Tomé prestado el título “Cuando los tontos mandan” de una columna de opinión y libro del novelista español Javier Marías, fallecido hace unas semanas. Sé que tal atrevimiento es reprochable, considerando que no dedicaremos los siguientes párrafos a su formidable obra, sino que nos ayuda a explicar lo que pasa en el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz en más de un año de gestión. El municipio paceño acapara titulares por errores propios, ya sean de gestión o sus conflictos internos dentro de la alianza que gobierna la ciudad. No existen liderazgos claros y demuestran exceso de buena voluntad para tapar su incapacidad política.
Montesquieu planteaba que los poderosos padecen de vivir en una burbuja y creen en la mayoría de los casos, llegar a los puestos que ostentan gracias a méritos propios y no así al azar y las circunstancias. Esto anteriormente mencionado nos ayuda a comprender el pensamiento edil y de la Alianza Por el Bien Común Somos Pueblo, imaginan que llegaron al gobierno de la ciudad gracias a sus grandes capacidades y no por haber sido quienes lograron capitalizar el voto antiMAS.
Los paceños pudimos observar estupefactos que a un mes de haber ocupado sus cargos la bancada mayoritaria tuvo su primera fisura con la independencia de la concejal Maric, para después ver que la concejal Chambilla diera a conocer con algarabía que respondía a los dictámenes de Rafael “Tata” Quispe. Por si fuera poco, la presidencia de Jorge Dulón nos mostró que después de 20 años el Movimiento Al Socialismo fue capaz de sancionar y promulgar 8 leyes. La actual presidenta, Yelka Maric no se queda atrás, el MAS logró sancionar 2 leyes que seguramente serán promulgadas tal como manda la normativa. Sin embargo, no podemos olvidar la bancada de las construcciones ilegales que se encuentra conforma por ambas fuerzas políticas que conforman el concejo.
La ordenanza municipal que modifica la ley de uso de suelos es la muestra de la improvisación edil, verbigracia, el desconocimiento de la normativa y el reglamento del Concejo Municipal. La Ley Municipal N°7 y el Reglamento tienen un vacío normativo y es el de la abstención al momento de votar. Aunque se trató de frenar la ordenanza el procedimiento es claro: debe ser remitida al Ejecutivo y tendrá diez días para promulgarlo o devolverlo al Legislativo con observaciones. En caso de ser devuelto se necesitan 2/3 de votos para ser modificado. Todo indica que será promulgado en el pleno del concejo. La ordenanza no solamente es un atentado contra la ciudad, sino que beneficia a unos pocos. Asimismo, afecta a los bienes inmuebles de los paceños con pérdida de su valor, impactando el bolsillo de todos. He aquí una impericia política, que debería obligar a las autoridades a dimitir.
Los errores siguen sumando, a más de un año de la creación de la rimbombante Agencia Municipal del Bicentenario, nada sabemos del trabajo realizado. La posesión de su director fue noticia en todos los medios de comunicación y entre las tareas a realizar eran documentales y películas. Lo único claro en su decreto de creación es que depende del despacho del alcalde, el resto, el trabajo que debe realizar puede considerarse como un gran capital de sueños y esperanzas. Cabe mencionar, que el nuevo director debería de haber sido posesionado tal como lo dio a conocer el alcalde Arias en el programa “Piedra, papel y tinta” en agosto del presente año.
Para finalizar, no podemos olvidar que hace unos días la Agencia Municipal de Cooperación y el encargado en Relaciones Internacionales sorprendieron con la reunión protocolar del alcalde Iván Arias con el embajador de Bielorrusia. Al parecer desconocen que Alexander Lukashenko es un tirano que se encuentra en el poder desde 1994 y gran aliado de Moscú en la invasión de Ucrania. El concierto por la paz e iluminar el Palacio Consistorial con los colores de la bandera ucraniana fue para la fotografía y la burda propaganda edil.