Ir al contenido principal
 

Opinión

Sociología al MAS

3 de Febrero, 2025
Compartir en:

Empecemos por los hechos, el Movimiento al Socialismo fue fundado curiosamente en Santa Cruz hace 30 años, está en el poder desde el año 2002 con una fuerte bancada en el parlamento, desde donde ejerció presión para tumbarlo a Goni, desde ese momento hasta acá no ha dejado el poder, una vez se entronizaron en el poder el discurso oficial de evo morales era “nos han explotado, excluido, marginado 500 años, hemos venido a quedarnos otros 500 años”, “no somos inquilinos, somos dueños de esta noble tierra”, y efectivamente no han soltado el poder desde hace veintitrés años.

Vemos al Mas desde tres aspectos o enfoques: Constitución y Nacimiento, Ideología, y Cómo entiende y opera en la Sociedad y desde el Estado. Estos enfoques nos hace entender con relativa facilidad que es el Mas, quienes lo conforman, cuál es su concepción del Mundo, el uso de la Violencia Social cuando no les alcanza el uso de la violencia judicial, de los aparatos de Estado (y su combinación simultánea) y como función lógica de todo eso hacia donde nos están llevando como Sociedad. En suma, entender su forma de Dominación Social (Weber), porqué los conceptos “estado plurinacional” e “indígena originario campesino” atraviesan transversalmente toda la Constitución Política y leyes de desarrollo, la propaganda y simbología estatal, y no tanto conceptos o categorías socialistas o comunistas, porque los símbolos estatales son la whipala y la hoja de coca y no la hoz y el martillo, sus héroes son Tupaj Katari y Bartolina Sisa, no Karl Marx, Lenin o Rosa Luxemburgo que son desconocidos por la militancia del Mas.

Constitución y Nacimiento, es bastante conocido que el Mas fue y está conformado por lo que ellos mismos denominan las trillizas u organizaciones matrices, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, la Federación Nacional de Mujeres Indígena Originarias “Bartolina Sisa” y por la Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia (hoy “interculturales”), después se fueron sumando otras organizaciones indígenas como la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano y la Confederación de Ayllus y Marcas del Collasuyu (denominadas en esa época así, hoy han cambiado un poco sus denominaciones), como se ha repetido bastante fue un movimiento del campo a la ciudad, “el Mas ha sido parido por el movimiento indígena originario” decían evo morales y qananchiri (en aymara el que aclara, así se hizo llamar álvaro garcía), y repetían todos los ministros y militantes de base. A estas alturas todo eso está - o debería estar -, más o menos claro, la Central Obrera Boliviana, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia y ahora la Federación de Cooperativas Mineras no fundaron al Mas y entraron después. Esto marca un hecho social, político e ideológico, el Mas no usó la vía clásica, la contradicción clasista a la que acudieron durante décadas todos los partidos socialistas, comunistas, trotskistas y maoístas bolivianos. Acudió y uso la vía de su base social fundadora, (lo que el mundo académico boliviano ha denominado) “el problema étnico” o la Contradicción Étnica, desechando primero a la COB, al mundo obrero y a los partidos que usaban y usan la contradicción de clase o económica, no es que la deseche o no la asuma, simplemente el Mas definió que la contradicción principal económica, social, cultural e ideológica es la Contradicción Étnica y que esta, crea, predefine y condiciona todas las demás, al fin de cuentas dicen “un minero nace de una mujer de pollera”, “al igual que un obrero, un comerciante, un empleado”, “todos tienen raíces indígenas”, lo que ocurre dice el relato oficial del Mas y del Estado plurinacional es que la identidad de clase se sobrepuso a la Identidad Indígena o Cultural, porque teníamos un estado racista y colonial que hizo que la gente niegue sus raíces indígenas, “los hermanos de la COB estaban equivocados al marginar a los indígenas del campo, así como los partidos socialistas asumiéndolos solo como obreros, su identidad de clase, negando su Identidad Cultural”. Esto explica porque la COB y otras organizaciones urbanas no figuran en el estatuto del Mas, también ayuda a explicar su base social, como y quienes lo constituyeron.

Ideología, como acabamos de ver la ideología del Mas no es el socialismo, es fundamentalmente el Nacionalismo Cultural y Estatal, traducido como “plurinacionalismo de Estado” que reivindica e interpela a la Identidad Cultural de los agentes, no a su condición de clase a la vieja usanza izquierdista. El Mas identificó que la Identidad Cultural o Nacional de los agentes en Bolivia y en el mundo han funcionado muy bien como una fortísima y terrible palanca política, recuérdese simplemente el ejército de Zarate Willka y su función en la mal llamada “Revolución Federal” de 1899 que produjo el traslado del poder político de Sucre a La Paz, la Revolución Nacional del 52 del MNR, o el Modelo Endógeno de CONDEPA; el Nacionalismo Cultural o “étnico” como algunos lo llaman en Bolivia y en el Mundo siempre ha sido un expediente letal cuando ha sido “despertado” o usado. Asímismo, el Nacionalismo ha sido un expediente tradicionalmente usado por los partidos marxistas o comunistas, para empezar en los lugares donde han sido fuerte, en la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y China que eran y son lugares con una altísima diversidad étnica, de hecho, incluso hoy Rusia está usando el “Nacionalismo Ruso” para justificar la invasión a Ucrania. Recuérdese las Guerras de la ex Yugoslavia o Guerra de los Balcanes, de otro lado Hitler usó también el Nacionalismo para entronizarse en el poder y promover la Segunda Guerra Mundial produciendo millones de muertos.

En síntesis, el Nacionalismo transfigurado como “plurinacionalismo” en Bolivia, es una ideología que pega o se asienta con mucha más fuerza que cualquier otra ideología, el socialismo a secas como ideologuema individual, suelto o solo, nunca ha triunfado en Bolivia, esto quiere decir que la facción socialista de la dirección política del Mas vinculada a Rusia, China, Irán, Grupo de Puebla, Foro de San Pablo, etc, está usando la vía Nacionalista, y no al revés, que el Nacionalismo boliviano esté usando el relato o narrativa socialista para “convencer y seducir” a los bolivianos.

Asímismo, es harto conocido desde la década de los 70 del siglo anterior el Indianismo/Katarismo, el primero propugna abiertamente la separación del mundo o etnia aymara de Bolivia a través de la creación de otro Estado Aymara, que era lo que proponía el “Mallku” Felipe Quispe abiertamente, el segundo, el Katarismo, plantea mantener el Estado boliviano pero su transformación a través del reconocimiento de las “culturas ancestrales” y su dominio sobre la “cultura colonial o advenediza europea”. En conclusión, de hecho ninguna de las dos vías Nacionalistas, ni la universal ni la local son creación del Mas, lo que hizo el Mas fue asumir, como les gusta decir aquí en Bolivia, “pragmáticamente” el Indianismo/Katarismo y volverlo su “núcleo ideológico” como dice qananchiri, o mejor, para ser más preciso o exacto transformarlo en “Ideología de Estado” según la nomenclatura de Marx, Gramsci o Altusser. Al ser el Indianismo muy radical, el Katarismo les sirvió para “suavizar” el relato y a través del “plurinacionalismo” integrar o por lo menos hablar en términos de propaganda no solo de todas las etnias, sino de “todos, blancos, indios y mestizos, el Estado plurinacional es de todos y para todos”.

Como entiende y opera el Mas en la Sociedad y el Estado, como el Mas considera, esto es, parte de la premisa de asumir o creer que el Estado y Sociedad boliviana son históricamente racistas, y que han sometido a los pueblos indígenas desde la Colonia hasta la actualidad, y como no se cansan de repetir, “esa violencia ha sido física, económica, social y cultural, para hacer desaparecer a los pueblos indígenas”, y asumiendo “la historia larga” que los derechos de los pueblos indígenas han sido conquistados con movilizaciones violentas” como la Rebelión de Tupaj Katari a la que hacen referencia cada vez que pueden, la masacre de kuruyuqui, el ejército irregular de Zárate Willka en 1899, la Revolución del 52, y contemporáneamente las movilizaciones o bloqueos coordinados de la “Guerra del Agua” en la ciudad de Cochabamba, en el Chapare de los cocaleros y en el altiplano y el Alto en los años 2000 y 2003 con la “Guerra del Gas”, han hecho o determinado que la Violencia Social para imponer no solo demandas sociales, sino un Programa Político y otro tipo de Estado, sea no solamente una narrativa, sino de hecho un “habitus político y social” (Bourdieu), algo así como una “respiración social” que por su práctica consuetudinaria y reiterativa a través del tiempo, es considerada legítima y natural. Esto, desde el punto de vista de la historia boliviana y la práctica “cotidiana” y naturalizada de las organizaciones sindicales afines y no afines al Mas, es decir, no cuestionada por los medios, el campo político y la sociedad en general, es una especie de resignación social y cultural, nadie hace o puede hacer nada contra esta práctica y en este momento menos el Estado.

Ni que decir de sus aliados transnacionales, el socialismo, los partidos comunistas, se han impuesto a través de Revoluciones armadas en Rusia, China, la ex Yugoslavia, Cuba y ahora Venezuela, a través de la violencia militar y social. Ellos conciben la Sociedad como un campo de batalla simbólica, cultural, social, económica y militar, por eso que confrontan una parte de la Sociedad con otras y contra el Estado, véanse como señalamos la Guerra del agua, Guerra de la Coca, Guerra del Gas, inventándose o creando clivajes de confrontación como “indios/kjaras”, “cambas/collas”, “oriente/occidente”, “pobres/ricos”, “media luna/luna entera”, en los que el campo político ha caído borregamente o adrede vía pactos o acuerdos.

Por eso inherentemente su metodología política es usar partes seleccionadas de la sociedad, grupos, como los cocaleros, los “indios” en tierras altas, los indígenas en tierras bajas, los obreros, los “colonizadores”, los campesinos, los gremiales o informales, los transportistas, las mujeres, los jóvenes, la comunidad Lgtb, etc, no solo para apoyar sus demandas legítimas o no que pudieran tener, sino para cuestionar y trastocar los fundamentos culturales, ideológicos, económicos y morales del conjunto de la Sociedad y el Estado, es decir, trascienden las demandas parciales, de grupo y corporativas de cada una de las partes, y le dan sentido de unidad y unificación a los grupos y sus demandas para cuestionar y trastocar todo el Estado.

En suma, ante los hechos y transcurridos veintitrés años desde 2002, la oposición boliviana no ha hecho ni dicho nada sobre esta forma de entender y ejercer la política y el poder o de entender la Sociedad, hay que admitir sin ambages que aun cuando sea bajo esta forma instrumental, fútil y corrupta, el Mas está referido a la Sociedad, clases y grupos sociales, usa sus demandas y las integra en una ideología, relato o narrativa y que ningún “partido” de oposición o lo que queda de ella, está referido a la Sociedad de ninguna forma, simplemente los “opositores” no pueden ni quieren referirse a la Sociedad, a la que sin embargo necesitan y van a pedir el voto, francamente es fácil prever lo que sucederá en agosto si no cambian su condición política. 

El autor es Cientista Social