ERICK R. TORRICO VILLANUEVA
La calidad y prestigio de las universidades dependen de factores que permiten clasificar su potencial de contribución a diferentes áreas de desenvolvimiento de la sociedad.
Ahí figuran la disponibilidad de un proyecto académico pertinente así como de una infraestructura apropiada con bibliotecas, centros de documentación, laboratorios y centros de investigación, una relación adecuada entre los números de docentes y estudiantes o personal docente con estudios de doctorado y contratos de tiempo completo.
Otros elementos para la valoración son la producción intelectual (volumen de publicaciones científicas y de citaciones), la participación en redes internacionales de investigación, el impacto en la web y la reputación académica.
A partir de esos estándares, en conjunto o mediante una selección, varias organizaciones especializadas establecen regularmente la posición que ocupan las universidades a escala global, regional o nacional.
En ese marco, para 2018 se calcula en 13.000 el total de universidades existente en 200 países, cifra que refleja una muy grande diversidad y supone una compleja trama en materia de competencia. De ahí que contar con criterios de apreciación y comparación de su desempeño académico sea fundamental para la toma de decisiones que va desde la elección de una carrera hasta la definición de políticas públicas o de estrategias de cooperación.
En ese sentido, es interesante saber que las 20 principales universidades del mundo son estadounidenses (empezando por el Massachusetts Institute of Technology) y que hay una sola latinoamericana –la Universidad Nacional Autónoma de México– que figura entre las primeras 100, ubicándose en el puesto 44 del estudio efectuado por UniRank (University Ranking), una organización con base en Australia que evalúa la presencia web y la popularidad de las universidades.
Según UniRank, no hay ninguna universidad boliviana entre las 200 de mayor presencia en América Latina, en tanto que en el ámbito nacional las 5 más significativas, en este orden, son la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) y la Universidad Católica Boliviana (UCB) de La Paz.
A su vez, el ranking mundial de universidades de Quacquarelli Symonds, una compañía de análisis con oficinas en Europa, Asia y África, muestra que sobre un total de 385 centros universitarios registrados en Latinoamérica son instituciones de Chile, Brasil y México las que se sitúan en los primeros puestos. Las universidades bolivianas que aparecen en esta clasificación son la UMSA (ubicación 91), la UMSS (171), la UCB (181), la Universidad del Valle (201) y las universidades Juan Misael Saracho y Técnica de Oruro, que comparten la posición 301.
Finalmente, de acuerdo con el Ranking Web de Universidades (Webometrics) del gobierno español, centros de Brasil, México, Chile y Argentina encabezan a las 3.674 universidades registradas en América Latina; los 5 primeros de Bolivia son la UMSS (ubicación 215), la UMSA (313), la UCB (433), la UAGRM (474) y la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (708).
La panorámica precedente da cuenta del bajo nivel de competitividad internacional de las universidades bolivianas (según Webometrics, la primera, la UMSS, se coloca en el puesto mundial 3.045), hecho que sin duda debiera dar para la preocupación general.
Erick R. Torrico Villanueva es especialista en Comunicación y análisis político.