La falta de presentación del 100% de las actas de votación de las elecciones en Venezuela, tanto por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Mesa de la Unidad Democrática representada por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, generan una incertidumbre y una tensa espera por el conteo total de las actas en tormo a los resultados de las elecciones. Pero fundamentalmente una disputa por el sentido y la imposición de una narrativa frente al gobierno de Nicolas Maduro que se evidencia en las diferentes posiciones que asumen los diferentes gobiernos del mundo, en los informativos de diferentes medios de comunicación y sobre todo en las redes sociales como Facebook, Instagram, YouTube y WhatsApp.
Esta disputa también se pudo y se puede identificar en los diferentes comunicados por parte de los gobiernos de Latinoamérica y otros países del mundo, frente al anuncio de los resultados de las elecciones en Venezuela, los cuales permiten identificar diferentes lecturas y matrices de interpretación, los cuales se pueden agrupar en tres posiciones principales, pero con sus particularidades internas. Inicialmente los gobiernos de Argentina, Paraguay, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, Uruguay, Republica Dominicana, Ecuador que indican que las elecciones en Venezuela las gano Edmundo González Urrutia y que los resultados anunciados por el CNE son un fraude de Nicolas Maduro y que no reconocerán sus resultados, tales como los gobierno. Posteriormente los gobiernos de Rusia, China, Irán, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Honduras que una vez que el CNE declaró como ganador a Maduro lo felicitan y aceptan sus resultados. Finalmente, los gobiernos de México, Colombia, Brasil, EEUU, Guatemala, Chile, también algunos países europeos, como Italia, Reino Unido, España, la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas (ONU) con una posición más cauta con sus particularidades y susceptibilidades que exigen el conteo total de las actas de los resultados de la elección en Venezuela.
Los comunicados por parte de los diferentes gobiernos, sobre todo las dos posiciones polarizantes demarcan en cierta medida las matrices de interpretación y las fronteras del campo político Latinoamericano y sintetizan los valores contrapuestos frente al gobierno de Nicolás Maduro, que permiten identificar un gran número de conflictivos temáticos que actúan como puntos de bifurcación en la estructuración en el campo ideológico Latinoamericano.
Estas matrices de interpretación, tienen su caja de resonancia sobre todo en las redes sociales como Facebook, Instagram, YouTube y WhatsApp, donde también se libra la disputa por el sentido que se evidencia aquí en Bolivia, por ejemplo, donde la discusión de lo que ocurre en Venezuela no gira en base a quien tiene mejores argumentos para defender su postura, sino en las antipatías y simpatías frente a Maduro.
No se puede negar que hay protestas masivas en Venezuela frente a los resultados de las elecciones en Venezuela, pero es curioso ver en las redes sociales la circulación de imágenes y videos de movilizaciones adulteradas de fechas pasadas los cuales forman parte de la disputa por el sentido que ya se podía ver días antes de la elección, donde diferentes actores políticos e influencer críticos al gobierno de Maduro instalaban la narrativa del fraude y que Nicolás Maduro no podía ganar las elecciones y que Edmundo González no podía perder las elecciones porque la mayoría de las encuestas daban como ganador con un 70 % de los votos a la oposición y a Maduro apenas el 30 % de los votos.
Hasta ahora tanto la oposición y el CNE no han presentado la totalidad de las actas de la votación en Venezuela, lo que lleva a indicar que tanto la posición y el oficialismo serán los responsables de una mayor convulsión social y un mayor baño de sangre que pueda ocurrir en Venezuela donde como siempre será el pueblo quien pondrá los muertos de uno y otro lado.
Ante ello queda demandar tanto al oficialismo y la oposición un proceso verificación transparente y un conteo de votos de la totalidad de las actas de la elección en Venezuela. Lo cierto es que más allá de las valoraciones personales que se pueda tener sobre lo que pasa en Venezuela, hay grandes intereses geopolíticos e ideológicos que mantienen a Maduro en el poder y hay grandes intereses que por las mismas razones quieren sacarlo del poder.
El autor es politólogo