La Paz, 17 de noviembre de 2024 (ANF).- Luego de recibir dos fallos adversos a sus intereses políticos, el expresidente Evo Morales dijo hoy que el Gobierno intenta descuartizar el movimiento indígena, atribuyéndose toda la representación de esa población.
En las últimas dos semanas, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) emitió dos fallos contrarios a los intereses políticos de Morales. Primero decidió ratificar que en Bolivia no existe la figura de reelección indefinida de forma continua o discontinua, estableciendo que un presidente sólo tiene derecho a dos periodos de gobierno. Recientemente, la misma supra instancia dictó quitar a Morales de la máxima representación del Movimiento Al Socialismo (MAS) y reconocer la presidencia de Grover García, afín al presidente del Estado, Luis Arce.
“Luis Arce está cumpliendo el plan del Imperio contra Bolivia. Con el respaldo de toda la derecha, y utilizando al Estado y sus funcionarios, está intentando descuartizar al movimiento indígena y popular de nuestro país”, sostuvo el exmandatario.
La situación de Morales estuvo complicada antes de los últimos fallos constitucionales. En septiembre fue denunciado por embarazar a una adolescente de 15 años en 2015, así lo confirmó el padre de la víctima.
El caso estuvo avanzando en la Fiscalía de Tarija hasta que fue convocado a declarar, pero se negó a asistir a la cita y sus afines decidieron iniciar un bloqueo de carreteras por 24 días. Durante esas jornadas de protesta se registraron el uso de explosivos en los enfrentamientos con la Policía. Por esos hechos, varios dirigentes evistas fueron aprehendidos y otros están siendo buscados.
Haciendo una analogía con Tupac Katari, el expresidente dijo que los “cuatro caballos” que usa el Gobierno para “descuartizar” el movimiento indígena y entregar Bolivia a la derecha son: uno, los magistrados autoprorrogados del Tribunal Constitucional que hacen sentencias a medida; dos, La policía y los fiscales para hacer efectiva la persecución de dirigentes indígenas y la ocupación de las sedes de las organizaciones; tres, el Tribunal Supremo Electoral que se subordina a los intereses del gobierno; y cuatro, los medios de comunicación que se enriquecen con la pauta gubernamental y satanizan al movimiento popular.
Morales aseguró que la historia condenará a todos esos actores por ir en contra de sus intereses.
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