La anticipada renuncia del ex vocero presidencial, Jorge Richter, mediante una columna de opinión (algo insólito que nunca se dio esa figura) ha llegado a destapar las divergencias y fisuras que se tiene al interior del propio gabinete ministerial que acompaña al actual presidente del país. Llevando de inmediato a la siguiente pregunta: ¿Luis Arce, está solo?
A pesar de mostrarse ante la opinión pública de que varios “movimientos sociales”, lo están acompañando y respaldando en su gestión presidencial y un aparente respaldo fuerte de sus ministras y ministros que lo secundan, a Luis Arce Catacora se lo ve solo, solito y solo.
El ex vocero presidencial, sacó los “trapitos al sol”, sobre la cruda realidad por la que está atravesando el primer mandatario en su gestión de gobierno. Muy aparte de la difícil situación del manejo económico que tiene y una pobre gobernabilidad desde las esferas parlamentarias, eso hace ver que día que pasa su mandato presidencial se va debilitando muy parecido a un enfermo de salud a nivel esquelético.
También da la sensación de que el vicepresidente, David Choquehuanca, no lo está acompañando y respaldando del todo. A pesar de que en algunos actos se los ve juntos y en otros no. Ambos muestran en sus rostros un cierto distanciamiento, disimulando de que todo anda viento en popa entre ellos. Solo sonríen, cuando hay transmisión del bastón de mando presidencial.
Revisando las atribuciones que tiene el vicepresidente en la actual Constitución Política del Estado (CPE), según el artículo 174: 1. Asumir la presidencia del Estado, en los casos establecidos en la presente Constitución. 2. Coordinar las relaciones entre el Órgano Ejecutivo, la Asamblea Legislativa Plurinacional y los gobiernos autónomos. 3. Participar en las sesiones del Consejo de Ministros. 4. Coadyuvar con la Presidenta o el Presidente del Estado en la dirección de la política general del gobierno. 5. Participar conjuntamente con la Presidenta o el Presidente del Estado en la formulación de la política exterior, así como desempeñar misiones diplomáticas. David Choquehuanca solo cumple a cabalidad el numeral 1 y no así el resto de sus competencias.
Si vemos el rostro del presidente Arce en sus discursos que emite o en pocas conferencias de prensa que brinda, se denota claramente una soledad absoluta por la que atraviesa a nivel gubernamental. Mostrando a veces una sonrisa muy forzada y nada sincera. Como diciendo en el fondo “a que camisa de once varas me he metido”.
En la política no hay lealtad, solo hay interés de por medio. Eso lo está sintiendo en carne propia el actual mandatario, tanto a nivel interno como externo. No por algo está rodeado de ciertos “adulones” que le hacen cerco a él mismo, sin que tenga la posibilidad de conectarse a la devastadora realidad que vive la población en lo económico.
Corre fuerte el rumor en pasillos políticos que, en próximas semanas, algunos ministros estarían siguiendo el mismo camino que tomó el ex vocero presidencial. También se dice que la relación al interior del gabinete ministerial no es de las mejores, habiendo disputas entre sus componentes a tal punto que se comenta, el tema de discusión es el cómo se está llevando adelante la gobernabilidad.
La fuerte presión política y económica tanto desde adentro como desde afuera, lo está arrinconando cada vez más contra la pared al primer mandatario. A tal punto que también existe el rumor de que habría un acortamiento de su gestión presidencial. Lo cierto es que Luis Arce, no la está pasando nada bien en la conducción de los destinos de la patria.
Se le vienen bloqueos de caminos, marchas de protesta porque no hay dólares ni gasolina ni diesel, no hay fuentes de trabajo, los precios de los artículos de primera necesidad que forman parte de la canasta básica familiar suben día a día, la pobreza va en aumento; lo que lleva a la juventud a la delincuencia, entre otros desastres económicos y sociales más que al parecer no tienen solución a corto plazo. Aspectos que nos lleva a preguntarnos: ¿Luis Arce, acabará su gestión presidencial?
El autor es comunicador social
