La Paz, 22 de julio (ANF).- El confinamiento a causa de la pandemia del coronavirus (Covid-19) propició un nuevo mundo de comunicación para las niñas y adolescentes a través de redes sociales y si bien éstas les permite continuar con sus estudios, también las hace vulnerables a enfrentar situaciones de acoso y a la captación para ser víctimas de trata.
Los resultados de la encuesta #ConectadasYSeguras —realizada por Plan International Bolivia— revelan que el 55% de las niñas encuestadas siente que hay más acoso en línea que en las calles. En ese sentido, el 84% seleccionó a Facebook como la red social con más hechos de acoso y violencia digital. Por ese motivo, siete de cada 10 niñas dicen que piensan dos veces antes de publicar un post porque tienen miedo a ser juzgadas.
Esta encuesta —realizada en el marco de la campaña Niñas con igualdad— identificó que el promedio de edad de una primera experiencia de acoso en línea es a los 13 años. A partir de este hecho, las menores reportaron la pérdida de autoestima y confianza en sí mismas, estrés mental y sintieron peligro físico.
Asimismo, el 46% de las entrevistadas asegura que sufrieron acoso en línea (mensajes abusivos y violentos en algún momento de su vida), pero solo tres de cada 10 niñas denunciaron cuando se sintieron víctimas de ello. La primera persona a la que le cuentan estos hechos es a sus amigas, por temor a ser juzgadas por los adultos.
Estos resultados demuestran el peligro que existe en las redes sociales. Ocho de cada 10 niñas —según la encuesta— dicen estar seguras de que en algún momento sufrirán violencia digital o ciberbullying.
Para hacer frente a este tipo de peligros, S.O.S Digital —que es una iniciativa de mujeres jóvenes que luchan contra la violencia digital— brinda talleres de prevención. En los últimos meses, se reunió física y virtualmente con más de 500 mujeres a quienes les enseñó la importancia de navegar en internet sin peligro.
Incremento
de casos de trata
El director de la Fundación Munasim Kullakita y del Movimiento Vuela Libre, Ariel Ramírez, explica que la digitalización en la que vivimos es uno de los factores por los que incrementó los casos de trata.
“Muchas personas adultas al estar laborando en la modalidad de teletrabajo han sido motivadas a la compra de material de explotación sexual. En ese sentido, hemos visto que tanto niños, adolescentes y adultos reciben decenas de anuncios publicitarios en el Facebook y en otras redes sociales sobre el ingreso a páginas pornográficas”, explica.
En criterio de Ramírez, la pandemia cambió las dinámicas de trata y de la explotación sexual en Bolivia de manera muy alarmante ante la falta de un sistema de prevención y de protección adecuado.
Además, resalta que detectaron un aumento de páginas web de pornografía en Bolivia y que en páginas de comercio sexual se incrementó la oferta de adolescentes.
El Informe Global sobre la Trata de Personas presentado a inicios de este año por Naciones Unidas explica que mayormente las niñas son captadas con fines de violencia o explotación sexual y los niños para trabajos forzados. El documento detalla la transversal de la pandemia como factor agravante.
En Bolivia, el informe de Ejecución de la Política Plurinacional de la Lucha contra la Trata y Tráfico de Personas afirma que en 2020 recibieron 511 casos denunciados, mientras que en 2019 hubo 833 denuncias, entre ellas muchas niñas y adolescentes.
Probablemente el hecho que las cifras no reflejan el incremento de casos se debe a las formas de captación, entre ellas las redes sociales que apunta a personas cada vez más jóvenes; además de que durante la cuarentena la atención de la Policía se redujo considerablemente.
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