Hace días el diputado de Comunidad Ciudadana, José Manuel Ormachea, planteo incorporar la categoría de “mestizo” en la boleta del Censo de Población y Vivienda 2022 en el apartado de autoidentificación cultural. Argumentando que en el Censo del año 2012 no se contempló la categoría de mestizo para la autoidentificación del 59% de los bolivianos que no se autoidentificaron con ninguna de las 36 naciones indígena originarias campesinas establecidas en la Constitución.
Para este diputado -que es parte Comisión de Naciones y Pueblos Indigena Originario Campesino, Culturas e Interculturalidad-, una mayoría de la población boliviana, cerca del 60%, no cuenta actualmente con el derecho a una autoidentificación personal y existe una motivación política para negar el reconocimiento de que los bolivianos son mayoritariamente mestizos. A lo que después de unos días el director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Humberto Arandia,indico que una comisión de los ministerios de Justicia y Cultura evalúan si se incluirá la categoría de mestizo en la parte de autoidentificación en la boleta del Censo 2022.
A estas alturas, desde el punto de vista de las ciencias sociales, es difícil pensar que alguien no tenga algo de mestizo. Porque básicamente no existen culturas puras en el sentido cultural y porque además el mestizaje cultural está presente en mayor o menor medida en la mayoría de los pueblos y culturas del mundo. Además, porque, la identidad cultural no es una categoría estática, es una construcción social permanente y dinámica que está sujeta a los cambios del contexto social y político.
Peor aún tomado en cuenta que la identidad cultural, no es una diferencia biológica, ni una diferencia cultural -en el sentido estricto-, sino ante todo una forma de subjetividad. En este caso los bolivianos pueden identificarse como indígenas y no indigenas y ser mestizos.
En este sentido, se puede inferir que, la propuesta de incluir la categoría de mestizo en la boleta censal busca, en el fondo, crear una falsa dicotomía entre lo indígena y lo mestizo y presentar lo mestizo como una identidad distinta frente a lo indígena y no toma en cuenta que el mestizaje es una condición cultural (incluso si se quiere biológica) presente en todos los bolivianos.
El diputado Ormachea y las personas que plantean añadir esta categoría en el Censo, no toman en cuenta que esta categoría, según diferentes estudios, ya no cumple una función diferenciadora de la sociedad. En este contexto, el investigador Xavier Albó en un artículo: titulado: “Censo 2012 en Bolivia: posibilidades y limitaciones con respecto a los pueblos indígenas”, menciona que: “El término “mestizo” es ahora tan polisémico que no ayuda a explicar ni a planificar nada. Su raíz histórica es de tipo biológico racial (algo hibrido), aunque con el tiempo ha adquirido un sentido más cultural. (…) ya es difícil pensar que alguien no tenga algo de “mestizo” y, por tanto, ya no cumple una función diferenciadora de la población”.
En este sentido, incluir esta categoría en el Censo, al ser tan ambigua en lugar de clarificar las cosas, entorpecería sobre todo en lo referido a la planificación de las políticas públicas. Y, en lugar de brindar datos desagregados que permitan analizar estadísticamente la composición social abigarrada del país, esta categoría homogeneizaría sus identidades culturales.
Al respecto la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en una reciente publicación titulada Recomendaciones para los censos de población y vivienda en América Latina, aconseja evitar una clasificación que involucre categorías poco específicas o ambiguas, como por ejemplo “mestizos” o “morenos”. Indicando que “la experiencia de algunos países ha mostrado que ello conduce, efectivamente, a problemas en la captación de la población indígena y afrodescendiente, algo que en contextos de fuerte discriminación puede tender a subestimar a tales poblaciones. Hay que mencionar, además, que el posicionamiento internacional de los pueblos indígenas es, justamente, el de identificarse en tanto “pueblos” y no como grupos racializados a partir de categorías coloniales” (pág. 67).
En base a lo descrito anteriormente, es posible afirmar que incluir la categoría de mestizo en la boleta censal seria poco responsable y un error técnico que respondería a la intencionalidad de crear una falsa dicotomía entre lo indígena y lo mestizo que en el fondo nos llevaría a un proceso de homogeneización nacional y a un ocultamiento de las identidades de los pueblos indigenas, como paso en la segunda mitad del siglo pasado.
Juan Pablo Marca es sociólogo e investigador del CEJIS