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Opinión

Navidad y Año Nuevo de esperanza

31 de Diciembre, 2024
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En Oberndorf Austria el 1818 después de la guerra de Napoleón, Joseph Morhe y Franz Xaver Gruber fueron el escritor y compositor de la canción más grabada y escuchada en la historia del mundo “Noche de Paz”, la que nos deleita con su letra y su melodía al expresar la paz y el amor de la Navidad y sin duda la esperanza que todos deseamos esa noche y más aún. Muchos nos seguimos inspirando en esos versos tan significativos 

como “Noche de paz, noche de amor. Todo duerme alrededor… Brilla la estrella de paz… Llene la tierra la paz del Señor… Todo canta en derredor. Clara se escucha la voz celestial.” Sin duda por ello, se afirma que “ha sido interpretada como un mensaje esperanzador sobre la condición humana. Su condición de canción de paz mundial fue reafirmada con su declaración como patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO en 2011.” 

Se conoce que la Navidad es una de las celebraciones más importantes del mundo católico. Su origen responde a otros orígenes históricos vinculados al Imperio Romano e incluso a ritos paganos; sin embargo, para muchos lo más importante es conmemorar el nacimiento de Jesús de Nazaret. En nuestro país, para la mayoría de los ciudadanos bolivianos, esta es una fiesta que tenemos arraigada en nuestras familias donde prima el espíritu de la Navidad que nos ha legado nuestra Iglesia Católica. 

En todas las regiones de nuestro territorio, como creyentes, se prepara un pesebre representando la Navidad y se rememora con recogimiento y veneración al Niño Jesús Salvador que vino para enseñarnos, darnos su ejemplo y dejarnos sus mensajes en busca de un mundo con más igualdad, más humano, con más respeto y más esperanza. Pero no todo es ideal. Si bien el significado de la Navidad es una tradición de carácter universal, también es un momento de reflexión cuando miramos tras ventanales lo que acontece en distintas partes del mundo donde continúan las guerras, los asesinatos, los robos, las violaciones, las traiciones, los privilegios y las grandes diferencias entre ricos y pobres.

El Papa se refirió a estos temas pidiendo “que callen las armas…. que se abran las puertas a las negociaciones y a los gestos de dialogo y de encuentro, para llegar a una paz justa y duradera”. Mencionó a todas las latitudes del mundo donde hay conflictos. También dijo “Que el nacimiento del Salvador traiga un tiempo de ESPERANZA a las familias de miles de niños que están muriendo…… La crisis humanitaria que…..está causada principalmente por conflictos armados y la plaga del terrorismo y se agrava por los efectos devastadores del cambio climático, que provoca la pérdida de vidas humanas y el desplazamiento de millones de personas.” 

Hemos recibido felicitaciones, buenos deseos y bendiciones, pero no hemos olvidado que ésta es la Navidad más amarga para la mayoría de la población boliviana, que debe sobre vivir con un máximo esfuerzo e imaginando todas las formas posibles para generar recursos, que les permitan comprar un pequeño obsequio para sus hijos y lograr que la sonrisa de su niño muestre su gratitud. En contrapartida, y si bien parecería que el mercado se ha visto movido por un comprar y vender, su flujo comparativo con años anteriores es poco significativo y consecuentemente con mucho menos dinero.  Pese a la crisis que se aprecia en todos los sectores de nuestro país, los creyentes sin distinción hemos orado en busca de días mejores porque para nosotros esta es la NAVIDAD DE LA ESPERANZA y el próximo año será el AÑO DE LA ESPERANZA.

Esperamos que los gobernantes reflexionen y no sigan cometiendo tantos errores y en su último año de gobierno y que, en el Año nuevo, el Año de la esperanza, tomen las decisiones precisas para evitar un mayor deterioro económico que esta dañando a la gran mayoría del pueblo que los apoyo en el pasado. Esperamos que los empresarios asuman una actitud diferente, apelamos a su conciencia y que cumplan no solo con sus trabajadores sino también con sus clientes. Esperamos que el próximo año, Año de la Esperanza, de la paz, del perdón y del arrepentimiento, los dueños de entidades del sistema financiero recapaciten y sacrifiquen parte de las ganancias con las que se han beneficiado gracias al modelo económico de los últimos 18 años, y todos en conjunto preservemos la integridad del país, de manera tal que seamos capaces de mostrar que estamos comprometidos para enfrentar y salir de este periodo de crisis. Este es el momento que el país nos necesita, queremos ver la capacidad de respuesta, de compromiso de todos los sectores y que seamos capaces de poner la cara y no lo hagamos solo en momentos de gloria. Como bolivianos, no podemos quedarnos solo con el consuelo de que vendrán días mejores si seguimos en una actitud pasiva, sin asumir una posición contundente sobre lo que queremos para nuestro país el próximo año y para el futuro. Hoy es responsabilidad de todos el reconstruir el futuro.

 El Papa Bergoglio como sucesor de Pedro en nuestra Iglesia en su mensaje y bendición Urbi et Orbi del pasado 25 de diciembre ha recordado que en esta fecha la mirada del mundo esta puesta en Belén donde Jesús nació por y para todos nosotros. Esta noticia cambio el rumbo de la historia. El Papa dijo: “Todos somos como ovejas perdidas y tenemos necesidad de un Pastor y de una Puerta para regresar a la casa del Padre. Jesús es el Pastor, Jesús es la Puerta. Hermanas y hermanos, no tengan miedo… Vengan, Jesús es la Puerta de la paz.”… “En esta Navidad, inicio del Año jubilar, invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la Puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones.”… “En este día de fiesta, que no falte nuestra gratitud hacia quien se esmera al máximo por el bien de manera silenciosa y fiel.” Agradeció a muchos sectores de nuestra sociedad especialmente a los misioneros esparcidos por el mundo.” A todos ellos queremos decirles gracias.”

El Papa concluyó exhortando: “Hermanos y hermanas, que el jubileo sea la ocasión para perdonar las deudas, especialmente aquellas que gravan sobre los países más pobres. Cada uno de nosotros esta llamado a perdonar las ofensas recibidas, porque el Hijo de Dios,… perdona todas nuestras ofensas. Él ha venido a curarnos y perdonarnos. Peregrinos de esperanza, vayamos a su encuentro. Abrámosle la puerta de nuestro corazón… como Él nos ha abierto de par en par la puerta del suyo. A todos les deseo una serena y santa Navidad.” Y un bendecido nuevo, AÑO DE ESPERANZA.  

El Autor es administrador de empresas y catedrático emérito de la UMSA