
Desde su anuncio, su servidor tuvo fuertes reticencias respecto al denominado bloque de unidad conformado por históricos opositores a los gobiernos del oficialismo, compuesto básicamente por: Tuto Quiroga, Samuel Doria Medina, Carlos Mesa, Fernando Camacho, a los cuales se le fueron sumando diferentes actores bajo el estandarte de derrotar al MAS a como dé lugar.
Mi incredulidad es consecuencia de un análisis coyuntural partiendo de la experiencia que tiene todo aquel que pone un poco de atención al desarrollo de la historia y de acontecimiento pasados, si en La Paz sabemos de algo, es que muchas veces, candidaturas y uniones con el único objetivo de vencer en las urnas al partido de izquierda, terminan en gobiernos disfuncionales y caóticos, como son el caso de la Gobernación del departamento y del municipio.
Santos Quispe logra la victoria contra su contrario del MAS, debido a dos factores, en primera instancia debido al símbolo que representa su padre, Felipe Quispe, verdadero candidato, quien falleció durante la campaña, pues Santos por el mismo no suena ni truena, y como siempre repito, si eres conocido por ser el hijo de…, el amigo de…, el hermano de…, tú como tal no eres nadie, por otro lado, fue apoyado por todo el voto antimasista de la ciudad que a toda costa no quería ver una gobernación bajo el control del MAS, pues ya tenemos suficiente con el estado central, a su alrededor se congregaron una gran cantidad de paceños opositores para lograr la victoria en las urnas y así lo hicieron.
Consecuencia de todo ello, ni pasado un mes, la gobernabilidad del departamento implotó, en su ignorancia nuestro gobernador pensó que cual caudillo no necesitaba el apoyo de los legisladores departamentales de su bancada para hacer gestión, y a los pocos días se puso en conflicto con todos ellos, y para su sorpresa se dio cuenta que no tenía los poderes de un dictador, su propia bancada en el concejo departamental comenzó a bloquear sus acciones, dándonos como resultado una gobernación prácticamente inoperante.
El caso de la Alcaldía de La Paz no es muy diferente, Ivan Arias fue electo en prácticamente las mismas condiciones, y aunque pudo sortear de mejor manera las dificultades de una unión circunstancial, actualmente, aunque él lo crea diferente, tiene a toda la población paceña en su contra debido a una gestión marcada por la corrupción y la mala gestión.
Unirse por unirse pocas veces trae buenos resultados y más aún cuando tu objetivo es el vencer un adversario, pues este una vez derrotado, hace perder la razón de ser de la unión establecida, causando que sus miembros inicien pugnas internas.
El regreso en 2020 del MAS, en buena medida fue consecuencia de la incapacidad de trabajar acordé a las necesidades históricas del país por parte de los actores políticos, que debo recalcar, son los mismo que ahora se juegan la silla presidencial con algunas excepciones, si hacemos memoria, las rencillas entre ellos y su hambre de poder estuvieron a la orden del día, lo cual en aquel año causo una nueva toma del poder del partido azul y de manera avasalladora.
Insisto, vencer al MAS este 2025 es el primer paso, pero el segundo, y tal vez más importante, para aquellos que logren el poder del estado, será el brindar una alternativa de modelo exitoso para resolver los problemas estructurales del país, sin esto, no se sorprendan cuando en 5 años, desde el horizonte veamos nuevamente marchar hacia la casa del pueblo a la izquierda, al MAS e incluso al mismo Morales.
Si los candidatos opositores de este denominado bloque de unidad de la oposición tuvieran una verdadera voluntad de unión, hace mucho hubieran alineado sus campañas, firmando pactos y estableciendo una línea de trabajo en conjunto, incluso dejando para después la definición del binomio presidencial, mas al contrario, cado uno tiene su propia agenda, se publicita de manera individual y cierra tratos sin tomar en cuenta a los demás, en ese sentido querida población debo dar la ingrata noticia de que no hay unidad alguna.
Los proyectos de gobierno deben estar alrededor de las ideas, del plan de gobierno y de una visión de país, cuestión de la que carecen prácticamente todos nuestros políticos, Weber decía que un político con talento es aquel que quiere hacerse con el poder como medio para lograr un objetivo más grande, no sólo para ejercerlo.
Espero que en la medida que avance el tiempo por fin podamos vislumbrar una alternativa real al MAS, y que lo ciudadanos sepamos reconocer y elegir de manera racional aquel proyecto que nos lleve a un verdadero progreso, y desde ya les digo, esa alternativa debe ser liberal.
El autor es Director Ejecutivo Generación Bicentenario