presidente de la República. Los militares continuaron con un golpe de estado que fue la presidencia más corta en nuestra historia por 16 días. Después se eligió como Presidenta a la Presidenta de la Cámara de Diputados. Ella presidio una nueva elección en 1980, que fue seguida de otro golpe de estado cruento que gobernó por algo más de un año, luego una Junta Militar y dos nuevos Presidentes Militares. Posteriormente se tomó la decisión final de convocar al Congreso elegido en 1980. Los Parlamentarios decidieron en octubre de 1982 designar Presidente de la República a Hernán Siles Zuazo ganador de las últimas elecciones, quien retorno del exilio para asumir su cargo. 

Después de una dura realidad generada y concluida por los gobiernos militares en América Latina, vino la cordura en la política y en las ideologías que pugnaban por controlar el poder. De a poco se fueron diluyendo las convicciones que provenían de los filósofos que sustentaron las formas de optar a los gobiernos, atribuyéndose la representación del pueblo y hablando en su nombre. Se instaló un nuevo ciclo en la mayoría de los países y retornaron la DEMOCRACIA y el derecho a elegir.   

Nuestra historia marco un cambio significativo pese a la cantidad de partidos que proliferaron en la palestra. La crisis económica y social vividas entre el 1982 y 1985, desembocaron en un cambio de tendencia política hacia centro derecha que se consolidó con las elecciones de 1985 y continuó hasta el 2002, periodo comentado por los historiadores Carlos D. Mesa Gisbert, José de Mesa y Teresa Gisbert en Historia de Bolivia pág. 649 “Fue una experiencia que demostró también en este aspecto una creciente madurez de la democracia boliviana.” 

A nivel internacional, la otra cara de la medalla nos muestra que siguiendo el final de los 90, los primeros 24 años del Siglo XXI se han caracterizado por la desesperada búsqueda de controlar el mercado, donde los aspectos sociales y económicos han sido nuevamente prioritarios y generaron una desesperada carrera de competidores por atesorar riquezas, actuando sin conciencia ni escrúpulos y derivando en una búsqueda por ostentar el poder e influir en todas las latitudes del mundo, a fin de consolidar su actitud escondida de sabotaje a la democracia que se había consolidado en la mayoría de países de los diferentes continentes. 

Es triste la historia, si volcamos hacia atrás y vemos los acontecimientos posteriores a 2002 tales como el amotinamiento de un grupo de la policía en febrero, el rompimiento del Vicepresidente con el gobierno, los bloqueos, saqueos, quemas y huelga de hambre que condujeron a la Renuncia del Presidente en octubre de 2003; sin embargo, hubo continuidad presidencial pues el ex-Vicepresidente que rompiera con el anterior gobierno, efectuó cambios en el estado, reformó la Constitución, promovió mecanismos para una Asamblea Constituyente, propuso la Agenda de Octubre y fue el causante del ascenso de un gobierno en el denominado Estado Plurinacional que condujo el país a la destrucción de lo conquistado en crecimiento y desarrollo. El 2005 renunció. Un gobierno interino llamo a nuevas elecciones. Ganó un dirigente cocalero que actuó en un proceso turbulento. En el país se generaron muchos recursos que se dilapidaron, se destruyó la institucionalidad, se confisco el derecho y la legalidad, se multiplicó la corrupción, se hizo un gran fraude electoral con la complicidad del Presidente del Tribunal Electoral el Sr. Salvador Romero (Que por su actuación, hizo llorar a su Padre desde la tumba). A estas alturas ya teníamos impuesta la TIRANIA, que el verdadero ganador de las elecciones de 2019 permitió que se consolide. Por ello, nos mantenemos en la peor de las incertidumbres, en crisis económica con falta de dólares y carburantes, emisión inorgánica y subida de precios, muchas marchas, agudización de la crisis social con alta discriminación y el peor de los latrocinios a los recursos del Estado. 

Hoy seguimos lamentando la falta de decisiones y la visión obtusa y egoísta de la oposición que por su angurria de poder permitió un nuevo periodo de descalabro que hasta hoy nos amenaza, por eso abrigamos la esperanza que como se mostraron los primeros acuerdos, esta vez entendamos que hay un solo enemigo al que debemos derrotar, a aquel que solo quiere destruir y adueñarse del país. 

La historia de los pueblos se repite cuando encontramos similitudes y consignas de la Izquierda del Siglo XXI. La TIRANIA además constituida en dictadura, tomo el poder nuevamente en otro país de América Latina, Venezuela. Tal como reflexionamos el 31 de diciembre de 2024 en este medio de difusión; este es un Año de Esperanza, por ello confiamos que las fuerzas de la conciencia, de los países vecinos, de otros que miran el acontecer latinoamericano desde los distintos continentes, así como la diplomacia internacional actuarán en el momento oportuno y se dará una nueva señal de respeto a la DEMOCRACIA, como deseo y voluntad de la gente. La Gente, que en la era de la información debe ser quien tenga el Poder.

Finalmente visualizamos que los organismos como NN.UU. esta vez no tendrán una actuación vergonzosa como lo hicieron ya en muchos casos y actuarán en consecuencia y con conciencia, pronunciándose en contra del Golpe de Estado al violar la Constitución de Venezuela y actuarán según sus objetivos, preservando la integridad de la población del mundo y no limitándose a emitir comunicados de solidaridad, la mayoría de ellos inoportunos, tibios en su contenido o simplemente cómplices de hechos contrarios a la lógica y la racionalidad del mundo civilizado. 

El autor es administrador de Empresas y Docente Emérito de la UMSA